Judith Barent Cohen, esposa de sir Moses Montefiore, publicó en 1846 el primer libro de cocina judía en inglés con recetas españolas.
Lady Judith Montefiore y portada de su recetario. R. C.
Judith Barent Cohen (1784-1862) no era española ni estuvo nunca en España, pero le debemos uno de las capítulos más mágicos de la historia de nuestra gastronomía. Nacida en Londres en una familia asquenazí de origen holandés, esta escritora y filántropa británica es actualmente conocida por sus diarios de viajes a Tierra Santa, su labor benéfica en favor de la diáspora judía, el centro de estudios de la Torá que lleva su nombre o por haber sido junto a su marido -sir Moses Haim Montefiore- una de las figuras más relevantes de la emancipación judía en Europa durante el siglo XIX.
Así a priori parecería que nada relaciona a la distinguida lady Montefiore con la gastronomía y menos con el guisoteo ibérico, pero ya saben ustedes que yo aquí vengo a sorprender y, sobre todo, a desenterrar conexiones culinarias que a veces pasan desapercibidas.
En 1846 se publicó en Londres ‘The Jewish manual’, un libro con recetas y consejos domésticos dirigido a las mujeres que querían seguir los dictados de la religión mosaica y a la vez sentirse parte de la sociedad victoriana y sus costumbres. Firmado simplemente por «una dama», es el libro de cocina judía más antiguo que se conoce, pero debido a su particular nicho de lectores pasó bastante desapercibido para el público británico en general y hasta 1983 no se supo que detrás de aquella dama anónima se encontraba la imponente figura de Judith Montefiore.
Con el título de ‘El manual judío o información práctica sobre cocina moderna y judía, con una colección de valiosas recetas y sugerencias relacionadas con el aseo, este tratado podría parecer un recetario más, la obra de una señora acomodada dedicada a cosas tan triviales como preparar salsas o tratar las uñas agrietadas.
Sin embargo, este libro fue la manera que encontró lady Montefiore de tratar un tema delicado y muy importante en su época: como ella misma demostró, era posible compaginar la fe judía y el respeto por los preceptos talmúdicos con un estilo de vida moderno, occidental y práctico. Como figura relevante de su comunidad y esposa de uno de los primeros judíos agraciados con un título aristocrático, Judith consideraba vital subrayar de forma pública que se podía ser judío practicante y, a la vez, seguir el protocolo y las modas del país en el que se residía.
Seguir las leyes de la kashrut no tenía según ella por qué desentonar con ofrecer grandes banquetes al uso victoriano. Así, su recetario ofrecía diversas alternativas kasher para situaciones que en principio podían poner a un ama de casa judía en un aprieto, como replicar platos que mezclaban carne y lácteos (combinación prohibida por el judaísmo) o sustituir ingredientes censurados por otros que sí estaban permitidos.
Conexión hispana
Ahora ya sabemos que el manual de lady Montefiore tiene un gran valor antropológico e histórico, pero ¿qué hay de su conexión hispana? El hombre con el que Judith contrajo ma-trimonio en 1812 y con el que estuvo más de 50 años casada, Moses Haim Montefiore (1784-1885) era sefardí. Había nacido en Livorno (Italia) en el seno de una familia de comerciantes formada por un padre anglo-italiano, Joseph Elias Montefiore, y una madre anglo-portuguesa, Rachel Mocatta. Después de su expulsión en 1492, muchas familias judeoespañolas que originalmente se instalaron en Italia, Flandes o Grecia pasaron después a Inglaterra debido a su clima de tolerancia religiosa.
Si el apellido Montefiore les lleva haciendo guiños desde el principio del artículo seguramente sea porque conocen ustedes el trabajo del historiador Simon Sebag Montefiore, descendiente del sobrino y heredero de sir Moses y autor de libros como ‘Los Romanov’, ‘Jerusalén’ o ‘Escrito en la historia’.
El señor Montefiore también ha presentado documentales televisivos como ‘Blood and Gold, the Making of Spain’ (Sangre y oro, el nacimiento de España), una producción de BBC Four sobre la historia de nuestro país; durante su grabación Sebag Montefiore descubrió que descendía de una familia conversa de Zamora, los Carvajal, que sufrieron persecución durante el siglo XVI por judaizantes. Emigrados a Nueva España de la mano de su pariente el gobernador del Nuevo Reino de León don Luis de Carvajal y de la Cueva, varios miembros de esta familia fueron denunciados en 1590 por prácticas criptojudías: entre ellos el mismo gobernador -que murió en prisión-, su hermana Leonor de Carvajal, su sobrina Isabel y su sobrino Luis de Carvajal el Mozo.
Fueron torturados, condenados a muerte por garrote y quemados en un gran auto de fe el 8 de diciembre de 1596. Al parecer un hijo de Leonor llamado José pudo escapar a Italia y establecerse en la Toscana, donde adoptó el apellido Montefiore. Así fue como un judío de Benavente llegó a ser el ancestro de sir Moses, y por eso tanto él como su esposa lady Judith hablaban ladino (que ellos llamaban español) y eran miembros de la sinagoga más antigua del Reino Unido, Bevis Marks, fundada en 1701 por la comunidad judía hispano-portuguesa. La próxima semana hablaremos de las recetas sefardíes de Judith, de sus albóndigas y de tortas de Toledo.
Fuente: diariodenavarra.es