Julio Palencia y Albert Cohen, influyentes españoles en la Shanghái de 1920

Juan Pablo Sánchez

En otoño de 1924, el escritor  valenciano Vicente Blasco  Ibáñez (1867-1928), en una  de las etapas de su vuelta al  mundo, visitó la ciudad china de Shanghái [1]  y escribió lo siguiente:

“Hasta los contados españoles que viven aquí resultan más interesantes y más ricos que los de otros lugares de Extremo  Oriente. El cónsul de España Julio Palencia y Tubau, casado con una hermosa  dama nacida en Grecia; Lafuente, es un  arquitecto nacido en Madrid, que ha  construido el Gran Hotel de Shanghái;  Ramos, es dueño de las mejores salas cinematográficas que existen en esta capital  del placer; y Cohen (el millonario de la  colonia) posee casi todos los rickshaws circulantes en la ciudad”

Con estas pinceladas describe también  Blasco Ibáñez la comida que le ofreció el cónsul español en Shanghái, momento  que reprodujo Matilde Asensi en su novela Todo bajo el cielo [2]

No es el único escritor que habla de los  españoles en Shanghái. El periodista José  María Romero Salas, había visitado con  anterioridad Shanghái, verano de 1921, y  en su libro España en China (Crónica de  un viaje) [3]  nombra al cónsul Julio Palencia,  al empresario del cine Antonio Ramos y al arquitecto Abelardo Lafuente, y también el escritor valenciano Federico García  Sanchiz, que la visitó con posterioridad a  Blasco Ibáñez, dedica su libro La ciudad  milagrosa: Shanghái [4] al cónsul.

Edificio del consulado español en los años 20. (Foto Visual Cultures in East Asia del Lyons Institute of East Asian Studies)

 

El consulado español en Shanghái

La comida en honor al escritor valenciano  se celebró en el edificio del Consulado de  España en Shanghái, construido en 1920-1921, de estilo mediterráneo y que se  encontraba en la Concesión Francesa, en  concreto, en la Avenue Jofre.  Dicho inmueble se convirtió posteriormente en el Consulado de Francia, y en la  actualidad es la vivienda del cónsul francés en Shanghái y corresponde al 1431 de  la calle Huaihai Zhonglu.

El cónsul de España Julio Palencia y Tubau

Los anfitriones de Vicente Blasco Ibáñez  fueron Julio Palencia Álvarez-Tubau  (1884-1952), cónsul de España en  Shanghái, y su esposa Zoé Dragumiz, de  origen griego. Julio Palencia fue cónsul  de dicha ciudad china de 1916 a 1920  y de 1922 a 1929. Posteriormente, de  1933 a 1938 fue diplomático en Turquía,  de 1939 a 1940 desempeñó el cargo de  embajador en Atenas (Grecia), y desde 1940 fue ministro plenipotenciario en Sofía (Bulgaria), hasta su destitución en 1944. Su separación de la carrera diplomática se debió a su decidida acción en favor de los ciudadanos búlgaros de origen judío, muchos de ellos sefarditas. A dos de ellos, los hermanos Cludy y Rene,  hijos del ejecutado Leon Arié, los adoptó  y de esta forma consiguió que pudieran  abandonar el país junto a su madre, y con ellos salvarlos del genocidio nazi [5].

Empleados y vehículos de la Star Rickshaw Co. Ltd. (Foto Visual Cultures in East Asia del Lyons Institute of East Asian Studies).

 

Cohen, el millonario de la colonia

Albert Cohen, era un judío sefardí, descendiente de los hebreos que fueron expulsados de España en 1492 por  los Reyes Católicos como final de un  proceso antisemita iniciado en el siglo  XIII por Alfonso X “El Sabio”. Albert  nació en Estambul (Turquía) en 1870,  hablaba ladino (castellano antiguo) y  llegó a China entre 1904 y 1905, estaba  casado con Linda Haim Cohen Notrica,  también nacida en Turquía que llegó a  Shanghái en 1915, donde tuvieron cinco hijos. La familia Cohen mantuvo una  estrecha amistad con el cónsul español y  su esposa.

Uno de los negocios de Cohen eran  los rickshaws, ciclotaxis o vehículos de  transporte de un solo eje, con grandes  ruedas de madera o recauchutadas, tirados por una persona. En 1914, el Gobierno chino autorizó el rickshaw como  transporte de viajeros y es cuando Albert  Cohen fundó la empresa Star Rickshaw  Co. Ltd., que llegó a ser la  mayor compañía de ciclotaxis de toda la  ciudad de Shanghái, llegando a emplear  hasta diez mil trabajadores chinos o  “coolies”, por ello recibió el apodo de “El  rey del Rickshaw” (‘e Rickshaw King).  Introdujo muchas mejoras tanto en el  diseño de los vehículos como en la forma  de prestar el servicio. Así, sus empleados  iban uniformados e identi»cados con un  número, y hacían dos o tres turnos para  tener los vehículos en activo el máximo  número de horas.

Otro negocio de la pujante Shanghái  eran los garajes para guardar los automó- viles. Aunque en 1904 solamente había  19 coches en toda la ciudad, en 1930 superaron los 7.000, no existiendo un lugar  para su aparcamiento. Albert Cohen creo  el Star Garage en 1917, como haría en  1922 Félix Bouvier, dueño del canódromo y el Jai-Alai [6] , con Le Grand Garage. Albert Cohen, junto a su cuñado  José Haim, creó además una empresa de  curtidos: la Shanghai Tanning Co. Ltd.  (Shanghai Leather Factory).

Los edificios del Star Garaje (125  Bubbling Well Road, en la actualidad,  Nanjing Lu y del Star Rickshaw  Co. Ltd. (en la Boundry Road, actual  Henan Lu, cerca de Hunan Lu, que también contaba con la  mayor lavandería de vapor de la ciudad,  fueron construidos por el arquitecto  español Abelardo Lafuente, también presente en el almuerzo ofrecido por el cónsul; mientras que el edi»cio de la empresa  de pieles fue diseñado por el arquitecto  checo Ladislaus Hudec (1893-1958),  quien también levantara el primer rascacielos de China en 1934, el Park Hotel  de 24 pisos de altura, en la calle Nanjing  de Shanghái.

El matrimonio Cohen fue muy querido y popular en Shanghái, y así el 30  de octubre de 1921 Linda Haim cortó  la cinta blanca y azul que inauguraba oficialmente el primer club judío de toda China: el Ahduth Jewish Club de  Shanghái, situado en  el edificio Route Pichon, también construido por Abelardo Lafuente y que en la  actualidad es parte del Conservatorio de  Música de Shanghái  de  la calle Nanjing Oeste.

Las endémicas estrecheces económicas de los diplomáticos españoles en el  extranjero, hicieron que Albert Cohen le  prestara con frecuencia a Julio Palencia  su automóvil para que el cónsul español  pudiera desplazarse por Shanghái con los  honores que su cargo merecía.

En 1933 la familia Cohen, Albert  y Linda, y sus hijos Gabriel (George),  Maurice Albert y Liliane (Lilly) se trasladaron a Los Ángeles (Estados Unidos)  para que el padre de Albert, muy enfermo, pudiera seguir tratamiento médico,  aunque falleció el 3 de abril de 1934 a los  64 años de edad.

En la actualidad los descendientes de Albert Cohen continúan viviendo en Estados Unidos y alguno finalmente ha  regresado a Israel completando con ello un largo periplo alrededor del mundo que ha durado casi dos mil años.

Agradecimientos: A la familia Cohen, muy especialmente a su nieta  Maureen y a David Martínez-Robles, quienes han  ayudado con sus testimonios en la redacción de este artículo

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  1. La vuelta al mundo de un novelista, Vicente Blasco Ibáñez, Tomo-II, 1924, capitulo X, pág. 148. Reeditado por Alianza Editorial en 2007.
  2. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com
  3. Todo bajo el cielo, Matilde Asensi, Ed. Planeta, Barcelona, 2006.
  4. España en China (Crónica de un viaje), José María Romero Salas, Manila, 1921.
  5. La ciudad milagrosa: Shanghái, V. H. Sanz Calleja, Cop., Madrid 1926
  6. Eduardo Martín de Pozuelo, Julio Palencia, el héroe olvidado, La Vanguardia, Magazine, 3-1-2010. http://magazine.lavanguardia.com/reportajes/los_reportajes_de_la_semana/reportaje/pageID/4/cnt_id/4072/pageID/1
  7. Juan Pablo Sánchez Beltrán, Frontones de pelota vasca en China, Revista Instituto Confucio, 2011, nº7, pp. 74-78.

 

Fuente: Revista del Instituto Confucio de Valencia, nº10, enero, 2012

 

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One comment

  1. Juan Ignacio Toro Escudero

    Hola, Juan Pablo.
    Me llamo Nacho Toro. Estoy finiquitando mi tesina para un máster en cine español, sobre la figura de Antonio Ramos, y otro en Asia Oriental sobre españoles en el Shanghai de Entreguerras. Di hace no mucho aquí en pekín una charla al respecto. Leo con interés tu artículo, con grandes novedades sobre Cohen que desconocía y te escribo por si fuera posible que me ayudaras a entrar en contacto con la familia Cohen.
    He hablado con los descendientes de Ramos y Leonardo, en Shanghai, está en contacto con los de Lafuente. El cordel Cohen podría ayudar a fijar un nudo interesantísimo.
    Estoy, además, especialmente interesado en el factor judíos en Shanghái, entre los que Cohen es una figura descuidada y desconocida pese a que, como dices, fue clave en la construcción del club judío. Además, en el cine del momento, como en otras partes del mundo, fueron también pieza importante, y me gustaría concretar el papel de Cohen en la carrera de Ramos (y en la de Beraha, su «sucesor», también sefardita) y «Galen».
    En fin, que sería extraordinario si pudieras ayudarme con este contacto o lo que sepas de Cohen en general.
    Te he dejado arriba mi correo electrónico. Espero tus noticias.
    Un saludo,
    Nacho.

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