Notas sobre la expansión de los sefardíes por Oriente Medio, desde Constantinopla a Bagdad pasando por Alepo.
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Cuatro de diciembre de 1534: el sultán otomano Solimán El Magnífico, que ya había tomado Budapest, Belgrado y Transilvania, ahora toma Bagdad.
La floreciente ciudad mesopotámica había sido capturada previamente por los mongoles, en 1393, arrasándola por completo . De entre toda la población que asesinó, unos 10.000 era judíos. La mayoría habían huido previamente hacia el Kurdistán. Con la falta de población se desplomó el mantenimiento de canales de irrigación, es decir, se produjo una situación de hambruna. Y esa era la causa por la cual la zona era presa de los bandidos hasta el extremo de que los atracos beduinos impedían las antiguas rutas caravaneras. Según Zvi Yehuda, en el S XV no había ya vida judía alguna en lo que fuera Babilonia. Quien no había muerto había huido. Y eso duró cuatro generaciones.
Cuando Solimán, sunita, atacó a la dinastía irania , chiita, que regía en Bagdad, la suerte cambia de rumbo. Solimán, que ha recibido en su Imperio Otomano a muchos de los judíos expulsados de Castilla y Aragón, va a repoblar la zona y permitirá que en esas repoblaciones haya judíosdel S XVI.
Arqueros mongoles toman Bagdad
No obstante, tiempo después, en 1743, hubo una plaga que acabó con la mayoría de los judíos de Irak. Los que pudieron permanecer vivos, solicitaron a la comunidad siria de Jalab (Alepo) -formada en gran parte por sefardíes- que les enviaran un nuevo Rabino Jefe, lo que llevó al nombramiento del rabino Sadka Bekhor Hussein. Luego, el Gran Rabino Shmuel Laniyado de Alepo designó a su protegido para trasladarse a Bagdad acompañado por cincuenta familias sefardíes de Alepo. Muchos de estos sefardíes eran rabinos que se sentaron en el Beit Din de Bagdad y de Basora. Así que el judaísmo irakí fue asimilado al modo sefardí.
La cultura judía revivió a través de líderes comunitarios como Solomon Ma’tuk , astrónomo y bibliotecario . Los registros que nos quedan de la biblioteca de Solomon Ma’tuk muestran una gran cantidad de libros comprados a escribas sefardíes y algunos incluso originarios de España.
La nueva situación económica y cultural de Bagdad atraería a muchos judíos de Persia y el Kurdistán, y dicen que hasta de un pequeño grupo de judíos que llegó de Alemania.
Fuente: sfarad.es