PEDRO AFONSO DE MAZUELOS por Juan Manuel Valladares

La noble ciudad portuguesa de Guimaraes fue cuna desde los primeros años de la conquista de numerosos personajes que se afincaron en Canarias. Unos  fueron conquistadores y guerreros, como lo fue Sebastián Machado el fundador de Tacoronte, en Tenerife, y raíz de una de las casas nobles de mas prestigio en  esta isla. Pero otra comunidad no menos importante y que provenía de esa misma ciudad fue  la que formaron los judíos forzadamente conversos, que se establecieron durante los siglos XVI  al XVIII, principalmente en la ciudad  de San Cristóbal de La Laguna.

Y de esta ciudad citada de Guimaraes ,llega a Canarias en el año de 1568 nuestro  Pedro Afonso de Mazuelos. Es a su llegada apenas un  joven de  29 años de condición soltero, estado en que permaneció hasta su muerte. Y este dato de su llegada es confirmado precisamente por la anotación que sobre su persona se encuentra en el libro LXIX -3 del Tribunal de La Inquisición  en Canarias. Fueron sus padres Pedro González Mazuelos y Catalína González. Una somera investigación sobre el origen de su apellido nos llevará a conocer a través de El Armorial Lusitano de Afonso Eduardo Martins y Antonio Machado de Faria, que el apellido Mazuelos no tiene origen portugués y que entró en esa nación a través de España .En Portugal se conoció a esa familia española con la denominación Massuelos. Creemos por lo tanto que al no tener en Portugal un origen antiguo bien pudo ser una familia de origen español y forzadamente conversa establecida en Portugal, en la que durante algunos años, tras la expulsión de los judíos españoles, La Inquisición en Portugal era mas benigna..Cuando llega a Tenerife Mazuelos ,en 1568, es la fecha en que llega a Canarias un nuevo inquisidor mas temible que el anterior ,Luis Padilla. Será el inquisidor Funes que inicia una verdadero asentamiento del Santo Oficio, que va desde la reorganización de personal hasta la adquisición de una sede  definitiva que lo será hasta su extinción en el siglo XIX. Cuando en 1580 se produce la fugaz unión  España-Portugal, el Santo Tribunal hace mas ferrea la persecución los judíos portugueses de tal manera que de los casos seguidos 13 tienen ese origen. Casos realmente surrealistas como perseguir a los que comían cocido, lo que en Canarias llamamos puchero, por ser un derivado de la adafina sefardita.

Pronto se incorporara Mazuelos a la vida administrativa de Tenerife ya que toma el cargo de escribano público en varios pueblos de la isla como Realejos o Adeje. No era ese el destino de Pedro y pronto se vinculará a la vida mercantil sobre todo al comercio de alimentos y exportación de vinos a Europa y América.Es su conexión con judíos portugueses y españoles en los puertos de  Flandes y Brasil .Su presencia en Tenerife hasta su muerte estuvo siempre acompañada del respeto de su población. Un producto del que fue su mayor importador fue el aceite  de procedencia sevillana.

Pero un  judío forzado a una conversión siempre tuvo que  pagar un precio para ganar confianza y tranquilidad. Ese precio no fue otro que el retablo de Mazuelos ubicado en la parroquia cristiana de Los Remedios, actual Catedral de San Cristóbal de La Laguna. Su confección en Flandes, de la mano de Van Balen, pintor de la escuela flamenca y cuyo costo alcanzo 1200 ducados. Nunca vio Pedro Afonso de Mazuelos su obra terminada  porque el encargo se hizo en 1597 y Pedro falleció en 1602.

A fallecer soltero heredo su hermana Luisa de Mazuelos que vendió todos sus bienes a Pedro Soler y Diego de San Martín Cabrera. El magnifico retablo llegara a Tenerife en 1614 y siempre ha permanecido en su lugar en la  catedral lagunera. Algún “culto” sacerdote hizo transformaciones y parte de él se guarda en los aposentos interiores de la Iglesia de La Concepción de La Laguna.

Solo con las visitas a los regalos que la comunidad judía hizo en Canarias se podría hacer una   ruta cultural del arte en con obras de incalculable valor.

Si te piden que presidas un banquete,
No te muestres orgulloso;
Pórtate con los demás como uno de tantos

Eclesiastico.

Juan Manuel Valladares

 

 

 

 

 

 

JUAN VALLADARES

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