Anun Barriuso y José Manuel Laureiro, estudiosos de la cultura judía en España, son Presidente y Vicepresidenta de Tarbut Sefarad Madrid. Escribirán en esta sección desde Sefarad especialmente para eSefarad.
Ambos investigan desde hace años los vestigios y orígenes judíos de lugares de Palencia, Cantabria y Burgos, principalmente, y son autores del libro El Norte de Sefarad y de otros importantes estudios e investigaciones sobre los b´nei anusim, judeoconversos, que fueron obligados a la conversión, pero que siguieron conservando su judaísmo hasta nuestros días.
En los reinos de lo que posteriormente sería España y Portugal, la población judía fue sometida durante siglos a un acoso, que obligó a muchos de sus miembros a dejar la fe mosáica y aceptar, aunque fuera a regañadientes, la fe cristiana.
De manera coloquial se sitúa la fecha de 1492, promulgación del Edicto de Expulsión de los judíos firmado por los Reyes Católicos, como el inicio de las grandes conversiones, aunque en realidad no es exactamente así.
Casi desde su establecimiento en la Península, entre los siglos I y IV de la era común, los judíos han sido presionados para que de una manera u otra dejaran de “ser diferentes”, pues esa diferencia creaba a menudo malestar en las distintas capas sociales.
Podemos indicar que el aumento del flujo de conversiones se va a producir a partir de 1.263 a raíz de la llamada “Controversia de Barcelona”, en la que Jaime I autoriza a San Raimundo de Peñafort y al converso Pablo Christiani a debatir con el rabino Moshé ben Nachman sobre la inalterabilidad del Talmud. Como consecuencia se permite a los dominicos a predicar dentro de las sinagogas.
En 1.391 ocurre otro hecho, esta vez sangriento, que va a provocar conversiones en masa para poder salvar la vida y es ni más ni menos que la destrucción de la mayoría de las aljamas de Andalucía, Levante y Castilla, producida por las predicaciones del Arcediano de Écija. También en 1.412, se producen muchas conversiones, promovidas por las prédicas incendiarias de San Vicente Ferrer. Entre los años 1412 y 1413, se lleva a cabo la Disputa de Tortosa, esta vez convocada por el propio papa Benedicto XIII.
Todo ello, va a ir generando un núcleo de población cada vez mayor que se convierte al cristianismo, algunos de manera sincera, la mayoría por salvar la vida, siguiendo criterios de la Halajá. Como es lógico este proceso parece terminado en 1.492 con la expulsión.
A la vez que se producen estos “movimientos religiosos” se va generando también una creciente tensión entre distintos grupos. Así para los judíos, los conversos podían denominarse:
- Anusim.- Conversos forzados
- Meshumadim:- Conversos voluntarios
- Goyim gemorim.- Gentiles, sin ninguna relación con el judaísmo.
Sin embargo, para los llamados “cristianos viejos”, podían ser:
- Conversos
- Confesos
- Cristianos nuevos
- Novells
- Judaizantes
- Marranos
- Gallos
- Gentes de la Nación
- Maculados
- Tornadizos
- Portugueses (más tarde)
- Judíos
Con toda esta “nomenclatura” es muy difícil definir lo que es un converso, por lo que echaremos mano de las definiciones de los manuales históricos:
Converso: Esta palabra designa en el concreto vocabulario histórico español de finales de la Edad Media y los primeros tiempos modernos, no al neófito o convertido de cualquier religión a otra, sino, de modo específico al “cristiano nuevo” procedente de la fe judaica. Pero para embrollar más la situación, nos encontramos con que la historiografía, o mejor, los historiadores añaden algunas designaciones más, por ejemplo, las siguientes:
- Cristianos judíos.- Aquellos que mantenían relaciones “complejas” tanto con el judaísmo como con el cristianismo.
- Conversos o cristianos nuevos.- Aquellos sujetos de “posiciones neutras”
- Criptojudíos.- Conversos que siguieron judaizando
Julio Caro Baroja, antropólogo, historiador, (1914-1995), establece a su vez una clasificación, referida a los conversos:
- Cristianos auténticos
- Heterodoxos en el seno del cristianismo
- Talmudistas
- Incrédulos
- Vacilantes
Según Carl Gebhardt, (1881-1934), los judaizantes, como él denomina a los conversos no sinceros, “son judíos sin conocimientos”
En opinión de Van Praag (1898-1969) son: “almas en litigio”.
Claudio Sánchez Albornoz, (1898-1984), nos da su peculiar visión del asunto:
“…Y hoy no cabe dudar de que la Inquisición fue una satánica invención hispano-hebráica; se debería a los conversos la idea misma de sus establecimiento; el turbio denunciar de sospechosos tendría hundidas sus raíces en las repugnantes denuncias de los malsines judíos, y los españoles habrían redondeado la obra guiados por su agudo sentido jurídico”
Para terminar de “rematar” con lo siguiente:
“Allí donde emigraron los judíos y los “marranos”, unos y otros fueron, naturalmente, terribles enemigos del pueblo que los había odiado. El día que se examinen al por menor los daños que en todas las actividades a su alcance desde el espionaje a la financiación de las empresas militares hicieron a España en momentos dramáticos y decisivos de su historia moderna, y se registre su persistencia en la violenta hostilidad hacia lo hispánico a través de los siglos, se comprenderá con qué razón he hablado de cuentas saldadas. Nuestras persecuciones a los hebreos y a sus hijos los conversos de una parte y, de otra, su explotación por ellos del pueblo español durante el medioevo, su sombrío legado a España al salir de ella y sus sañas después de la expulsión, equilibran la balanza”.
Y después de semejante abundancia de nombres, calificativos, definiciones, apodos, opiniones diversas…. nosotros nos preguntamos: ¿Cómo es posible que pasados más de quinientos años existan personas que reivindiquen su pasado judío ?. Y más todavía: ¿Cómo es posible que a pesar de las situaciones adversas de todos estos siglos, hayan preservado ritos y tradiciones que se han ido conservando generación tras generación ?.
Hay respuestas que sólo se obtienen cuando la Historia y los sentimientos personales caminan juntos.
Anun Barriuso y José Manuel Laureiro
Buenos dias, Gracias por este articulo. Quisiera saber si el pueblo llamado Tornadizos de Avila se refiere o tiene alguna relacion con los Conversos? Saludos.