Centro Virtual Cervantes: Laura Papo Bohoreta (1891-1942) y el nacimiento de la literatura femenina sefardí – Željko Jovanović CERMOM, Inalco (Paris)

1. LAS MUJERES SEFARDÍES Y LA LITERATURA

La relevancia de las mujeres en el desarrollo de la literatura sefardí empieza a ponerse de manifiesto desde el mismo inicio de los estudios pioneros sobre la lengua y la literatura sefardíes a finales del siglo xix1. En un primer momento se subraya su papel como principales depositarias de la literatura de transmisión oral (el romancero, el cancionero, el cuento popular, el refranero), puesto que los primeros estudios sobre el judeoespañol y su literatura se hicieron sobre la base de encuestas de campo y se centraron principalmente en este tipo de literatura. Ello no quiere decir que la literatura oral fuese patrimonio femenino, pero a principios del siglo xx, cuando se realizaron las primeras encuestas de campo (Liebl 2007, 2009 y 2010; Crews, 1935 y 1979), el judeoespañol ya había entrado en un proceso de decadencia (debido a razones educativas, culturales y políticas que detallaré en adelante) y se conservaba sobre todo en el ámbito doméstico y familiar. Las mujeres, pues, fueron las mejores informantes para las encuestas de campo porque habían recibido menos formación letrada que los varones sefardíes de su misma generación y seguían más apegadas a la lengua tradicional y a los saberes de tradición oral. La inmensa mayoría de los informantes de las encuestas de campo realizadas entre 1900 y 1960 fueron, en realidad, las informantes.

No fue hasta los años 70 del siglo xx cuando los estudios sobre la literatura sefardí empezaron a centrarse en la literatura de transmisión escrita. En el momento en que empezaron a transcribirse los textos aljamiados (es decir, los textos en judeoespañol impresos en caracteres hebreos), a publicarse ediciones filológicas críticas y anotadas y a estudiarse sus contenidos, se puso de relieve la importancia de las mujeres en la literatura sefardí, tanto en la literatura patrimonial (la literatura rabínica, la poesía paralitúrgica), como en la literatura moderna desarrollada a partir del siglo xix (novela, teatro, ensayo, poesía secular de autor, prensa periódica). Es entonces cuando se empezó a estudiar en particular a las escritoras sefardíes en judeoespañol, desde las pioneras de finales del siglo xix hasta la actualidad.

El nacimiento de la literatura femenina escrita y la aparición de temas feministas en judeoespañol van codo con codo con los cambios sociopolíticos y educativos que empiezan a notarse paulatinamente entre las comunidades sefardíes de Marruecos y el antiguo Imperio otomano a partir de la segunda mitad del siglo xix. El desmembramiento del Imperio otomano entre 1830 y 19232 abre camino al nacimiento de los diferentes estados-nación balcánicos, en los que penetra una influencia colonial de las potencias occidentales. Como consecuencia se producen importantes cambios sociales, especialmente la occidentalización de las minorías religiosas del antiguo Imperio otomano, que acaban generando un cambio de mentalidad y el surgimiento de una burguesía sefardí de los negocios y una clase obrera sefardí.

Asimismo, durante el mismo período de tiempo las mujeres sefardíes experimentan una importante evolución impulsada por el acceso a la educación occidental en distintos centros educativos: las escuelas de la Alliance Israélite Universelle, las escuelas italianas «Dante Alighieri», las escuelas nacionales de los nuevos estados-nación balcánicos y las misiones protestantes inglesas y escocesas. Las mujeres sefardíes, que tradicionalmente dependían económicamente de sus padres o, tras el matrimonio, de su marido, ahora reciben formación y obtienen una independencia económica. Algunas incluso llegan a establecerse como pequeñas empresarias. Adoptan los nuevos usos y costumbres sociales, incluyendo la vestimenta a la occidental (vestir a la franka) y logran una mayor visibilidad en la esfera pública, sobre todo gracias a las primeras mujeres escritoras en judeoespañol (a partir de 1880).

Cabe destacar que entre la comunidad sefardí no existió nunca un movimiento feminista organizado. Los primeros en plantearse de forma teórica el papel de las mujeres fueron hombres intelectuales, tanto laicos como religiosos, que abordan a principios del siglo xx el tema del nuevo papel de las mujeres en la sociedad y cómo ello contrasta con su rol en el marco de la sociedad tradicional judía sefardí. Dos ejemplos de intelectuales laicos son los periodistas David Fresco, quien tiene un discurso de 1929 sobre la instrucción de la mujer, y Y.A. Basat, quien reflexiona acerca del papel social de la mujer sefardí a finales del siglo xix, en un momento en que la irrupción de nuevos modelos culturales había creado una gran polémica en el seno de las comunidades (Ayala, 2006 y 2008). En el plano religioso, el rabino askenazí de Bulgaria Tsemah Rabiner publica, en 1913, un libro en defensa del rol femenino tradicional, inspirándose en cincuenta y una mujeres de la Biblia cuya vida ética y virtuosa constituye un modelo a seguir para la mujer judía contemporánea (Ayala, 2014).

Por otra parte, en cuanto a ejemplos femeninos, los primeros trabajos de escritoras que reivindican el papel de la mujer son iniciativas individuales y aisladas; no forman parte de ningún movimiento organizado, y, además, parten de posiciones ideológicas muy diversas. De un lado, la pionera Reina Hakohén (formada en la escuela de la misión protestante de Constantinopla) da, a finales del siglo xix, una visión muy conservadora, mostrándose contraria a las costumbres modernas y al nuevo papel de las mujeres, que, a su juicio, es perjudicial para las jóvenes y las coloca en una posición de debilidad (Martín Ortega, 2013). Del otro, Laura Papo, quien en el período de entreguerras se plantea la cuestión del papel femenino, la modernización y la emancipación en la sociedad bosnia de su época, compatibilizando todo ello con la admiración por la sabiduría popular de las mujeres tradicionales de la generación de su madre, a las que retrata en sus artículos periodísticos y en sus obras de teatro.

A continuación, intentaré trazar algunas de las ideas de Laura Papo con respecto a la situación de la mujer en la sociedad sefardí bosnia, así como su punto de vista sobre el sionismo. Su activa participación en la esfera pública al abordar temas de índole política la hizo destacar en el panorama cultural y político de la Bosnia de su tiempo.

2. LAURA PAPO Y SU VISIÓN DEL MUNDO SEFARDÍ

Laura Papo nació y pasó buena parte de su vida en Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, donde residía una de las comunidades sefardíes más importantes del antiguo Imperio otomano. Los judíos españoles se asentaron en Sarajevo en la segunda mitad del siglo xvi, formando una pequeña comunidad dedicada en su mayor parte al comercio y a la artesanía. El entorno balcánico de la época recordaba en muchos sentidos al de al-Ándalus: la demografía incluía a los otomanos —de confesión musulmana, que tenían el poder y el control— y a los eslavos de religión cristiana, que componían buena parte de la población. La convivencia entre etnias era pacífica. Gracias a ello y a la autonomía de la que gozaban, los sefardíes pudieron mantener su estilo de vida tradicional, recluidos en su propio barrio, la chifutana (del turco «judería»).

No obstante, una serie de eventos decimonónicos pondrán fin a la situación de los sefardíes. En 1878 Bosnia fue primero ocupada por el Imperio austrohúngaro y más tarde, en 1908, anexionada hasta 1918, año en que pasó a formar parte del Reino de los serbios, croatas y eslovenos, posteriormente denominado Yugoslavia. A nivel cultural, estos eventos históricos tuvieron un impacto importante en la comunidad sefardí, iniciando el período de transición que supuso una mayor integración en la sociedad dominante; el desplazamiento del judeoespañol por el serbocroata, la lengua mayoritaria, y la sustitución de los modelos orientales por los de la Europa Occidental.

Este era el panorama en Bosnia en la época en que vivió Laura Papo (1891-1942), nacida Laura Levy, en el seno de una modesta familia de cinco hijas y dos varones. Por ser la mayor entre los hijos, Laura utilizó el seudónimo Bohoreta (del hebreo «primogénita»)3. Hacia finales del siglo xix4, la familia Levy se trasladó a Estambul, donde la joven empezó a formarse en una de las escuelas de la Alliance, becada por la comunidad sefardí de esa ciudad:

Thanks to this generous help, Laura Papo became fluent in French and German at the Alliance while at the same time gaining valuable knowledge in various subjects such as history, mathematics, geography and literature. The latter was to one of her strongest passions (Jovanović, 2020: 45)5.

Al regresar a su tierra natal, Bosnia, en 1908, Laura Papo (por entonces todavía Levy) destacó en su entorno como una de las pocas mujeres sefardíes con formación. Por ello, años más tarde, en su ensayo La mužer sefardi de Bosna (1932) declaró lo siguiente: «las pokas mužeres ke meresieron a saver meldar [‘leer’] “ladino” hueron envidiadas komo oj no se envidia a “milioneras”» (L. Papo,2005: 162). Sus ensayos periodísticos, cuentos y obras dramáticas le sirvieron como vehículo para transmitir sus ideas y puntos de vista sobre distintos temas sociales que afectaban a su comunidad. Uno de los temas predominantes concierne el papel de las mujeres en la sociedad sefardí y, por extensión, en la de Bosnia. Papo no solo fue la primera dramaturga en lengua sefardí, sino también la primera que en todas sus obras situó a personajes femeninos en primer plano, contando sus problemas, ansias y anhelos, mientras que los personajes masculinos desempeñaban un papel secundario.

Es importante subrayar que el feminismo de Laura Papo no se debe interpretar en el sentido tradicional de la palabra, como lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Partiendo de su propia experiencia vital, la escritora pretende concienciar a las sefardíes de la importancia de adquirir formación e incorporarse al mercado laboral, como una necesidad de la vida moderna y los cambios sociales. El 25 de agosto de 1912 Laura Levy contrajo matrimonio con el saraylí (del turco «oriundo de Sarajevo») Daniel Papo, con el que tuvo dos hijos, Judá León y Bar Kohba. Durante la Primera Guerra Mundial, su marido fue alistado en el ejército austrohúngaro, experiencia que le dejó profundas huellas en su salud mental. A pocos años de volver de la guerra, Daniel sufrió un brote psicótico por el cual fue ingresado en un sanatorio donde pasó el resto de su vida. Consecuentemente, Laura Papo se vio obligada a vivir como una agunah (del hebreo «ancaldo/da»), término con que se designa a la mujer atada a un hombre que se niega o es incapaz de concederle el divorcio (get). Para sacar a su familia adelante, Laura tuvo que ganarse la vida impartiendo clases de francés y piano, lo cual fue posible gracias a la formación que había recibido.

En sus obras, algunos de sus personajes femeninos se enfrentan a situaciones parecidas. Su drama Esterka está protagonizado por la mujer valiente que da título a la obra6. Esterka tiene un hijo muy enfermo, Moreniko: cada noche tiene fiebre, tose mucho y no para de llorar. La familia está necesitada de recursos para sus medicinas y para poder llevarlo a un sanatorio en la isla de Kor čula (hoy en Croacia) con la esperanza de poder mejorar su estado. Esterka decide montar un negocio de reparación de alfombras e intenta motivar a su marido a volver a trabajar como mecánico de coches, pero este está obsesionado con las apariencias sociales, con el qué dirán. Consciente de la gravedad de la situación y de su deber de madre, Esterka le responderá con determinación:

No estamos en la Arabija. Eskalvas no aj mas, bivimos en Evropa en una tiera de libertidat! Jo kero lavorar! I tu sano ke estes, aze luke te parese komo te komanda tu korason! Si tu tienes koraže de ver komo te se esta afinando tu kriatura, tu pedaso de alma, en la buena ora, ama, yo; yo so madre, yo kale ke aga mi dover! (L. Papo, 2012: 50).

Por consiguiente, el feminismo de Papo se traduce en la necesidad práctica de las mujeres de educarse y conseguir empleo fuera de casa por el bien de la familia. La prioridad de la mujer sigue siendo el hogar. Pero precisamente por ello es imprescindible un cambio de mentalidad, buscando la mejor manera de adaptarse a los vaivenes sociopolíticos que caracterizaban los Balcanes de aquel entonces. En La mužer sefardi de Bosna , la autora explica bien la necesidad que tuvo la mujer judía de adaptarse a los cambios sociopolíticos:

Estudiemos una mužer ke ja paso los sesenta! Mientres su čikez ea bivio en un ambiente turko – en el mas puro Oriente. Vino ala učačez le vino el Austriako, elemento europeo ke le abolto entera la vida i su modo de entenderla! I komo no? De haremka, kalio si kižo o no ke se adapte a los uzos ke trušo el konkistador muevo, el renado muevo. Por esteso lo izo i la mužer serba. Vino a los anjos de ser nona, delivro el Serbo la Bosna, i ea la čika Jahudinka de šahvarkos duspues feređe, i mas tarde el čapeo, se adapto a todos los režimes kon la elasticidat de su rasa! En medio siglo (50 anjos) vido trokarse tres reinados, tres rasas, oriental, germana i slava! I ea supo siempre jir kon el tiempo! No se kere maestria para esto? (L. Papo, 2005: 65).

Los obstáculos a la emancipación de las mujeres también solían provenir de las propias mujeres sefardíes. De ahí que Papo introduzca personajes femeninos que defienden la postura tradicional y se oponen a los cambios. Buen ejemplo de ello en Esterka es la nona («abuela») Rufkula, prototipo de la mujer de antaño: es sabia, aprendió sola a escribir, sabe muchos refranes que usa en sus parlamentos para transmitir la sabiduría popular, pero ve con malos ojos que las mujeres se escolaricen. Durante una discusión con Esterka y Linda, la nona Rufkula antepone la experiencia vital cotidiana y les contesta irónicamente, burlándose de su educación formal: «Kuanto kere ke soš školados [«formados»] , se ve ke soš verdes » (L. Papo, 2012: 80 ).

En el ámbito político, Papo también tomó parte en las discusiones sobre otro tema importante para la comunidad sefardí: el sionismo. La idea de la aliyá (del hebreo «emigración») a Eretz Yisra’el (Israel) y la creación de un Estado judío en esa región suponía para los sefardíes bosnios no solo el abandono de sus hogares de origen, sino también de su lengua, ya que se imponía el hebreo como la lengua común de todos los judíos. Si bien al principio fue partidaria de este proyecto, Papo pronto cambió de idea y procuró animar a sus correligionarios a quedarse en Bosnia, su verdadera patria. Večerina Tomaić (2016: 48-57) cita un drama suyo poco conocido, Escariño («Añoranza»), compuesto entre 1936 y 1937, en que la autora expresa su punto de vista con respecto a esa cuestión.

«Ostajte ovde» («Quedaos aquí»), un poema del poeta serbobosnio Aleksa Šantić (1868-1924), sirve a Papo como punto de partida en su obra para expresar sus propias ideas. Šantić dedicó dicho su composición a los musulmanes bosnios que, tras la anexión de Bosnia por parte del Imperio austrohúngaro, empezaron a abandonar el país temiendo por su vida. El poeta les asegura que su patria no está en el lugar de donde emanó su religión (Šantić se refiere a que el Islam llegó a los Balcanes con los otomanos), sino en Bosnia, la tierra en que nacieron y crecieron.

Papo traduce el poema al judeoespañol y usa su idea para decir a los sefardíes que su patria no está donde surgió su religión, en Eretz Yisra’el. Su voz se oirá a través de uno de los personajes femeninos que rechaza la idea de la aliyá: «Quedadvos aki! Se le va quevrando alguno el alma, y va aver; Judios no vos vajaš, quedadvos aki onde teneš kavesas, onda dešateš la salut y el jevo! Quedadvos! Jora» ( Večerina Tomaić, 2016: 53). Es fácil entrever en las obras de nuestra autora su activismo en la vida política y cultural de su comunidad.

Laura Papo acabó su vida tristemente, como tantos otros sefardíes, durante el Holocausto. Sus dos hijos fueron asesinados de camino a un campo de concentración y ella, sin llegar a conocer el cruel destino de sus hijos, murió en 1942 en un convento de monjas católicas, donde se escondía de los Ustashas (los nazis croatas). No se conoce la fosa donde fue enterrada.

Papo ejerció un gran influjo sobre las generaciones posteriores de mujeres sefardíes. Gina Camhy (1909-1990) y Rikica Ovadija (1913-?), las dos saraylís, siguieron los pasos de su conciudadana, si bien con resultados mucho más modestos y en circunstancias radicalmente distintas. Ambas escribieron una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando la comunidad de Sarajevo se había visto drásticamente disminuida a causa del Holocausto, y ambas mencionan su deuda con Papo, quien se ha convertido en el emblema del sefardismo femenino bosnio7.

Hoy día, la vida y la obra de Papo son tema de estudio y fuente de inspiración literaria. La escritora serbia Gordana Ku ić, sobrina suya, dedic ó una novela a la figura de su tía, Balada o Bohoreti («El romance de Bohoreta») (2010), en que recreó muchos hechos de la vida de la autora sefardí. No cabe duda de que futuras investigaciones seguirán arrojando luz sobre esta extraordinaria mujer, que en sus obras dio voz a mujeres tanto de su generación como de la generación de su madre y su abuela. Ke su alma repoze en ganeden!

 

BIBLIOGRAFÍA CITADA

  • Ayala, Amor (2006). «”La mujer moderna” por Y. A. Basat (La Alvorada, Ruse, 1899): La mujer sefardí y sus deberes en la nueva sociedad». En Miscelánea de Estudios árabes y Hebraicos, Sección de hebreo , 55, pp. 45-67.
  • Ayala, Amor (2008). «”La instruksion es el mas ermozo afeite por la mujer”. Una conferencia de David Fresco sobre la nueva mujer sefardí (Estambul, 1929)». Sefárdica , 17, pp. 144-155.
  • Crews, Cyntia M. (1935). Recherches sur le judéo-espagnol dans les pays balkaniques. Paris: E. Droz.
  • Crews, Cyntia M. (1979). «Textos judeo-españoles de Salónica y Sarajevo con comentarios lingüísticos y glosario». En Estudios Sefardíes, 2, pp. 91 – 258.
  • Jovanović, Željko (2020). Twentieth-Century Sephardic Authors from the Former Yugoslavia: A Judeo-Spanish Tradition Studies in Hispanic and Lusophone Cultures, 41. Cambridge: Legenda.
  • Kovačević, Nela (2014). El mundo sefardí en la obra de Laura Papo y el lugar de la mujer en él (tesis doctoral), Universidad de Granada. http://digibug.ugr.es/bitstream/10481/35123/1/24328698.pdf
  • Kuić, Gordana (2010). Balada o Bohoreti. Belgrade: Alnari.
  • Liebl, Christian (2010). «Avíe úne vez…: Julius Subak, Max A. Luria and Phonographic Field Research among Sephardic Communities in the Balkans». En Los sefardíes ante los retos del mundo contemporáneo: identidad y mentalidades . Eds. Paloma Díaz-Mas y María Sánchez-Pérez. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pp. 237-246.
  • Liebl, Christian. (2009). «An Introduction to the Recordings by Julius Subak (1908) and Max A. Luria (1927)». En su Judeo-Spanish from the Balkans: The Recordings by Julius Subak (1908) and Max A. Luria (1927) . Vienna: WÖAW, pp. 13-16.
  • Liebl, Christian. (2007). «Early Recordings of Judeo-Spanish in the Phonogrammarchiv of the Austrian Academy of Sciences». Neue Romania,37.11, pp. 7-26.
  • Martín Ortega, Elisa (2013). «Las primeras escritoras sefardíes, entre tradición y modernidad: el caso de Reina Hakohén de Salónica». En Miscelánea de Estudios árabes y Hebraicos. Sección de Hebreo , 62: 145-175.
  • Papo, Eliezer (2011). «Entre la modernidad y la tradición, el feminismo y la patriarquía: vida y obra de Laura Papo “Bohoreta”, primera dramaturga en lengua judeo-española». En Neue Romania, 40, pp. 89-107.
  • Papo, Laura (2005). La mužer sefardi de Bosna. Sefardska žena u Bosni. Traducción M. Nezirović. Sarajevo: Connectum.
  • Papo, Laura (2012). Esterka: drama en tres actos en judeoespañol de la comunidad sefardí de Bosnia. Ed. Ana Cecilia Prenz Kopušar. Sarajevo: Biblioteca Orbis Tertius & Historijski Arhiv Sarajevo.
  • Večerina Tomaić, Jagoda (2016). Bohoreta, najstarija kći. Zagreb: Židovska vjerska zajednica Bet Israel.

Notas

  1. This article is the result of the project Ladino Proverbs: Edition, Recovery and Dissemination of the Endangered Cultural Heritage in the post-Holocaust Yugoslavia (acronym: LadinoProverbs) that has received funding from the European Union’s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant No 792150.
  2. Año en que se creó la República de Turquía.
  3. Los apelativos usados son: bohor para los hombres y bohora/bohoreta para las mujeres. En Bosnia, y solo allí, se utilizaban también buki/bukica para decir lo mismo.
  4. Se mencionan diferentes fechas para el traslado de la familia: 1897/1898/1900 (E. Papo, 2011: 89; Kovačević, 2014: 103, 104.
  5. Según Eliezer Papo (2011: 90), fue en Estambul donde la escritora cambió el nombre Luna, que le habían puesto sus padres al nacer, por Laura para adaptarlo mejor al ambiente afrancesado de la Alliance. Por otro lado, la escritora firmó su primer drama Elvira escrito en francés como Laure Yvlé, lo que le hizo pensar a Jagoda Večerina Tomaić que su nombre adoptado en Estambul podía haber sido Laure, y no Laura (2016: 38).
  6. Esterka es diminutivo de Ester, que fue nombre de la madre de Papo. La obra es obviamente un homenaje a su madre.
  7. Camhy menciona en uno de sus cuentos que de joven frecuentaba en Sarajevo las representaciones teatrales de Papo (Jovanović 2022: 96); Rikica Ovadija escribió un radiodrama «Bohoreta i njeni» («Bohoreta y su familia»).

Fuente: cvc.cervantes.es

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