La saga familiar de Michèle Sarde: «Regresar del silencio»
La destacada escritora obtuvo un importante reconocimiento por una novela sobre sus antepasados. Presentada en diversos países, será traducida y publicada en Chile este año.
«El silencio es un tema universal», sentencia Michèle Sarde (1939), autora de media docena de ensayos y biografías -sobre Colette, Marguerite Yourcenar y estudios sobre las mujeres francesas-, y otro tanto de novelas que exploran la memoria individual y colectiva. Sin embargo, dice que en cierta forma toda su vida estuvo preparando la escritura de esta obra en la que todo confluye.
La novela se llama «Revenir du silence» (Regresar del silencio) y aborda a través de la voz de su madre, Janja o Jenny Benveniste, la historia de sus antepasados. Sucesos espeluznantes que por años Michèle Sarde ignoró, porque su familia los omitió sistemáticamente; incluso se le ocultaron sus orígenes. Para protegerla. Descendientes de judíos sefardíes, expulsados de España en 1492, emigraron a Tesalónica (Grecia), entonces Imperio Otomano, de donde volvieron a huir cuando este cayó y la comunidad judío-otomana fue exterminada. Se dirigieron entonces a Francia a comienzos de los años 20, donde lo que les pasó durante la Segunda Guerra Mundial es difícil de poner en palabras; tarea que ella aborda con una pluma aguda, documentada y sensible.
«El silencio que se hizo respecto del período de la ocupación y la colaboración en Francia aún no se levanta del todo; también hubo gente buena, que salvó vidas, entre ellas las de varios de mis familiares, pero tampoco se habló de eso. Este momento histórico es un tema que ni en la literatura se ha abordado mucho», revela la escritora.
El silencio no bastó. Bautizarla en la iglesia católica fue el primer paso del plan de su familia para «asimilarla» a la sociedad francesa. «Asimilarse no es lo mismo que integrarse», precisa ella. El plan casi funciona, de hecho, Michèle Sarde enseñó literatura y cultura francesa -especializándose en temáticas femeninas-, en la Universidad de Georgetown, en Washington, durante treinta años. Allá conoció a su marido, el chileno Hugo Moreno, con quien en 2003 se reinstalaron en los faldeos cordilleranos de Santiago.
«Mas, cuando empecé a tomar conciencia de todo lo que mi familia vivió, le pedí a mi madre que testimoniara. Le compré un cuaderno para que anotara sus recuerdos, tenía más de ochenta años y su memoria se despertó. Paralelamente yo empecé una acuciosa investigación para confirmar lo que ella contaba. Mi madre murió en 2005 y ahí comencé a escribir mi libro. Se volvió una novela porque solamente la literatura puede humanizar la historia», asevera.
«Revenir du silence», que fue publicada en Francia en 2016, obtuvo el premio de las lectoras Wizo, de la Academia Francesa, que distingue obras alusivas al pueblo hebreo. «Este reconocimiento es muy especial para mí, porque votaron lectoras de todas las ciudades de Francia y recibí emotivos mensajes de mujeres a quienes el libro las conmovió», revela.
Saga que continuará
La novela comienza tras el nacimiento de su madre en Tesalónica, en 1916, y concluye en los años de la posguerra y el silencio en Francia, tras experimentar en carne viva el éxodo y la persecución; y en el caso de varios parientes y amigos, el genocidio.
Escrita en un estilo directo y poético a la vez, de ritmo trepidante, el drama se cierne sobre los personajes, generación tras generación, y pequeñas delicias de la vida cotidiana, como la gastronomía, se vuelven un símbolo del pasado perdido, integrando lo sagrado, lo profano y lo inhumano. «Tuvieron que renegar de todo, pero su gastronomía subsistió», afirma. Además, intercala en el texto parlamentos en el antiguo idioma de los sefardíes, el ladino, una lengua parecida al castellano que hablaron hasta el advenimiento del silencio y que la autora también rescata. «Revenir du silence» será traducida al español por Adriana Valdés y Hugo Moreno, y publicada por Editorial Cuarto Propio este año.
Marilú Ortiz de Rozas
Cultura – El Mercurio
jueves, 04 de enero de 2018