Don Quijote de la Mancha, si bien tiene episodios humorísticos y el lector puede sonreírse de los personajes, el texto es más profundo de lo que aparenta en una primera lectura. El libro es ,en su mayor parte, una defensa al Pueblo de Israel, como lo he explicado en numerosos artículos. Cervantes no podía criticar las injusticias de la época sino metafóricamente.
En este trabajo señalaré las particulares del capítulo LXII del Segundo Volumen : La cabeza parlante. 1- Anoto un comentario de Rafael Ramos, Profesor de la Universidad de Girona, España, sobre la cabeza parlante de Tábara. (193-195); y un pasaje del libro de Óscar Herradón Ameal: El secreto judío de Cervantes. (160-163). Luego estudio el tema de la “limpieza vs. la mancha,” que forman el leitmotivo de la obra y que aparece en este capítulo.
Ramos explica que el Comendador Diego Román, quien compuso un poema, tuvo fama debido a las mordaces poesías queque dedicó al poeta converso Antón de Montoro. Las líneas son partes del poema “Con pura melancolía.” (Ramos: 85-86).
“…que si a Távara passáis
vos serés apedreado.”
por hebreo…”
Ramos anota que la poesía fue leída en la corte y que fue una burla atrevida a Antón de Montoro, ya que habia una cabeza parlante a la entrada de la ciudad y si lo veía entrar a Tábara descubriría que Montoro era cristiano solo aparentemente. Es decir, la cabeza leía los pensamientos o adivinaba quiénes eran judíos y conversos. Según Kenneth R. Scholberg en Sátira e invectiva en la España Medieval :“ La sátira es, en esencia, el arte literario de disminuir el objeto por medio del ataque, haciéndolo ridículo o evocando hacia él actitudes de desprecio y desdén.” (13).
Óscar Herradón Ameal en el libro El Secreto Judío de Cervantes, menciona la cabeza parlante en Don Quijote ( 162)., anota que Cervantes escribe al final del episodio, que las cabezas encantadas son “supercherías” para engañar al vulgo.
Mi estudio es el siguiente:
La cabeza encantada de Cervantes se encontraba en el hogar de Don Antonio Moreno, un “caballero rico y honrado, “del cual Don Quixote era el huésped y …que “andaba buscando modos como, sin su perjuicio, sacara a plazo sus locuras…” ( 2, 988).
Cuando Don Antonio Moreno le descubre a Don Quijote la cabeza encantada que tenía en una habitación explica que “el que la construyó …la sacó con la perfección que veremos mañana; porque los viernes está muda, y hoy que lo es, nos ha de hacer esperar hasta mañana.“ Los viernes la cabeza está muda,” es decir no trabaja. (2,990). La cabeza parlante sería judía; en el capítulo XXIII de la Primera Parte, Don Quijote parecería declararse judío: Le dice a Sancho:
“…Y no me repliques más…. estoy ya para quedarme y para aguardar aquí solo, no solamente la Santa Hermandad, que dices y temes, sino a los hermanos de los doce tribus de Israel y a los siete Macabeos, y a Castor y Pólux’…” (1, 214). (los doce: voz masculina en la época, Riquer, 214). Don Quijote era consanguíneo de los hebreos
El diálogo entre Sancho Panza y Don Antonio Moreno es notable. Antonio Moreno le dice a Sancho “…sois tan amigo…de albondiguillas. Que si os sobran las guardáis en el seno para otro día…” (2-989). La respuesta de Sancho es difusa. Dice así: “…tengo más de limpio que goloso:”
La palabra sucio no aparece en lo que dice Don Antonio Moreno. Éste no sugiere que Sancho sea sucio. Podría ser goloso si come muchas albondiguillas, pero no sucio. Sancho explica dos veces que es “limpio.”
No parecería que guardarlas en el seno fuera suciedad. Después de todo, los estándares de limpieza no existían en la forma que existen en el presente. Según Deleito y Piñuela, todavía en el siglo XVII : “Los portales de todas las casas y los rincones de las calles servían de basureros y retretes…. Arrojábanse las inmundicias por ventanas y balcones, sin otra preocupación que a grito de “agua va…” (128).
Don Quijote en el párrafo siguiente explica dos veces la limpieza de Sancho. El vocablo “limpio” era común en la época, pues los “limpios” estaban libres del pecado original, ya que han recibido el bautismo de la Iglesia Católica. Entonces los “sucios o manchados” serían los que no habían sido bautizados. Por lo tanto, Sancho sería “limpio” y Don Quijote “manchado.”
A pesar de que en la obra aparecen la “limpieza y la mancha” el editor del que me valgo, no se dio cuenta del juego de palabras cuando Cervantes anota que “España estaba en la Mancha.” En la nota a pie de página Riquer escribe: “Dos disparates seguidos: considerar a España como una parte de la Mancha y desembarcar en Osuna.” (1, 30). Si se lee los comentarios de Benedetto Croce, que continúan con los de Ariosto, España estaba en la mancha. Cervantes introduce Osuna para disipar la metáfora. Benedetto Croce escribe:
“ Si assomó anche circa quel tempo la capitale accusa o sospetto intorno alla religiosita spagnuola nel motto del ‘pecadiglio di Spagna,’ che l‘Ariosto ricorda nelle satire, spiegandolo col non credere degli spagnuoli ‘ in unita di Spirito il Padre e il Figlio ‘ cioe con l’ascosa e profunda miscredenza degli ebrei ed arabi malcovertiti nel domma della Trinita.” (224).
Añade que “Pablo IV, haciendo eco a Julio II, jamás hablaba de su Majestad y de la nación española que no les llamara herejes…Apareció por entonces la acusación o sospecha capital en la frase de el “pecadillo de España,” que Ariosto recuerda… era que los españoles no creían en la unidad del Hijo, Padre y Espíritu Santo….” (224).
De esto se deduce que España era un país que creía en una divinidad única. No se tiene seguridad ni cuantos salieron o cuantos se convirtieron y continuaron con la fe mosaica en 1492. Hay casos notables, por ejemplo, Fernando (Yshac) Cardoso, que era el médico de la corte y que en 1627 desapareció de Madrid. Diez años más tarde publicó La Excelencia de los Hebreos en Venecia y afirmó su fe mosaica tres siglos después de la Expulsión de 1492. (Artigas, 139).
Julio Caro Baroja en Los judíos en la España Moderna y Contemporánea da el nombre de numerosos conversos investigados por la Inquisición y señala que los conversos entraban en abundancia a la Orden de los Jesuitas. San Ignacio de Loyola expresó que él hubiera deseado ser descendiente de judíos, y tener la misma sangre de Cristo. El arzobispo Primado de España Martínez Siliceo, recibió una información que explicaba que casi todos los presbíteros de la archidiócesis eran descendientes de judíos (Baroja, 2-294). Por lo tanto, la metáfora de Cervantes sigue el pensamiento de Ariosto, de Croce, y el de los Papas. España era un país de conversos externamente.
Hay numerosos aspectos interesantes en el capítulo de la cabeza que contestaba exactamente a lo que le preguntaban, como por ejemplo “yo no juzgo pensamientos,” contrariamente a la de Tábara.
En un extenso párrafo de 32 líneas, Cervantes explica detalladamente cómo la cabeza funcionaba. Estaba conectada con un piso bajo y el que discurría era un sobrino de Don Antonio, al cual se le había avisado con anterioridad sobre Don Quijote y Sancho. En esta extensa explicación sobre la cabeza, Cervantes desea mostrar que la cabeza era un artificio que servía de entretenimiento. Entonces, según Cervantes no tiene ningún valor quienes hubieran poseído o creído en cabezas encantadas o parlantes. Con toda seguridad Cervantes conocía la leyenda de Tábara y escribió en defensa de sus amigos conversos.
Se puede decir que las burlas “jocosas,” personales, raciales, religiosas, y las agresividades verbales continuaron en forma literaria, personal y social. Después de la abolición de la Inquisición en el Siglo XIX, en el Siglo XX, ya no fueron tan solo burlas sino horrendas matanzas y crueles crímenes. Crímenes que aparecen hasta el presente. Se ha culpado a los israelitas de innumerables falsedades, pero con solo ver los muros rocosos de Yad Vashem se aprecia la increíble sobrevivencia de un pueblo que ha vivido y que vive al servicio de la humanidad en todo aspecto cultural.
María del Carmen Artigas
Emerita Faculty, University of New Orleans
Obras Citadas
- Artigas, María del Carmen. Antología Sefaradí:1492-1700. Madrid: Ed. Verbum, 1997.Fernando Cardoso, Excelencia de los Hebreos, pp.139-175.
- Caro Baroja, Julio, Los Judíos en la España Moderna y Contemporánea. Madrid: Ed. Istmo, S.A., 2000. Vol. I.
- —,Los Judíos en la España Moderna y Contemporánea. Madrid: Ed. Istmo, S.A., 1986. Vol. II.
- Cervantes Saavedra, Miguel de, Don Quijote de la Mancha. Ed. Martín de Riquer, Barcelona: Ed. Juventud, 2 Vols., 1992.
- Contreras, y Contreras, Jaime, “Conversos y Judaizantes después de 1492: Una relación desigual,” Los Judíos en España. Madrid: Ed. Trota, S. A. 1992, pp. 60-70.
- Croce, Benedetto, La Spagna nella vitae Italiana.Bari: Ed. Gius, Laterza & Figli, 1949.
- Deleito y Piñuela, José, Solo Madrid es Corte. Madrid: Ed. Espasa Calpe, S.A.,1953.
- Goldstein, Joyce, Sephardic Flavors: Jewish Cooking of the Mediterranean. San Francisco: Ed. Chronicle Books, CLLC, 2000. Printed: Hong Kong.
- Gómez, Tana, Ed. International Dictionary: English/Spanish. New York: Simon and Schuster, 1972.
- Gross, Abraham, “The Expulsion and the Search for the Lost Ten Tribes.”
- Judaism. Vol. 41, pp. 130-147.
- Herradón Ameal, Oscar, El Secreto Judío de Cervantes: Historia Oculta de los Libros Malditos. Madrid: Ed. Espejo de Tinta, 2005.
- Ramos, Rafael, “Que si a Távara passáis vos serés apedreado por hebreo, “
- Hispanic Research Journal, Vol. 3, pp. 193-205. Internet.
- Scholberg, Kenneth, R. Sátira e Invectiva en la España Medieval, Madrid: Gredos, S.A., 1971.