Don Isaac Abravanel (ZL), Héroe Sefardí del Renacimiento.

Nuestro amigo Santos Mayo nos envía una vez más un nuevo y gran trabajo esta vez sobre la figura de uno de los más importantes personajes de la historia sefaradí como fue Don  Isaac Abravanel que seguramente será disfrutado por los lectores de eSefarad.

Isaac Abravanel
Isaac Abravanel

Sin duda alguna Don Isaac es uno de nuestros mayores héroes cuya interesante vida y trayectoria durante el Renacimiento lamentablemente conocemos y apreciamos poco. Resulta primordialmente justo y oportuno conocerlo, recordarlo y honrar su memoria con el mayor aprecio y respeto.

La familia Abravanel (Abrabanel, Abarbanel, etc.) llegó, junto a miles de otras familias judías cautivas por las Legiones Romanas, muy probablemente durante el siglo I de la EC (1) a la tierra que los romanos denominaron Hesperia*, es decir, la Península Ibérica. Los Abravanel formaban parte del contingente de insurrectos de Judea que fueron vencidos durante el nefasto período abarcado por tres emperadores: Vespasiano, Tito y Adriano. Sus legiones destruyeron el Segundo Templo y arrasaron la ciudad de Jerusalém desterrando a su población para luego crear en su lugar, la Aelia Capitolina, una nueva cuidad de estilo romano. Esta oscura y triste etapa de nuestra historia, cuyos efectos repercutieron durante muchos siglos en los destinos del pueblo judío a través del exilio europeo, es lo que recordamos penosamente cada año en  observancia de Tishá Be Av.

En la Hesperia del Imperio Romano, los insurgentes traídos de Israel se establecieron a lo largo de siglos en antiguos centros poblados tales como Sevilla, Granada, Toledo, Córdoba, Zaragoza, Tortosa, Tarragona y otros. Durante muchos siglos fueron formando en estas regiones importantes comunidades judías, mucho antes de que los Visigodos y otras tribus Germánicas conquistaran la Península. Algunas familias de estos emigrados judíos tales como los Ibn-Daud, los Nasí y los Abravanel, se consideraban a sí mismas descendientes del linaje del Rey David (1).

Aún cuando es muy difícil hallar actualmente documentos históricos que prueben científicamente estos hechos en detalle, es razonable asumir que la familia Abravanel se estableció en la Península hacia principios de la EC. Como sabemos, salió obligada de España, debido al Edicto de Expulsión de 1492, luego de haber vivido en la Península durante unos 14 siglos durante los cuales sus miembros se multiplicaron significativamente poblando diversas regiones. Los datos históricos actualmente disponibles cubren solamente la evolución de unas pocas generaciones anteriores a la de Don Isaac.

Un ejemplo notable, del cual se conocen algunos pocos detalles, es la vida de su abuelo Don Samuel Abravanel, distinguido dirigente de la colectividad judía de Sevilla del siglo XIV. Debido a su prestigio personal, a sus relaciones con las esferas del poder político de su tiempo y a su fortuna logró proteger a la comunidad judía de Sevilla de inestabilidades y persecuciones religiosas anteriores a 1391.

Don Samuel llegó a poseer una apreciable fortuna gracias a su genio financiero, al punto de haber sido designado en Castilla almojarife, es decir, recaudador de impuestos.  Estuvo al servicio de tres sucesivos reyes de Castilla. Recordemos que era práctica normal que el recaudador de impuestos anticipara a la corona el dinero que se estimaba iba a recolectar anualmente como impuestos. Este hecho permite apreciar la potencia económica alcanzada por Don Samuel. Hasta 1407, durante todo el período del Rey Enrique III, Don Samuel alcanzó su máxima distinción como administrador y experto en finanzas, desempeñando las funciones de Contador Mayor del Reino y Tesorero de la Reina (2). Estas funciones le permitieron adquirir mayor prestigio e incrementar aún más su fortuna personal.

No obstante sus generosas dádivas a instituciones judías y pese a sus gestiones exitosas como dirigente comunitario, Don Samuel parece haberse sentido inseguro frente al poder político dominante. Probablemente era sumamente ambicioso en cuanto a incrementar su éxito personal. Quizás debido a su íntimo conocimiento del funcionamiento de los círculos de poder dentro de la sociedad sevillana y previendo una cierta evolución de la política local adversa a los judíos, unos pocos años antes de 1391 decidió secretamente convertirse al catolicismo probablemente para asegurarse la continuidad de su carrera financiera. Semejante transformación era necesaria para conservar su prominente posición en la corte y continuar escalando posiciones políticas. Adoptó entonces el nombre Don Juan Sánchez de Sevilla. Efectivamente, en 1391 se desencadenó, precisamente en Sevilla, una horrible serie de matanzas de judíos que rápidamente se extendió a múltiples regiones de la Península. El drástico e inesperado cambio de Don Samuel, inconcebible en una personalidad tan ilustre, dejó atónitos a familiares y amigos, los que se alejaron de él. Particularmente sus hijos, Judah y Joseph, que eran médicos, decidieron emigrar a Lisboa para establecerse allí y continuar sus actividades profesionales. Don Samuel, ahora Don Juan Sánchez de Sevilla, continuó trepando posiciones según sus aspiraciones políticas y sociales. En 1397, siendo ya cristiano nuevo, fue oficialmente confirmado en su cargo de Contador Mayor, o sea jefe de recaudadores de impuestos y Tesorero de la Reina (2).

Mientras tanto, en Lisboa, su hijo Judah Abravanel, el que fue posteriormente padre de Don Isaac, reanudó su carrera y entró además al servicio del Rey Alfonso V alcanzando en la corte real el nivel de Tesorero del Estado de Portugal. Don Isaac nació en Lisboa en 1437 durante el reinado de Alfonso V, durante lo que fue considerado un período de prosperidad para los judíos de Portugal (3). Es importante observar que en Portugal, como así también en España, la situación de los judíos pasaba alternativamente por períodos buenos, malos y peores, de acuerdo a la cambiante política del poder vigente. Como pueblo cautivo y sin defensa política alguna se acumulaban múltiples leyes represivas en su contra. La situación social y económica de los judíos dependía del grado en que dichas leyes fueran aplicadas más o menos estrictamente por el aparato represivo del poder vigente. En tiempos de dominio de un monarca “bueno” estas leyes pasaban a un cierto estado de cuasi hibernación. Cuando la situación general del país se tornaba socialmente más severa y difícil, dichas leyes despertaban de su letargo y eran aplicadas con rigor. Así en 1451 se obligó a los judíos a usar, en lugar bien visible de su vestimenta, una insignia amarilla y a vivir solamente en ghettos llamados juderías (3). Nunca hubo por parte de los judíos resistencia organizada frente a semejantes abusos.

Isaac Abravanel (estampilla)
Isaac Abravanel (estampilla)

Fue en este período durante el cual se formó culturalmente en Lisboa nuestro Don Isaac, aprendiendo idiomas como portugués, castellano, latín y hebreo, los que dominaba con maestría y habilidad (4). El joven Abravanel se convierte gradualmente en el humanista multifacético que adquiere conocimientos de medicina, astrología, filosofía y finanzas. Particularmente Maimónides y otros filósofos de la antigüedad tales como Aristóteles y Averroes tienen desde entonces una marcada y duradera influencia en su obra.

Durante el reinado de Alfonso V Don Isaac alcanzó no solamente prominencia política sino también económica. Fue muy amigo del Duque de Braganza, Fernando I, cuyo poder económico llegó a ser muy prominente y quien se opuso a los planes del rey de Portugal de conquistar Castilla. Cuando estos planes fracasaron, Alfonso V abdicó en favor de su hijo Joao II y la situación general de Portugal sufrió un enorme vuelco. Joao II tomó una actitud hostil contra los nobles, en particular contra la Casa de Braganza y por extensión contra Don Isaac por considerarlo leal a los príncipes de Braganza. Frente a este vuelco de fortuna, Don Isaac decidió salir rápidamente de Portugal en 1483 para salvar su vida. Luego de muchas peripecias consigue salvar también a su familia entrando en Castilla por Segura, al sudoeste de España, después de una peligrosa y precipitada huída.

Mientras tanto, sus enemigos políticos en Portugal, consiguieron que se dictara contra él sentencia de muerte en ausencia y se confiscaran sus propiedades, lo cual cerraba toda posibilidad de retorno. En Segura, donde ya existía una pequeña comunidad judía, retorna a sus estudios espirituales y comienza a ser conocido como autor por sus comentarios, llenos de observaciones y conclusiones de su propia experiencia y perspectiva histórica y política, sobre los Profetas, Yehoshua, Jueces y otros temas del Tanaj,

Alrededor de marzo de 1484 recibió un mensaje de los Reyes Católicos ordenándole  presentarse a una audiencia real en Tarazona, ciudad de Aragón, entonces asiento de la Corte Real.  La guerra contra el reino moro de Granada estaba ya en su cuarto año de duración y España necesitaba urgentemente nuevas fuentes de financiación para lograr la victoria. Alguien en la Corte había mencionado su nombre como experto financista y Tesorero de Portugal. Su experiencia para financiar la reciente guerra entre Portugal y Castilla hacía de él un candidato ideal para el cargo que los Reyes Católicos necesitaban llenar. Luego de esta audiencia, Don Isaac entra al servicio de los Reyes Católicos que continúa durante los próximos ocho años, hasta alcanzar la victoria sobre el reino moro de Granada (5).

Considerando retrospectivamente el desastre que se abatió sobre los judíos en 1492, cabe preguntarse cómo una personalidad del calibre de Don Isaac pudo haberse dedicado con ahínco a organizar las finanzas del reino, pertrechar a las fuerzas combatientes y proveer condiciones económicas básicas para la población civil durante esos ocho años en que desempeñó sus funciones, sin prever lo que podía acontecerle a la población judía. Lo cierto es que nadie esperaba que luego de colaborar tan eficazmente con el reino para alcanzar la victoria definitiva que significó la conquista de Granada los judíos recibirían semejante paga. ¿Cuál fue la razón?

En primer lugar, cabe recordar que el establecimiento de la  Inquisición en España fue autorizada por el Papa Sixtus IV. Se creó en Sevilla en 1480 (6) y rápidamente se expandió a toda España.  Durante los ocho años de gestión de gobierno de Don Isaac bajo los Reyes Católicos, la persecución de la Inquisición no se limitó únicamente a “judaizantes” sino también a “nuevos cristianos” sinceros que poseían fortuna o posiciones destacadas en la Real Administración (7). Los signos premonitorios eran evidentes. El reino necesitaba financiar y equilibrar su hacienda devastada. Las fortunas que los judíos poseían eran muy tentadoras para ese fin. Los métodos utilizados por la Inquisición fueron considerados muy apropiados para lograr legalmente apoderarse de la hacienda que poseían. Al mismo tiempo la Inquisición podía controlar efectivamente la “limpieza de sangre” de la población previniendo uniones matrimoniales de cristianos nuevos, siempre sospechosos de ser judaizantes, con familias de cristianos viejos y de la nobleza. Seguramente Don Isaac y sus colegas percibieron la gravedad de estos signos pero nunca sospecharon la enorme magnitud de la represión masiva pendiente que esperaba a los judíos. Simplemente, como la Inquisición anunciaba, consideraron que no habría represión dirigida contra los judíos declarados, los no-conversos observantes de su propia religión,

Durante todo el siglo anterior a la expulsión, desde las matanzas de 1391 hasta 1492, las relaciones entre judíos y no-judíos fueron empeorando progresivamente en toda España. Las intrigas y delaciones contra conversos por parte de “cristianos viejos”, envidiosos de la fortuna personal de aquellos, estaban motivadas en gran parte, por la esperanza de recibir gratificación pecuniaria una vez que aquellos hubieran sido condenados, sus bienes confiscados y finalmente ajusticiados. Puede verse en el ejemplo de Jaén que las persecuciones de la Inquisición destruyeron una clase media floreciente representada por los conversos (8). De aquella época obscura tenemos recuerdos indelebles en nuestras oraciones de hoy. En efecto, en la Amidá ** de la mañana, de la tarde y de la noche, recitamos un versículo que comienza: “Lamalshinim velaminim al teí tikvá” ***.

Las prácticas de la Inquisición incluían a menudo el uso de falso testimonio prestado por esclavos o sirvientes bajo coacción (8). Precisamente sobre este punto, Unamuno, en su novela “Abel Sánchez” (9), se refiere a la envidia como el motor que mueve a los espíritus vulgares y que conduce al odio, pues no toleran ver el éxito del prójimo. Entonces como ahora, este motor continúa causando estragos en las sociedades incivilizadas donde los derechos humanos solo se conocen como ideales lejanos. Unamuno elabora extensamente en varias de sus obras sobre este fenómeno social en la España de su tiempo (siglos XIX y XX) y arremete contra lo que considera la envidia como lacra nacional. Obviamente una buena dosis de esta lacra fue el motor que motivó  los hechos de los siglos XIV y XV.

Sólo así se comprende que la Inquisición haya perseguido sin piedad a nuevos cristianos, sinceros practicantes de su religión católica, denunciados por sus vecinos cristianos viejos. Recordemos que los bienes y posesiones de los ajusticiados eran confiscados pasando a ser propiedad del Reino y de la Iglesia. De modo que el haberse convertido a la nueva fe, el haber practicado honestamente la nueva religión y el haber tenido éxito social no significaba haber alcanzado una mayor seguridad dentro de la autoritaria y racista España medieval.

¿Qué ocurre actualmente en España? El actual pueblo español, a nivel elemental e instintivo es quizás el más antisemita de Europa. Posiblemente haya oculto en este fenómeno una sutil actitud mental heredada desde las épocas medioevales, mantenida a través de muchos siglos, amalgamada y alimentada con las enseñanzas religiosas de la Iglesia, junto al intenso sentimiento de envidia que conduce a odiar al prójimo exitoso.

Retomando su limpia y firme actitud frente al Edicto de Expulsión, Don Isaac, junto a prominentes personalidades tales como Abraham Senior, procuró reunir una fuerte suma de dinero para ofrecer a los Reyes Católicos a cambio de la anulación del Edicto. Abraham Senior era entonces un hombre de 80 años de edad y de gran fortuna personal, jefe de recolectores de impuestos y Rab de la Corte, o sea el jefe oficial y representante de los judíos de Castilla. Su posición en la Corte y su amistad con la Reina Isabel eran  muy firmes, por servicios que le había prestado anteriormente. La asociación de Don Isaac, como recolector de impuestos, con el poderoso Senior sugiere que el primero pudo haber recuperado de Portugal, al menos en parte, su fortuna personal (10). Don Isaac obtuvo tres audiencias con el Rey durante las cuales intentó elocuentemente convencer al soberano que anulara el Edicto. Como resultado de la primera audiencia la publicación del Edicto fue temporariamente suspendida. Don Isaac rogó entonces a sus amigos cortesanos no-judíos interceder ante el Rey para lograr la cancelación definitiva del Edicto, lo que fue denegado. En su segunda audiencia, Don Isaac y Senior ofrecieron a Fernando 300.000 ducados de oro a cambio de la cancelación del Edicto. En su tercer audiencia reciben una vez más una respuesta negativa, en la que Fernando implicó que la decisión no es sólo suya sino también de la Reina. Esperanzados por esta respuesta gestionan otra audiencia con la Reina a quien imploran clemencia y ayuda. La respuesta es evasiva: “Por voluntad de Dios el Rey decidió mantener vigente el Edicto”. Luego de esta respuesta Don Isaac y Senior comprenden que el veredicto contra los judíos de España estaba definitivamente sellado (10). El Edicto fue publicado luego entre el 29 de abril y el 1 de mayo de 1492. Don Isaac decidió entonces salir de España con toda su familia y Senior y su familia se convirtieron al Catolicismo para no perder su posición prominente, social y económica, que ocupaba en la Corte de los Reyes Católicos.

Benzion Netanyahu afirma que la expulsión de los judíos se debió fundamentalmente a la codicia de sus bienes, por razones mezquinas y no religiosas. Los beneficios económicos cosechados por la corona, debido a la usurpación de propiedades y otros bienes que los judíos debieron abandonar en su precipitada salida de España, fueron muy superiores a todo tipo de aliciente económico que pudiera haber ofrecido Don Isaac. La evolución de la situación española posterior a 1492 demuestra que la gran mayoría de las persecuciones realizadas por la Inquisición, fueron primordialmente dirigidas contra conversos ricos, sinceros practicantes de su catolicismo, los que fueron torturados y condenados y cuyas fortunas fueros confiscadas para beneficio de la Corona y la Iglesia (11).

Don Isaac tiene ahora ante sí un panorama abrumador. ¿Hacia dónde dirigirse con su familia? La vuelta a Portugal queda descartada por obvias razones políticas. Siguiendo una de las populares corrientes migratorias de ese año aciago, se embarcó hacia el puerto de  Nápoles donde los primeros exilados sefardíes llegaron el 24 de agosto 1492 luego de un agitado viaje por el Mediterráneo en barcos atestados de viajeros, con pésimas condiciones sanitarias y diversas enfermedades causadas por la horrible alimentación de a bordo. Pese a las enfermedades que trajeron y a una posible plaga a desencadenarse, Ferrante I, el rey de Nápoles permitió el ingreso de estos judíos españoles. Don Isaac y su familia llegan aproximadamente un mes más tarde, próximo a Rosh Ashaná 5253, que ese año comenzó el 22 de septiembre de 1492. Al cabo de un tiempo, el rey Ferrante lo invita a formar parte de la Corte y le concede también un empleo. Al cabo de unos años Don Isaac volvió a ser un cortesano prominente, rico y apreciado por el rey. No obstante, el clamor del populacho contra los judíos fue creciendo debido en parte a una plaga atribuida a los exilados. No obstante, el rey Ferrante se mantuvo firme combatiendo la plaga, movilizando las fuerzas necesarias, descartando toda acción contra los exilados.

Fue en Nápoles, cuando Don Isaac pudo encontrar algún tiempo libre para escribir sus comentarios sobre Reyes I y Reyes II y además sobre otras partes del Tanaj. Allí vuelve a su personalidad central, haciendo a un lado temporariamente sus complejas actividades políticas. Sin embargo, su vida y la de su familia estuvo siempre a merced de las inestabilidades sociales características del Renacimiento. El rey Ferrante aspira entonces a conquistar Milán y Ludovico Sforza, su regente, solicita ayuda del rey Charles VIII de Francia. En 1493 el reino de Nápoles comienza a estar expuesto a una invasión francesa lo que hace reaccionar al rey Fernando de España. A principios de 1494 muere Ferrante I y su hijo Alfonso asume el reino. En agosto del mismo año se produce la invasión francesa desde el norte en camino hacia Nápoles. Alfonso decide abdicar a favor de su hijo Ferrante II y refugiarse en Sicilia donde Don Isaac lo acompaña. En febrero de 1495 los franceses conquistan Nápoles y se produce un pogrom destruyendo la comunidad judía. Don Isaac consigue enviar mensajeros a Nápoles para alertar a su familia sobre un posible escape a Salónica donde ya vivía uno de sus hijos. Sin embargo, la Alianza de la Sagrada Liga, formada por el Papado, España, Venecia y Milán, creada en marzo de 1495, consigue repeler la invasión francesa y restaurar como rey de Nápoles a Alfonso quien retorna de Sicilia para enfrentarse con su hijo Ferrante II. Don Isaac decide quedarse en Messina por un corto tiempo antes de dirigirse hacia Salónica vía la isla de Corfú, poblada entonces por un número abundante de exilados judíos. Luego de encontrarse en Corfú con antiguos conocidos, algo lo hace decidir no entrar en tierras Otomanas y volverse a Italia, esta vez a Monopoli, una base naval veneciana perteneciente al reino de Nápoles ubicada en la costa adriática, entre Brindisi y Bari.

He aquí al humanista lleno de experiencia, el hombre de 58 años de edad, cansado de trajinar al servicio de los poderosos de Europa, buscando un refugio donde vivir sus últimos años en paz, habiendo pasado por altos y bajos muy pronunciados, en su vida llena de brillo y profundas sombras. En cuanto se siente libre de obligaciones vuelve con todo empeño a reunirse con su familia y al estudio de la Torah completando, entre otras obras, sus comentarios sobre el Deuteronomio comenzados en Lisboa mucho tiempo atrás.

Mientras tanto continúan las guerras entre potencias por el dominio del sur de Italia, al cabo de unos siete años de refugio en Monopoli busca su camino hacia Venecia donde llega al final de 1502, unos diez largos años luego de la aciaga salida de España. En 1503 Venecia era la mayor potencia naval de Europa y se encontraba en el zenit de su poder, habiendo concluido un tratado de paz con el Imperio Otomano luego de la guerra entre ambos de 1499-1500.

A poco de instalarse en Venecia fue llamado por la República para gestionar un tratado comercial con Portugal, lo cual de nuevo lo lleva a la órbita política. Estamos hablando de una época dorada, anterior a la creación del Ghetto (1516) en la que los judíos vivían libres en la República Serenísima, mucho antes de la construcción de las grandes y suntuosas sinagogas venecianas que hoy admiramos en el Ghetto como reliquias históricas. Don Isaac vivió unos cinco años en Venecia hasta su muerte ocurrida en 1508. Su tumba se encuentra hoy en Padua. Es hora ya de transportar sus restos al Monte Sión de Jerusalém, para su digno y merecido reposo, junto a su pueblo, Israel.

Cabe preguntarse cómo luego de la expulsión Don Isaac y sus colegas nunca pensaron en reconstruir Israel como la patria ancestral judía capaz de recibir a todos los exilados y volviendo a hacer renacer el viejo tronco. ¿A qué nivel hubiera llegado hoy Israel si aquella generación de exilados hubiera comenzado la colonización unos 500 años antes de la Shoá? Los pueblos que no aprenden de su propia historia están condenados a repetirla.

Santos Mayo para eSefarad

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* Hesperia significa en antiguo griego “Tierra del Oeste” con referencia a Italia.       Los Romanos dieron ese nombre a España.

** Oración recitada de pie y en silencio.

*** Para los delatores y calumniadores que no haya esperanza …

El Talmud Bavlí, pg. 28B, menciona que este versículo fue compuesto por Shemuel Ha Kattan durante el siglo I (EC) a pedido de Rabban Gamliel, presidente del Sanhedrin de Yavne, instalado durante la generación siguiente a la destrucción del Segundo Templo. Este versículo, agregado a la Amidá, es testimonio de que la opresión y terror que vivieron los judíos bajo los gobiernos Romanos, desde el siglo I (EC) y posteriores, fueron similares a las persecuciones sufridas por los judíos en los siglos XIV y XV bajo el dominio de la España Católica. Situaciones semejantes fueron vividas por los judíos en Europa durante todo el período Nazi.

(1)   History of the Jews, Heinrich Graetz, Vol III pg 43, Philadelphia, PA (5717-1956).

(2)   The Origin of the Inquisition in Fifteen Century Spain, Benzion Netanyahu, pp 960 y1304, note 12, Second Edition, New York, NY (2001).

(3)   Don Isaac Abravanel Statesman & Philosopher, Benzion Netanyahu, pg 12, Fifth Edition, Cornell University Press, Ithaca, NY (1998).

(4)   Ibíd. pg 14.

(5)   Ibíd. pg 39-40.

(6)   Ibíd. (2) pg 1011.

(7)   Ibíd. (2).

(8)   Conversos and Inquisition in Jaén, Luis Coronas Tejada pp 33-34, The Magnes Press, The Hebrew University, Jerusalem, (1988).

(9)   Abel Sánchez, Miguel de Unamuno, Capítulo XVI, Edición de Carlos A. Longhurst, Editorial Catedra, Séptima Edición, Madrid, (2007).

(10)Ibíd. (3) pp 50-56.

(11)Ibíd (3) pp 57 y 280, nota 65.

 

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7 comments

  1. i found the descendant of abraham senior, you find him in scotland’graham milne senior) 39 castle street norham!!!!!!!!!!
    and write him in
    grahammilne001@binternet.com
    he was stupefied «stupéfait»(stupendo) to know ,that his house exists and that under there is a synagogue

  2. Ante todo gracias, me gusta mucho la historia y especialmente el tema que trata pues soy de origen sefardí, me gustaría si pudiesen ayudarme, quisiera saber como explicar la autenticidad del documento en respuesta a la expulsión de los judíos por los reyes católicos a algunos de mis conocidos que discuten su autenticidad por la fecha en la que fue escrito, se empeñan en que no puede ser auténtico, por que habla del poder de España o de imperio español antes del 12 de octubre de 1492. Podría tener algo que ver con el cómputo de la era hispánica?

  3. Los romanos llamaron «Hispania» al territorio de la Península occidental del Mediterráneo. Sefarad es el nombre de un territorio del destierro que el profeta anunciaba dejar por el sur de Jerusalén, y no es nada certificado el que se refiriera a Hispania.

  4. La gran familia Paiz Internacional de origen sefardí, se complace con la publicación de Isaac Abravanel , siendo que son parte de su grupo de descendientes que se desarrollaron en América, específicamente en Guatemala, habiendo cambiado su apellido de Paz del Fregenal Badajoz Extremadura España a de Paiz, concentrando un promedio de 12,,000 Paiz en Guatemala y el resto para los 30,000 Paiz en diferentes lugares del mundo. Shalom.

  5. Los lugares santos estaban dominados por musulmanes qué de ninguna forma permitieron inmigración de Judíos Españes aparte la tierra llevaba 15 siglos desolada

  6. May all Samuel Abrabanel’s descendants bring peace, truth, justice, love, responsibility to this world. (Ecuador)

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