Cuando nos adentramos en la historia de Canarias de los siglos XV al XVII encontraremos en todo momento una pincelada fugaz entre sus páginas que debidamente analizadas nos llevarán a constatar la importante presencia e influencia de la comunidad judía en estas islas.
A veces el personaje o los personajes no aparecen de inmediato en las crónicas sino escondidos o insinuados entre los documentos referidos a otros individuos en los que nuestros judíos han sido parte. Y en el trayecto hacia el conocimiento de la economía y las relaciones entre Canarias y Europa nos tropezamos afortunadamente con la familia Francia.
De la mano de la magistral pluma del profesor Anaya Hernández en su trabajo” Las relaciones de los judeoconversos portugueses de Holanda con los de Canarias y América a través de su correspondencia”,publicado en 2006,encontramos la confirmación a los conocimientos ya vertidos por Lucien Wolf en su obra “Judíos en las Islas Canarias”,publicada en Londres en 1926.En ambos trabajos se da cumplida referencia a la personalidad de dos hermanos:Jorge y Domingo Francia,también nombrados como Rodríguez Francia. Nada debe extrañarnos la presencia de estos hermanos judíos y practicantes de su religión en Portugal y España de forma encubierta y abiertamente en Inglaterra.
Su posicionamiento en las Islas Canarias se engloba en el amplio capitulo de personas de esa comunidad presentes en forma física como residentes o de forma influyente desde Europa a través de sus contactos en las mismas. En lo presencial estarán Duarte Enríquez Álvarez, Los hermanos Tomas y Diego Pereira de Castro, Gaspar de Vitoria o López Pereira, Antonio Fernández Carvajal y Tomas de Fonseca. En el grupo de los influyentes habrá que situar a los hermanos Francia.
Su importancia como judíos con participación en el comercio de las Islas Canarias se ve claramente en los procesos abiertos por la Inquisición entre los años de 1662 a 1665 en los que de forma reiterada aparecen los hermanos Domingo y Jorge Francia como acusados y testificados por varios testigos en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, Tenerife y la ciudad de Londres desde 1655. En las declaraciones se les menciona como portugueses y naturales de Villa Real , aunque procedentes de Málaga Sus negocios con las Islas Canarias se ocultaban bajo el apellido ingles Hooper y los nombres de George y Thomas. Esta denominación les servía para ocultar las andanzas de sus cristianísimos socios , Tomas de Nava y Grimón, marqués de Villanueva del Prado y Baltasar de Vergara y Grimón,marqués de Acialcazar. Estas dos personas eran grandes exportadores del vino canario hacia Inglaterra en compañía de los hermanos Francia y cuyos fletamentos de buques a Canarias procedentes de Hamburgo eran destinados a estos referidos aristócratas.
La obsesión del Tribunal de la Inquisición canaria hacia los hermanos Francia es motivo de curiosidad en cuanto para nada se acercan fisicaménte a las islas. El intento de conocer sus movimientos en Inglaterra y sus actuación ante las autoridades de ese país para integrarse en la comunidad social y religiosa resulta a veces visto en la perspectiva actual como infantiloide. Los insistentes interrogatorios a cuantos pasaban por Londres sobre la vida y andanzas de cualquier judío español o portugués que allí fuera localizado eran de la mayor importancia para las pesquisas de La Inquisición en pueblos tan distantes de Londres como La Orotava y Tarachico, en Tenerife. De los que por cierto salía el maravilloso vino canario que se consumía en las mesas de los aristócratas ingleses.Los cantó Shakespeare en su obra Falstaff
No se puede dejar de resaltar ,entre las “pesquisas” inquisitoriales, la declaración que hace el capitán Alonso de Molina en Garachico ,Tenerife en 1665 sobre los hermanos Francia.
“Que ellos estaban siempre con judíos y los sábados se les veía con traje de fiesta nuevos zapatos y medias blancas; y que los viernes arreglaban sus barbas ,que es la señal principal para reconocer a un judío en Londres.”.
Lo cierto es que aquellos hermanos que hubieran sido un regalo para el comercio de Canarias y España desarrollaron todas sus cualidades en engrandecer el comercio inglés y hacerse merecedores, con su trabajo y el de la comunidad judía ante las autoridades inglesas, de la carta de naturaleza que ya en 1675 dieron a Domingo Francia . Domingo ya era Guardián de la sinagoga judía en 1674 habiendo obtenido para la colonia judía en Londres libertad de culto.
Domingo ya conocido como Isaac Francia murió en Londres en 1687.
Su hermano George conocido como Abraham Francia murió en Londres en 1679.
Sus negocios con el vino canario hacia Inglaterra llegaron a través de sus descendientes hasta 1702
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Juan Manuel Valladares
Mayo 2012