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Puede que Gregorio XIII sea de conocimiento común que este Papa reformó el calendario (calendario gregoriano), pero es menos conocido que los judíos probablemente contribuyeron a ello.
La política de Gregorio hacia los judíos no puede caracterizarse claramente, ya que oscilaba entre el relativo favor y la severidad.
Poco después de su elección, protegió a los judíos del gueto de Roma que estaban en peligro de ser atacados por los soldados.
Además, una orden emitida por su notario amenazaba con ahorcar a cualquier no judío que se encontrara en el gueto o sus alrededores sin una razón válida.
Gregorio XIII autorizó una vez más los préstamos de dinero con una tasa de interés máxima del 24%.
Una orden del 10 de junio de 1577 confirmó los estatutos de la comunidad judía y permitió la recaudación de impuestos.
En 1581, garantizó el salvoconducto a los judíos que llegaban a Italia o pasaban por el país.
Aunque los conversos también pudieron beneficiarse de esta concesión, Gregorio permitió que el converso José Saralbo, que había regresado al judaísmo en Ferrara, fuera condenado a la hoguera en 1583.
En 1584, ordenó a los judíos de Roma que enviaran 100 hombres y 50 mujeres cada sábado por la tarde para escuchar los sermones misioneros, que se pronunciaban en una iglesia cercana al gueto, a menudo con la colaboración de predicadores apóstatas.
La comunidad judía se vio obligada a sufragar los gastos de esta institución, así como los gastos de la Casa de Catecúmenos.
Para que los conversos no fueran defraudados en su parte de la fortuna familiar, Gregorio ordenó que se elaborara un inventario de las pertenencias de una familia inmediatamente después del bautismo de uno de sus miembros.
La bula Antiqua Judaeorum improbitas , del 1 de junio de 1581, autorizó a la Inquisición directamente a manejar casos que involucraran a judíos, especialmente aquellos relacionados con blasfemias contra Jesús o María, incitación a la herejía o asistencia a herejes, posesión de libros prohibidos o el empleo de cristianos como enfermeras.
Sin embargo, ese mismo año, tras la intervención de Avtalion Modena, Gregorio suspendió la orden que acababa de dictar confiscando los libros de varias comunidades judías de Italia.
En 1581, también eximió a los judíos de llevar la insignia en determinadas ocasiones (viajes, visitas a ferias).
También emitió una bula en 1581 que prohibía a los judíos trabajar como médicos, ocupar cargos públicos o prestigiosos o recaudar impuestos.
La prohibición de que los médicos judíos trataran a pacientes cristianos contribuyó al declive de la ciencia médica entre los judíos italianos.
Sin embargo, poco antes de su muerte, Gregorio intervino ante los Caballeros de Malta para obtener la liberación de los prisioneros judíos en sus manos, a pesar de que el rescate que ofreció fue inferior a la suma exigida.
Fuente: Jewish Virtual Library
Traducción libre de eSefarad.com
