- Romancero Sefardí de Oriente. Antología de la tradición Oral: Susana Weich-Shahak. Autoridad Nasinala del Ladino i su Kultura. Libro+Cd. ISBN: 978-84-381-0446-0. Editorial Alpuerto, S.A. http://editorialpuerto.es
Con la expulsión de los judíos por los Reye Católicos se escribió una de las páginas más luctuosas de nuestra historia. Con este éxodo se daba un carpetazo a más de quince siglos de permanencia en las tierras de Sefarad. Con ellos se marcharon su lengua, sus costumbres y, sobre todo, una memoria que los ha acompañado por más de quinientos años, los sefardies son el recuerdo vivo de la España del XV, una prueba fehaciente de esas presencias arcaicas se hallan en su lengua, el ladino, en un géneroso repertorio de copla, dichos y romances compuestos desde entonces hasta nuestros días, no es por tanto un repertorio estático más bien dinámico por cuanto han ido incorporando distintos elementos lírico-musicales que han ido figurando en un catálogo peculiar en base al lugar de asentamiento después del destierro. El edicto de expulsión les obligó a refugiarse en distintos lugares supuestamente seguros, de esta manera pasaron a Portugal, Países Bajos e Italia, recalando al final en el Imperio Otomano, otra oleada optó por afincarse en el Norte de África e incluso hubo quienes pusieron agua de por medio, se fueron a las recién descubiertas tierras de América.
La antología sonora de tradición oral que hoy presentamos pertenece al enclave oriental, esto es, Turquía, Grecia, Bulgaria, Bosnia, etc., ya que a finales del siglo XV el gobierno del Sultán Bayazit II abrió las puertas a los judíos procedentes de España, desplazando paulatinamente a la otra población de judíos bizantinos, los romaniotes. El imperio otomano supo rentabilizar la excelente ‘mano de obra’ que se asentaba por sus fueros: médicos, hombres de letras, artesanos, impresores, un aluvión demográfico que se integró en sus propias comunidades, desde Constantinopla a Alejandría, desde los Balcanes a Jerusalém, manteniendo su organización comunitaria y sus autoridades rabínicas bajo distintas denominaciones en función de su procedencia y de esta manera denominaban así a sus sinagogas: kahl de Aragón, de Toledo, de Córdoba, el de los italianos o el de Portugal, es decir, de aquellos expulsados que vinieron vía Italia o a través de Portugal.
Cuando la Dra. Susana Weich-Shahak nos hace entrega de una nueva producción discográfica o, como en este caso disco-bibliográfica, nos congratulamos por cuanto su labor, callada y paciente, se ve colmada de satisfacciones con la localización de excelentes textos y melodías, hoy por desgracia en franca regresión, ya que muchos de ellos apunto de extinguirse en la frágil memoria de quienes atesoraron con tanto ahínco un repertorio de indudable valor para sus comunidades. Hoy esas colectividades se van diluyendo lentamente y los hijos de los sefardíes no prestan tanto valor a una lengua endogámica que prácticamente carece de utilidad para ellos si no es el ámbito familiar, aunque poco a poco van surgiendo instituciones, webs, asociaciones que estimulan la utilización de la lengua sefardí, es por ello que la recuperación de este repertorio no es sólo una necesidad sino una obligación de todos, judíos y no judíos españoles, a fin de cuentas es un retal de nuestra historia común, la historia de todos que habitamos esta ‘piel de toro’.
Dice sabiamente Samuel G. Armistead que «para la explicación de una lectura difícil, enigmática, en un texto, digamos de los Balcanes o de Turquía -o donde sea- puede darnos la solución cualquier otra versión, originaria, por ejemplo, de Castilla o de Cataluña o del Brasil -o de donde sea- «, es por ello que las recopilaciones llevadas a cabo por la etnomusicóloga israelí se caracterizan por su sistematización, analizando con sabia erudición los distintos aspectos y estructuras que soportan el complejo ‘edificio’ del romancero y las tradiciones orales, especialmente los que tratan sobre melodía, ritmo, armonía, estructura formal, interpretación y variabilidad así como ocasionalidad y funcionalidad en la vida de los portadores de esta poesía anónima.
Del amplio repertorio que en este libro se hace gavilla destaco por el número el interpretado por mujeres ya que como portadoras veían en el romancero sus cuitas, cuyos valores, conflictos, situaciones y preocupaciones servían como elementos que legirimaban su identidad. En cuanto al problemático origen de las melodías de esos textos orientales, es cuando menos arriesgado y poco conclusivo, ya que algunas piezas se articulas sobre melodías de claro origen europeo, bien en escala mayor o menor, otras adoptan recursos de geografías excluyentes como es el caso de las melodías griegas o la gan influencia que ejerce el sistema melódico turco (makamlar). Como es costumbre el libro se acompaña de un disco con 24 cortes, los cuales se hallan también pautados para los interesados en musicología.
Fuente. Diario de Jerez – 15/03/2011 – Cultura y Ocio – Página clásica