GRACIA MENDES (Parte 4) y el primer boicot comercial judío en la ciudad de Ancona por el Rab Yosef Bitton

BUENAS RELACIONES
Algo excepcional y sin precedentes, que incluyó la intervención de Doña Gracia Mendes-Nasí, ocurrió en la ciudad de Ancona, un importante puerto comercial en la costa este de Italia. Esta ciudad fue establecida como un «estado papal» en 1429. Los Papas (Clemente III, Pablo III y otros) intentaron desarrollar Ancona como un centro de comercio internacional. Y para lograr este objetivo, le concedieron a los judíos de la ciudad permiso para abrir bancos y ofrecer crédito. Debido a esta actitud pro-judía, muchos judíos anusim (convertidos por la fuerza al cristianismo ) provenientes de Portugal y España comenzaron a establecerse en Ancona, que gracias a su ubicación geográfica privilegiada pasó a ser una base ideal para el comercio marítimo con el Imperio Otomano. El 21 de febrero de 1547 el papa invito a “cualquier persona … de los reinos de Portugal … incluyendo cristianos nuevos [=anusim] a establecerse en Ancona”. En 1550, la población judía de Ancona contaba con unas 2700 personas. En ese año se construyó allí una de las Sinagogas más grandes de Italia.

EL PAPA VS LOS JUDIOS
Pero todo cambió en 1555 cuando un nuevo Papa, Gian Pietro Carafa (Pablo IV), asumió en el Vaticano. Este Papa, conocido por su indisimulada inclinación antisemita, se volvió contra la población judía de Ancona e ignoró todos los derechos otorgados a los judíos por los papas que le precedieron. Los judíos fueron humillados, privados de sus privilegios comerciales y encerrados en un gueto. El nuevo Papa también restableció la inquisición en Ancona, confiscó los bienes de los judíos y comenzó a perseguir y condenar a los anusim. Cerca de 100 judíos anusim fueron encarcelados por la inquisición y amenazados con ser ejecutados en la hoguera o ser vendidos como esclavos si no renunciaban a su fe judía. Algunos eligieron una conversión forzada para salvar sus vidas y la de sus hijos. Otros fueron privados de su libertad para ser vendidos en el mercado de esclavos de Malta. Y otros 24 anusim, que vivían abiertamente como judíos, se negaron rotundamente a una conversión (incluso ficticia) y fueron ejecutados en la hoguera en un auto de fe de la inquisición.

POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA
La noticia de la ejecución de estos anusim llegó a oídos de Doña Gracia Mendes en Constantinopla. El 9 de marzo de 1556, a instancias de Doña Gracia, el Sultán Suleiman le escribió al papa y le exigió la liberación de los hombres encarcelados, a quienes llamó sus súbditos, ya que les concedió a distancia la ciudadania Otomana. El Sultán también solicitó la liberación de los bienes confiscados. Pero pesar de todos los esfuerzos diplomáticos, esto no resultó, y Doña Gracia planeó entonces una respuesta «judía» que hasta entonces no había tenido precedentes en la historia del pueblo judío: un boicot económico. En este caso, contra la ciudad de Ancona. Muy respetuosa de las autoridades rabínicas, Doña Gracia buscó el apoyo Halájico para su plan e instruyó al Rabino Yehudá Faraj que explicara la situación a los principales rabinos de Constantinopla e Italia y contar con su apoyo para establecer el boicot y hablar con sus correligionarios para que lo apoyaran.

SIN PRECEDENTES

Doña Gracia logró declarar el boicot al puerto de Ancona. Ningún barco de su empresa o de empresas que tenían relaciones con su empresa podía embarcar o desembarcar en Ancona. El puerto a utilizar sería de ahora en más el de Pesaro, o el ya famoso puerto de Venecia. Hay que recordar que Doña Gracia era la cabeza de la familia más acaudalada del imperio Otomano y una de las familias más influyentes de Europa. Y su especialidad era el comercio marítimo. Con su boicot, Doña Gracia logró paralizar al puerto de Ancona que permaneció cerrado y abandonado por un tiempo considerable, lo cual tuvo un efecto devastador para el comercio de la ciudad. Hay un documento del Consejo de la ciudad de Ancona dirigido al papa en el cual le suplican interrumpir los procedimientos inquisitoriales en la ciudad porque estaban antagonizando a los comerciantes otomanos y afectando el comercio de la ciudad. Seguen el historiador Bernard Dov Cooperman, luego de este embargo, Ancona nunca se recuperó de este boicot y su importancia pasó a un segundo plano. Aunque este no fue el primer boicot económico en el renacimiento, fue el primero organizado por los judíos. Nunca antes, hasta los días de Doña Gracia Mendes, habían tendido los Yehudim el poder para defenderse, reaccionar y castigar los abusos de la iglesia y de la inquisición. Doña Gracia Mendes, una vez más, demostró su coraje, su liderazgo y su pasión para defender a sus hermanos judíos.

El libro «Shalshelet HaQabalá»  (p. 276-278) escrito por rabbenu Gedalia Ibn Yajia (1526-1588) relata la historia de estos 24 mártires judíos que fueron ejecutados al QUIDDUSH HASHEM por su negativa de convertirse al cristianismo. Según entiendo la historia también está registrada en los archivos papales

Estos son sus nombres

Simeon Ben Menachem
Yoseph Guascon
Samuel Guascon
Abraham Falcon
Isac Nahmias
Salomon Alguadish
Moses Paggi
Salomon Pinto
Yoseph Moljo
Abraham Cerilia
David Nahas
Abraham di Spagna
Moses Barzilon
David Reubén
Salomon Iahia
David Sadicairo
Yoseph Verdai
Yoseph Pappo
Yacob Cohen
Yacob Montalban
Abraham Lobo
Yacob Mozzo
Abraham Cohen
Y una mujer, cuyo nombre se desconoce.
זצוק»ל

La ejecución de estos Yehudim en 1555 sacudió a las comunidades judías de Europa e inspiró elegías (quinot) que hasta el día de hoy se recitan en comunidades de Italia en Tish’á beAb

Para mas información acerca de los judíos de Ancona, ver este artículo de Wikipedia 

 

Rab Yosef Bitton

 

Fuente: halaja.org

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