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Como en las anteriores ediciones, artistas procedentes de Occidente y Oriente interpretarán música de corte y religiosa, así como melodías populares y de la tradición oral.
París. (EFE).- La cuarta edición del festival «Música e historia para un diálogo intercultural», concebido por el músico catalán Jordi Savall, se celebrará en la abadía de Fontfroide (sureste de Francia), del 28 de julio al 1 de agosto, informaron hoy los organizadores.
Como en las anteriores ediciones, artistas procedentes de Occidente y Oriente interpretarán música de corte y religiosa, así como melodías populares y de la tradición oral, señaló en un comunicado el director del evento y Artista por la Paz de la UNESCO, Jordi Savall.
Además de dirigir el certamen, Savall será también el protagonista musical, ya que actuará con sus tres formaciones: Hesperia XXI, Le Concert de Nations y La Capella Real de Catalunya.
Su esposa, la soprano Montserrat Figueras, participará en este ciclo de conciertos junto a músicos de diversas nacionalidades, entre ellos algunos de Armenia, Grecia, Israel, Marruecos, México y Turquía.
Este festival de cinco días se inaugurará con un concierto-diálogo de músicos de todo el 
Mediterráneo (cristianos, sefardíes, otomanos y árabes-andaluces) con sonidos procedentes de la tradición de todos los países bañados por este mar.
El barroco de la antigua y la nueva España clausurará la cita con la interpretación de villancicos y danzas criollas de México, Venezuela y Colombia de los siglos XVII y XVIII.
Los sonidos de la Europa de los tiempos de Henry Purcell (1659-1695), el arte de la variación y de la improvisación y una antología de nanas antiguas y modernas de todo el mundo completarán este festival planteado como una plataforma de diálogo entre culturas.
La abadía cisterciense de Fontfroide, que acogerá los conciertos, tiene su origen en el siglo XII, aunque con anterioridad ya había en la zona una comunidad de monjes, que permanecieron en el lugar hasta principios del siglo XX, momento en el que el recinto pasó a ser una propiedad privada.
Fuente: LaVanguardia.es
