Acaba de aparecer el último libro de Liliana Treves Alcalay, “Canti di Corte e di Juderia” con CD (2005), publicado por La Giuntina de Florencia.
Le pedimos al autor que nos lo cuente.
Después de haber abordado aspectos de la historia, cultura, música y tradiciones de los judíos sefardíes en mis dos libros anteriores, «Sefarad» y «Melodías de un exiliado», en este nuevo libro me centro, en una primera parte, en la música medieval española. , sobre el Romancero y otras formas musicales españolas comparado con el Romancero sefardí y sus otras expresiones musicales, destacando sus similitudes y diferencias.
En la segunda parte del libro quise volver, retrocediendo, a los orígenes de la música sefardí, ahondando en particular en la historia de cada una de las melodías contenidas en el CD.
¿Cuál es la peculiaridad de esta investigación en comparación con las anteriores?
El principal objetivo que me propuse en este último trabajo mío fue rastrear las versiones originales españolas que, a su vez, generaron las sefardíes, siguiendo su recorrido y evolución a lo largo de los siglos.
Dividiendo las melodías en temas principales que caracterizan no sólo las tradiciones musicales española y sefardí, sino toda la música popular europea -a saber, el secuestro de niñas a manos de los moros, la partida y el regreso del marido de la guerra, la trágica muertes, canciones de boda, canciones infantiles, amores prohibidos, encanto femenino, etc. – Recorro en paralelo el recorrido musical de dos tradiciones hermanas que, a lo largo de los siglos, han tenido destinos diferentes pero que siempre han estado ancladas en las mismas raíces musicales antiguas.
Profundizo en la historia de cada tema musical, tanto desde el punto de vista español como sefardí, revelando aspectos desconocidos y aportando información sobre los diferentes usos que españoles y sefardíes hacían de las mismas melodías.
Danos algunos ejemplos.
Durante mi investigación musical identifiqué el romance español original “Delgadina” que dio origen al romance sefardí del mismo nombre. En este último, el texto aproximado de la balada, que trata sobre la pasión incestuosa de un rey por su hija, es notablemente retocado por mujeres sefardíes con el objetivo de restaurar la moral judía.
De hecho, intervenir en las letras de los romances era una práctica muy extendida entre las mujeres de la comunidad, sobre todo porque los romances se interpretaban para dormir a los niños. Para no perturbar su sueño con canciones no adecuadas a su tierna edad, las mujeres sefardíes no dudaron en imponer auténticas censuras a los textos, eliminando pasajes inapropiados.
Esto sucedía incluso cuando los romances contenían alusiones al ritual cristiano; en este caso los descristianizaron, es decir, los privaron de referencias religiosas para utilizarlos, así reelaborados, dentro de las comunidades con motivo de fiestas y celebraciones.
Además, es interesante la historia de la canción infantil sefardí de Orán, titulada “Estaba el Senyor Don Gato”, que tiene su origen en la canción española titulada “El testament del Gato”. Ambas son melodías vivaces y alegres y las letras son casi idénticas pero lo que las diferencia es el uso que los niños hacían de ellas. Los españoles, de hecho, la interpretaban -y aún la interpretan en España- durante sus juegos o simplemente como pasatiempo, mientras que los niños sefardíes la utilizaban como endejá (canto fúnebre) el día de Tishà be’Av, que conmemora la destrucción del Templo de Jerusalén. Las mujeres sefardíes, de hecho, las acostumbraban a recordar el día de duelo desde muy pequeñas con una canción semi-seria, como la que nos ocupa, que sin duda era más adecuada para ellas.
Continuando con mi investigación encontré el romance original español titulado “Camina Don Boyso” que dio origen al sefardí “Una tarde de verano”. También en este caso las mujeres sefardíes intervinieron en el texto original, duro y severo con los infieles, en particular con los judíos, suavizándolo en los pasajes más duros y privándolo de referencias cristianas. “Camina Don Boyso” forma parte de una investigación que el gran poeta español Federico García Lorca, aficionado a la música gitana andaluza, había llevado a cabo a principios del siglo XX con el objetivo de recuperar el inestimable patrimonio artístico ibérico que, como el sefardí, corría peligro. perdiendo fuerzas y cayendo en el olvido.
Además, durante mi investigación identifiqué, con gran emoción, la versión original de una canción de cuna sefardí de Orán, titulada “Mi ninito”, en la canción de cuna.(canción de cuna) “Nana de Sevilla” gitana-andaluza. Las letras son casi idénticas, no así las melodías que, sin embargo, presentan el mismo patetismo y anhelo.
¿Cuántas canciones hay en tu CD?
Son 24 melodías inéditas que interpreto acompañándome en la guitarra. Para cada tema musical presento una canción original en español y una o más versiones sefardíes con origen en ella.
Las dos últimas melodías contenidas en el CD son mis dos composiciones musicales en judeoespañol que llegaron a la final en el primer Festiladino, Festival Internacional de Nuevas Composiciones Sefardíes, celebrado en Jerusalén en 2003, una de las cuales, “Mira, la luna briya”. , ganó el primer premio.
¿Qué consideraciones sacaste durante esta última investigación musical?
Cada vez que realizo nuevas investigaciones musicales tengo la impresión de realizar un viaje fascinante hacia las notas y el tiempo. Este último en particular me abrió nuevas dimensiones y me hizo comprender cómo la música popular de cada país y de cada época está estrechamente ligada a la historia del mundo – común a todos los pueblos – a los mismos orígenes remotos, a las letanías primitivas de que surgió.
Las melodías de cada tradición musical están marcadas por los mismos acontecimientos del ciclo vital humano -nacimiento, matrimonio, muerte- y animadas por sentimientos universales como el amor, la alegría, el dolor, la esperanza, la necesidad de paz, que son tan profundamente similares entre sí. y otra es que bastaría tomar conciencia de ello para derribar las barreras y los prejuicios que aún dividen al mundo en el tercer milenio.
Fuente: mosaico-cem.it