En 2012, en los momentos más duros de la crisis griega, la joven Rebeca Benveniste se queda completamente sola y está al borde del desahucio. Su adorada nona, su abuela, ha fallecido, y con sus estudios de Filología Hispánica no logra encontrar ningún trabajo para mantenerse. Decide entonces viajar al pequeño pueblo de Alpartazgo, en la provincia de Zaragoza, de donde salieron sus antepasados sefardíes hace más de quinientos años. Entre su escaso equipaje lleva la llave que ha ido pasando de generación en generación y que probablemente abre la puerta de la casa que su familia tuvo que abandonar.
A finales del S. XV, Vida Benveniste, la hija del carnicero de la judería de Alpartazgo, se hace amiga de Leonor de Lanuza, perteneciente a la más poderosa familia noble local. Ambas son intrépidas e inteligentes y no aceptan las limitaciones que les marca el profesar distintas religiones. Sus vidas correrán inevitablemente por cauces muy distintos, pero por encima de credos e imposiciones sociales siempre prevalecerá su amistad, surcada de profundos sentimientos.
Marta Quintín
Nació en Zaragoza un 6 de junio de 1989 y, cuando tenía cuatro años, la subieron a una mesita de su clase de párvulos para que les contara a los demás niños una historia de su elección. Eligió la de Cenicienta.
Desde entonces, ha contado muchas más. Ha ganado varias veces el premio Tomás Seral y Casas de relato corto, y ha publicado las novelas Dime una palabra, El color de la luz y La tortuga que huía del jaguar, con el que ganó el premio Valencia en 2019 para autores menores de treinta años.
Licenciada en Periodismo, ha trabajado en la agencia Efe, en Expansión y en la Cadena SER, y actualmente se dedica a la comunicación institucional.
Fuente: El Placer de la Lectura | 30.10.2022