Junto al ciclo de conferencias destacan otras actividades como la excursión a las juderías de Miranda y Pancorbo
Las calles del Casco Viejo son un testimonio viviente de la historia. /
La Fundación Cultural Profesor Cantera Burgos tiene todo listo para dar el pistoletazo de salida a una nueva edición de las Jornadas Hispano-Judías y Sefardíes que arrancarán el próximo lunes 11 de febrero con el ciclo de conferencias. El primero en romper el hielo será Efrén de la Peña Barroso, miembro del cuerpo facultativo de archiveros y bibliotecarios del Archivo Histórico Nacional de Toledo, que ofrecerá una charla centrada en la visión general de las juderías y aljamas del antiguo reino de Castilla y ahondará en la relación de los judíos con la Monarquía en esa época.
Natalia Rodríguez, profesora del grado de Historia y Geografía de la Facultad de Humanidades de la Universidad Isabel I, se centrará tan sólo un día más tarde y también a las 20 horas en Caja de Burgos, en analizar los antecedentes y argumentos para decretar el edicto de expulsión general de los judíos de Castilla y Aragón en 1492 por los Reyes Católicos. Por último, Yolanda Moreno, profesora emérita de la Universidad Complutense de Madrid será la encargada de ofrecer un repaso sucinto de la dispersión de los judíos en los reinos de Castilla y Aragón por diferentes países y lugares.
La nueva edición, cuyo calendario se extenderá hasta el día 16 del próximos mes, también contempla una jornada musical que tendrá lugar el día 14 de febrero con música judía con la colaboración del Ateneo Musical Mirandés. La Casa Municipal de Cultura se convertirá también en un escenario protagonista durante las jornadas puesto que el viernes 15 se proyectará la película de Radu Mihaileanu, ‘El tren de la vida’; un filme con tintes de drama y comedia de 1998. Entre los actos más destacados figura una excursión a las juderías de Miranda y Pancorbo durante la jornada del sábado 16. «Está previsto que el autobús salga a las 10 horas de Miranda y que los participantes puedan conocer de primera mano tanto la historia como la situación actual de ambas juderías», recalca Laura Preciado de la Fundación Cantera.
Entre los actos programados se hace especial incidencia al aspecto gastronómico y, muestra de ello, es que durante toda la semana en diferentes establecimientos pertenecientes a la Asociación de Hosteleros se podrán degustar platos de cocina judía y sefardí. «El jueves 14 el pincho pote también será especial pues se ofrecerá a los mirandeses una elaboración particular en la que los sabores y gustos de estas culturas estarán muy presentes».
Entre los actos complementarios de las jornadas destacan las visitas guiadas a la Biblioteca de la Fundación Cultural a profesores de Primaria y Secundaria y público en general y un acto especial, la celebración de ‘Tu Bishvat’, una fiesta judía que conmemora el año nuevo de los árboles comiendo frutos y plantando árboles. «Es una actividad dirigida a los colegios y a los alumnos de Primaria que quieran participar plantando un árbol en el huerto o en el entorno de su colegio o el lugar que e escojan», matiza Preciado.
Un poco de historia
Según recoge Enrique Cantera Montenegro en su libro Las Juderías de la Diócesis de Calahorra en la Baja Edad Media, Miranda contó desde muy pronto con la presencia de una comunidad hebrea que aparece citada por primera vez en el fuero municipal que en el año 1099 concedió Alfonso VI. De hecho, existe constancia documental de que los judíos residían en un barrio propio o judería. «En un documento de 1455 se indica que la judería estuvo asentada en las calles ribereñas al Ebro que aún llevan el nombre de Tenerías y Judíos».
Si echamos un vistazo a los análisis del profesor Cantera Burgos sobre la posible ubicación de la sinagoga nos encontramos con dos posibles teorías. «En base al documento que hay, existe una opción de que estuviera al principio de la calle del puente mientras que la otra teoría apunta a la calle La Fuente. Por un posible error de transcripción entre el puente y la Fuente», recalca Preciado quien matiza la importancia de un cementerio judío que «no se conserva y no se sabe donde se ubicó».
En los documentos aparece citado que con motivo de la expulsión de los judíos de Miranda intentaron vender su sinagoga y su osario pero «si bien se sabe la ubicación aproximada de la sinagoga, del cementerio no aparecen datos concretos». Las noticias sobre la judería mirandesa en el siglo XV no se inician hasta muy entrado ya el reinado de Juan II. Según esta fuente bibliográfica, en el año 1497 se entablaron fuertes disputas entre la villa de Miranda y la ciudad de Burgos, «pues ésta exigía a aquella una cantidad elevada por no enajenarla de su señorío negándose a los mirandeses a entregar tal suma de dinero». Numerosos episodios históricos aparecen recogidos por Enrique Cantera quien subraya que «indudablemente todo hace pensar que tras el quebranto sufrido en 1360, la judería mirandesa logró recuperarse paulatinamente, pasando a convertirse en la segunda mitad del siglo XV en una de las más florecientes de todo el norte de España».
Poco se sabe del efecto que tuvo entre los judíos en la ciudad el edicto de expulsión de 1492. «Cabe pensar que la mayor parte de la comunidad hebrea optaría por el exilio, para lo que se procedió a la venta o trueque de sus bienes raíces y de los muebles» y según el texto, «los judíos de Miranda, con más libertad que los de Pancorbo vendieron todo lo que era cotizable, llegando a poner en pública subasta la sinagoga y el cementerio y osario de la aljama».