La Catedral de Calahorra conserva una de las joyas relacionadas con su pasado judio: Una Tora con una caligrafía muy cuidada y con una tinta de gran calidad que se encontraba a modo de cubierta de dos libros de actas de 1451-1460 y 1470-1476.
La TORAH que se conserva en la Catedral de Calahorra fue descubierta en el año 1929 por los canónigos D. Fernando Bujanda y D. Julián Cantera, Doctoral y Lectoral respectivamente de esta Catedral. Se encontraba a modo de cubierta o envoltura de dos libros de actas del Cabildo Catedralicio, concretamente los correspondientes a los años 1451-1460 (con cuatro columnas de escritura ) y 1470-1476 (con cinco columnas de escritura muy deteriorada).
Su origen, propio de la sinagoga, viene acreditado por la existencia en el archivo catedralicio de un documento con firma auténtica de los Reyes Católicos, con fecha de 1492, según el cual se dona al Cabildo Catedralicio de Calahorra la sinagoga que había sido de los judíos y judías de esta ciudad. Lo más seguro es que, con el edificio, pasaran a la Catedral todos los utensilios y enseres, entre ellos este pergamino.
Los dos fragmentos del manuscrito conservado en Calahorra son parte de una torah más amplia y están cosidos en dos tiras muy largas , con una caligrafía cuidada al máximo y con una tinta de gran calidad.
El tamaño del Séfer torah es un fragmento de 1,49 metros de largo(seguramente el documento completo tendría una longitud de 40 m) por 64 cm de ancho, enrollada en un cilindro de madera de 67 cm de longitud. El colocar este pergamino enrollado en un cilindro de madera fue con motivo de llevarlo a algunas exposiciones de temas bíblicos de Zaragoza y Madrid por los años 40. A su vez, en estos años fue descrito en algunos artículos de revistas especializadas.
El texto escrito se distribuye en nueve columnas correspondientes las cinco primeras al fragmento peor conservado. Cada columna de escritura está formada por 43 líneas separadas cada una 1 cm entre sí, con un margen superior de 6,5 cm y uno inferior de 10 cm. El margen entre las columnas es de 4-5 cm. Estas medidas son standar en todos los Sefarim.
Puede observarse que este lienzo pudo ser reutilizado ya que existen signos y caracteres escritos con anterioridad y posiblemente borrados, lo que le da a la torah de Calahorra una mayor importancia de la que ya de por sí posee.
El texto corresponde al Éxodo (desde el versículo 18 del capítulo IV hasta el versículo 10 del capítulo XI), en los que se narra el encargo por Yahveh a Moisés de sacar al pueblo de Israel de la esclavitud egipcia y como consecuencia las plagas sobre las tierras de Egipto.
La materia base para la escritura es de una impresionante calidad: piel posiblemente de cabra, curtida y escrita sólo en la cara lisa.
La escritura realizada con rasgos hebreos cuadrados muy elegantes, las letras están muy equilibradas y ligeramente espaciadas entre sí, siendo los espacios algo mayores entre palabras y entre frases. Posee gran valor ornamental dicha escritura, lograda a través de los signos gráficos de las letras de mayor tamaño.
También se observan varios rayados a modo de pautas para que la escritura sea totalmente horizontal. La tinta utilizada es de un negro muy intenso, de carbón.
Hay en el archivo otros documentos de compraventa y arrendamiento en los que se refleja la existencia de judíos y su importancia en la vida social de esta Ciudad.
En el sínodo (o concilio provincial) de Logroño del año 1323 se trata en uno de sus artículos de CÓMO HAN DE JURAR LOS JUDÍOS cuando se les llama a hacer declaraciones en los juicios. Las deliberaciones de este sínodo se conservan únicamente en un libro del archivo catedralicio.
Se conservan también documentos de compras, recibos de cuentas… o asuntos de la vida ordinaria, escritos en caracteres hebreos. Algunos de ellos estuvieron en la exposición que en Toledo hubo el año 1992, organizadas por los Sefardíes y el patrocinio del Ministerio de Cultura.
Fuente: Ayuntamiento de Calahorra
Un rollo de Torá desplegado mide aproximadamente 27 m (no 40)