- Una vasija de cerámica que data del siglo XIII es hallada en Teruel como una de las piezas más singulares de la Europa medieval
- Su singularidad: está decorada con representaciones humanas de dos varones judíos
Una vasija de cerámica, que data de finales del siglo XIII o inicios del XIV y hallada en Teruel, se ha revelado como una de las más singulares piezas de la Europa medieval, al estar decorada con representaciones humanas de dos varones judíos,lo que la hace casi única.
Este hallazgo es fruto de la investigación desarrollada por el arqueólogo Antonio Hernández Pardos, que ha sido publicada recientemente en la revista de estudios hebraicos y sefardíes «Sefarad», editada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIS).
Mediante un exhaustivo análisis de la iconografía judía y cristiana de aquella época, Hernández Pardos ha logrado identificar dos figuras humanas de varones judíos pintadas en este fragmento de cerámica.
El investigador ha destacado la singularidad de la pieza dentro del conjunto iconográfico judaico y del repertorio cerámico medieval en el Mediterráneo occidental.
El motivo es que la representación de judíos es escasa en este tipo de utensilios domésticos, que están decorados más habitualmente con escudos, motivos florales, vegetales o geométricos.
Los judíos de la época, en su mayoría los varones, suelen aparecer sólo en miniaturas en manuscritos que utilizaban para rezar o, por parte de los cristianos, en pinturas que decoraban retablos e iglesias, como es el caso del artesonado mudéjar de la Catedral de Teruel.
Según el estudio arqueológico, se cree que esta obra fue realizada por las primeras generaciones de alfareros de Teruel y que pudo ser encargo de un vecino judío de la ciudad, algo interesante «en el contexto de represión de los judíos».
Antonio Hernández Pardos ha destacado que el descubrimiento de estas pinturas ha sido «fruto del azar» ya que no imaginaban en un principio que los fragmentos que encontraron en la excavación fueran a componer figuras de varones judíos.
El hallazgo de la pieza se remonta al 2004, cuando se realizó una excavación arqueológica en el subsuelo de la plaza de la Judería de Teruel con motivo del proyecto de la mejora de la plaza y la consolidación y protección de las estructuras que aparecieron, que se conservan bajo el actual pavimento.
Sin embargo, la vasija medieval no comenzó a ser restaurada hasta 2011 por la inquietud personal del arqueólogo, quien se interesó en juntar los fragmentos y estudiar su iconografía con la ayuda de algunas becas para la investigación arqueológica.
Y es que, según ha apuntado Hernández Pardos, todavía hay una gran cantidad de material que pertenece a excavaciones que llevan realizándose en la capital turolense desde el año 2000 y que está, en su mayoría, sin estudiar por lo que no descarta que haya «más sorpresas almacenadas en cajas en el Museo de Teruel».
El arqueólogo ha apuntado a la falta de medios como la causa por la que solo se ha podido estudiar una mínima parte del material encontrado en estas excavaciones ya que «no hay gente, ni presupuesto, ni equipos para estudiar todas estas ruinas».
Esta excepcional escudilla ha sido incorporada a la exposición permanente del Museo de Teruel junto a otra importante pieza cerámica que consiste en una lámpara ritual descubierta en la capital en 1978.
INÉS ESCARIO (EFE) Zaragoza
Fuente: El Mundo 01/05/2016 11:48