La comunidad judía de Gibraltar celebra sus tres siglos de presencia contemporánea en el Peñón

 

«Un paraíso, por la forma en que convivimos», asegura James Levy, su actual presidente

La comunidad judía ha celebrado el tercer centenario de su llegada a Gibraltar, con una multitudinaria cena cívica en Grand Battery House. James Levy, presidente de la Comunidad Judía local, celebró la conviencia ecuménica del Peñón. Según sus palabras, «un paraíso por la forma en que convivimos».

Tras haber sido expulsada sistemáticamente de Sefarad durante los dos siglos anteriores, en 1724, apenas once años después de la firma del Tratado de Utrecht que prohibía la admisión de judíos y moriscos en la Roca, la comunidad se estableció formalmente en Gibraltar.

La admisión de judíos fue una de las infracciones contra el Tratado de Utrecht que la diplomacia española utilizó al objeto de dar por inválido el mismo. De ahí, tras la primera reclamación, tuvieron lugar los asedios a la Roca, durante el siglo XVIII. El primero, en 1727. Una vez fracasado, en 1729, se firmó un acuerdo entre los británicos y el Sultán de Marruecos, en virtud del cual fue permitida la residencia legal en Gibraltar de población judía, pero sujeta al sultanato y con el fin de colaborar con el suministro de la guarnición británica. Durante los diferentes asedios a la ciudad por parte de los españoles, la comunidad judía ayudó a defender la colonia de los españoles cuando intentaron recuperar Gibraltar.

Sin embargo, no era la primera comunidad hebrea establecida en el Peñón, ya que los primeros registros de su presencia se remontan a 1356, cuando la comunidad hizo un llamamiento solicitando el rescate de un grupo de judíos tomado como prisioneros por los piratas. Otros documentos indican que los judíos que huían de Córdoba buscaron refugio en Gibraltar en 1473, todo un antecedente de la saga de Corto Maltese, ingeniada por Hugo Pratt.

La actual comunidad judía de Gibraltar oscila en torno a 650 miembros
La actual comunidad judía de Gibraltar oscila en torno a 650 miembros

 

Tras su retorno a ese pequeño territorio de la antigua Sefarad, a los judíos se les otorgó el derecho de afincamiento permanente en 1749, cuando Isaac Niego, el primer rabino de la nueva comunidad, llegó de Londres, estableciendo la congregación Shaar Hashamayim, fundando la más antigua y bella sinagoga de las de Gibraltar, también conocida como la Gran Sinagoga. La comunidad de Inglaterra también es de origen sefardita. Le llaman, de hecho, spanish and portuguese: de España a Portugal, de Portugal a Holanda y de allí a Gran Bretaña, esa fue su ruta. En aquel momento, en Gibraltar, radicaban 600 residentes judíos en Gibraltar, lo que constituía un tercio de la población civil.

Otras tres sinagogas fueron surgiendo en la geografía gibraltareña, construidas por Nefutsot Yehuda (los exiliados de Judá) y Ets Hayim en 1781, así como la Sinagoga Abudarham en 1820. En 1911, un incendio afectó a la sinagoga de Shaar Hashamayim, entre cuyos bancos se mantiene la placa del malogrado sir Joshua Hassan, quien fuera el primer ministro principal del Peñón: «Hassan venía aquí todos los sábados, pero a veces llegaba un mensajero a buscarle y tenía que marcharse al Convento», confirmaba Solomon Seruya, que llegó a ser embajador de Israel en Filipinas, otro de los puntales de la comunidad judía local.

El Convento era un antiguo Convento franciscano que sirve como sede de los gobernadores británicos en el Peñón. Otra prueba más de una convivencia ecuménica, entre cuyos precedentes históricos figura Simi Cohen, la célebre judía gibraltareña conversa al catolicismo, que se venera en Medina Sidonia: «En Estados Unidos, tienen que montar comisiones de amistad entre judíos, católicos o musulmanes, aquí no hace falta», sugería Solomon Seruya. De hecho, las obras de rehabilitación en la fachada de la sinagoga de Shaar Hashamayín, la Puerta del Cielo, fueron ejecutadas por un grupo de albañiles marroquíes.

Hay quien dice que en Gibraltar no hay cuatro sinagogas, sino cinco: la quinta vendría a ser la escuela Talmud-Torá, la llamada sinagoga de los niños.

El hebreo tradicional, el de las Escrituras, contrasta con el ladino, que es el castellano del siglo XV que los sefardíes conservan y que vuelve a escucharse en parte de los servicios religiosos del Peñón.

A finales del XVIII, su presencia en el Peñón era ya importante, alcanzándose el 31% del censo de 1753. Hoy, oscila en torno a 650, casi el mismo número de quienes fundaron la primera sinagoga.

Hoy, a La Chica y a la de Abudarham, ambas en Irish Town, se suman la de Nefusot Jehudá, a la que también llaman flamengah, de Flandes. La de Shaar Hasahamayhim, se le conoce también como la Sinagoga Grande, es la catedralicia, la que sirve para los actos oficiales, a la luz del menorah o del candelabro de siete brazos.

Fuente: Campo de Gibraltar Siglo XXI |

Check Also

ENKONTROS DE ALHAD – 24 NOVEMBRE 2024 :: ESPESIAL PROGRAMA 200 – A las 13 oras (Arjentina) x Zoom – Mas orarios en el anunsio

Donativo para ayudar a Enkontros de Alhad ENKONTROS DE ALHAD Avlados en Djudeo-espanyol – Ladino …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.