Anun Barriuso y José Manuel Laureiro, estudiosos de la cultura judía en España, son Presidente y Vicepresidenta de Tarbut Sefarad Madrid. Escribirán en esta sección desde Sefarad especialmente para
Ambos investigan desde hace años los vestigios y orígenes judíos de lugares de Palencia, Cantabria y Burgos, principalmente, y son autores del libro El Norte de Sefarad y de otros importantes estudios e investigaciones sobre los b´nei anusim, judeoconversos, que fueron obligados a la conversión, pero que siguieron conservando su judaísmo hasta nuestros días.
UN LUGAR LLAMADO CASTRILLO MATAJUDÍOS
Castrillo Matajudíos es un pueblo de la provincia de Burgos, a 48 kilómetros de esta ciudad y a 5 kilómetros de Castrojeriz, lugar muy importante en el relato de hoy. En la actualidad, tiene aproximadamente 84 habitantes.
Detalle del mapa de situación
En principio, sería un lugar que podría pasar desapercibido al recorrer la extensa comunidad de Castilla y León, si no fuera porque allí nació el insigne músico Antonio de Cabezón…
Casa natal de Félix Antonio de Cabezón
Y…. por la denominación que se ha dado al lugar…¡¡¡¡matajudíos!!!
Castrillo Matajudios
Cuando visitamos esta localidad intentado obtener información sobre su toponimia, no conseguimos gran cosa; fue en Castrojeríz donde nos dieron algunas pistas….Y como no, recurrimos a esta maravillosa herramienta que se llama internet, y allí nos encontramos con la misma explicación al nombre, tanto en la página oficial de los pueblos de la provincia de Burgos, como en Wikipedia, etc… Pero como historiadores intentamos buscar explicaciones más contundentes y sobre todo, recabar información sobre unos sucesos terribles que la mayoría de los autores reflejaban y que de alguna manera se situaban en este lugar o en sus proximidades.
Pero vayamos a los hechos que mencionamos. De una manera breve, podemos decir, que en 1035, a la muerte del rey Sancho el Mayor, se produce una sublevación en la villa de Castrojeriz contra el abuso en el cobro de impuestos, que la nobleza y el clero saben encauzar en contra de la población judía ubicada allí, acusándola de cobro abusivo en los empréstitos, es decir, la tan manida acusación de usura.
Esto lleva a un asalto del palacio real y a la muerte de cuatro oficiales del rey y de sesenta varones judíos, así como a la destrucción de casi la totalidad de la próspera aljama judía de Castrojeriz.
Es curioso que todo ésto gire en torno a la villa de Castrojeriz, puesto que en ella se otorga la Carta Puebla de 974, ejemplo en toda la legislación medieval,en que se equiparan los derechos, por primera vez, entre cristianos y judíos.
Hasta aquí, los hechos… Pero vayamos al objeto de nuestro trabajo “matajudíos”.
En 1965, el profesor Amando Melón, miembro de la Real Academia de la Historia, realizó un informe que se publicó en el Boletín de la Real Academia de la Historia en 1968. Dicho informe se realizó, como nos apuntaba en años posteriores el profesor Cantera Burgos, con ocasión del cuarto centenario de la muerte del organista y clavecinista Félix Antonio de Cabezón y por tan señalada ocasión, el ayuntamiento de la época solicitó expediente de cambio de nombre al municipio pasando de Castrillo-Matajudíos o Castrillo de Matajudíos (que de las dos formas se denomina oficialmente) a Castrillo de Cabezón.
En dicho informe el profesor Melón y Ruiz de Gordejuela, tras rechazar la existencia de un posible genocidio medieval que avalara la segunda parte del nombre y apoyándose en el nomenclator de Floridablanca en el que aparece un caso similar en un antiguo corregimiento de Gerona llamado “Mata judayca”, explica que más bien se trate del recuerdo de la “pretérita pertenencia judáica, de un espacio de plantación arborescente, cosa bien notoria y digna de señalar en paisajes de ahora y de siempre, de pobres matorrales y frías parameras”.
Según este profesor, no se trataría de un nombre compuesto sino de un “nombre mixto”, formado por la asociación de la entidad Castrillo, con otra que afectaba una mata, y que después, y ya con fisonomía esteparia o de monte bajo, pasó a integrarse en el término Castrillo.
Pero el profesor Melón va más allá cuando dice: “Puede ser un difuso testimonio de asociación de dos entidades, el primero correspondiente a una etnia cristiana y el segundo a una etnia judía”… Dejaremos las palabras del profesor Melón sin comentario, pues hablan por sí solas…
Al final de este informe se recomienda el cambio de denominación del lugar por el de Castrillo de la Mata.
En ese mismo año, 1966, el ayuntamiento pidió sustituir el nombre habitual por de de Castrillo de la Mota, ante lo que el profesor Melón y Ruiz de Gordejuela muestra su desacuerdo, pues disiente de” Mota”, ya que este término se aplicaría a “una zona moteada que surge de arcillosa y rasa llanura”. Nada que ver con lo que el propio autor denomina “alto interfluvio pedregoso de agrio relieve de erosión”. (Tal vez al consistorio de la época le vino a la mente ese símbolo imperial del franquismo que representó el “castillo de la Mota”).
Como se ha podido observar, todo el trabajo parte de la negación de una matanza (en realidad fueron dos) ocurrida en la zona, así que vamos a recurrir a tres autores de procedencias distintas para evitar posibles susceptibilidades.
Comenzamos con Claudio Sánchez Albornoz, judeófobo confeso, que en su obra “Lo judáico en la forja de lo español”, nos dice:
“Se ha explicado la matanza de los judíos de Castrojeriz por los hombres de la villa a la muerte de Sancho III el Mayor, en 1035, como brutal reacción ante el intento de aquellos de tomarles prendas en garantías de préstamos. Es cierto que tenían derecho a no consentir que nadie les prendase, pero no es seguro que su bárbara conducta fuese motivada por el desafuero de los hebreos”.( Muchas gracias por sus palabras don Claudio).
Yitzhak Baer en su “Historia de los judíos en la España cristiana” en el tomo primero, página 36, nos informa:
“A la muerte de Sancho el Mayor (1035) los habitantes de Castrojeriz saquearon en una revuelta el palacio real en Mercadillo, cerca de Burgos, y dieron muerte a cuatro oficiales del rey y sesenta judíos, mientras los demás pobladores salían indemnes, siendo únicamente obligados a trasladarse a Castrillo y establecerse allí” .
Sobre las palabras de Baer, volveremos luego.
Por último, las palabras del profesor Cantera Burgos al que tantas veces nos referimos, en un artículo publicado en la revista Sefarad en 1971, con el título “Castrillo Matajudíos”:
“La historia documentada del lugar remonta a la primera mitad del siglo XI, cuando, a la muerte de Sancho de Navarra y reinando ya su hijo Fernando I (1037), los vecinos de Castro(jerez) ,matan a cuatro sayones en Mecadillo y a sesenta judíos, forzando a los demás a vivir en Castrillo. La fechoría repítese casi antes de que trascurriera un siglo, cuando al fallecer Alfonso VI, (1109), vuelven a levantarse gentes de alfoz de Castro(jerez) contra los judíos de Castrillo, a quienes saquean, apresan y aún matan”.
Como podemos observar, todos coinciden en señalar que hubo una matanza, en el caso del profesor Cantera se refiere a dos casi consecutivas. Por tanto, no parece descabellado pensar que estos hechos pudieran tener algo que ver con la toponimia del lugar.
Además Baer, hace una serie de aportaciones personales; para él, la matanza de 1035 (1037 según Cantera Burgos), es muy especial porque no se aplica el derecho habitual en estos casos, ya que cuando se hería o mataba a un judío, el causante debía pagar una “caloña” o multa elevada y sólo Baer plantea, que a los asesinos se les castiga con el destierro de ir a vivir a Castrillo, o por lo menos eso deja entrever la traducción de la edición que hemos manejado, que es del académico José Luis Lacave, publicada en 1981 por la editorial Altalena.
Esta podría ser otra explicación al nombre, aunque no pasa de ser una conjetura.
Sea como fuere, es curioso que un lugar tan pequeño haya dado origen a una profusión de estudios, a veces meramente justificativos de esta toponimia. Así se pueden citar trabajos como los de Teófilo López Mata que apunta como origen del nombre Castil de Judíos o Castrillo de Judíos o los de Marta Santa Olalla indicando que el nombre procede de otro anterior “la Mota de los Judíos”.
Esperamos haber dado la información suficiente para que cada uno saque sus propias conclusiones y sobre todo, poner nuestro pequeño grano de arena en el estudio de los vestigios judíos en España y en la recuperación de la memoria de los mismos.
Anun Barriuso y José Manuel Laureiro
Asombrosa la diligencia que se dan los actuales gobiernos de España para borrar cualquier huella de su reciente pasado franquista. Y no menos asombrosa la «lentitud de tortuga» que se dan para borrar las vergonzosas huellas de su insistente antisemitismo historico.
Tanto lo uno como lo otro es historia. No veo razón para borrar nada. Mucho menos con prisas.
El nombre de este pueblo no tiene nada de polémico que en su primera vista pudiera parecer. Mata-judíos por muy bien que aparezca en la wikipedia ese diccionario de rigor que todos conocemos no viene ni de yerba ni de árbol ni de nada que pudiera parecérsele sino de »monte» y seguramente hace nombre a algo similar a »montejudíos» que no tiene nada de horrible. Por toda España existen topónimos así y no existe ni ocultación gubernamental o antisemitismo alguno, es una derivación ancestral de monte. Que no vean nuestros ojos más allá de donde no hay, ni la wikipedia nos lo diga.
Justo hace unos días, visitando las provincias de Burgos y Palencia, pasé por «Castrillo Matajudíos». A mi me impacto mucho su nombre. Pero pensé que se habría dejado como «estigma» para recordar lo que nunca nadie debe volver a acometer. Tambíen tube otro impacto unos kilómetros más al norte al ver «Matamorisca». ¿Podría justificarse este nombre con lo de «Mata» o «Mota»? Creo que al abordar el tema de «Matajudíos» sería interesante tratar a su vez el tema de «Matamorisca». Un saludo.
En méxico hay gente que se apellida Matamoros (un heroe de la independencia de México, Mariano Matamoros) inclusive hay una ciudad en el estado de tamaulipas con el nombre de Matamoros
Saludos
Matajudios viene de motajudio. Colina de los judios.
Hay muchos lugares en España con topómimos similares.
Sin ir más lejos, uno de los más famosos: Montjuic (mont jueu en catalán, monte judio)de Barcelona.