«En Ávila no hubo judería porque vivían integrados»

El arqueólogo Jorge Díaz de la Torre ofreció la segunda de las conferencias de la Semana de la Cultura Judía organizada por el Ayuntamiento, destacando que este pueblo vivió aquí más interrelacionado que en la mayoría de las urbes españolas

«En Ávila no hubo judería porque vivían integrados»

El programa de actos con el que el Ayuntamiento de Ávila se ha sumado a la conmemoración del Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad ofreció el miércoles por la tarde una conferencia a cargo del arqueólogo Jorge Díaz de la Torre, charla virtual en streaming a la que dio la forma de una visita guiada por los lugares de la capital abulense en los que la huella de la cultura hebrea es más destacada.

Esa visita telemática por varios lugares de la ciudad intra y extramuros, a veces en forma de vídeo grabado en los lugares de los que se hablaba, a veces sirviéndose de imágenes fijas incluidas en un power point, la inició Jorge Díaz frente la iglesia de San Vicente, para transitar luego al lado de la Muralla, junto a la Catedral, por el Mercado Grande, por el jardín de Mosé de León y algún otro punto relevante, para acabar, a modo de novedad en las rutas realizadas hasta ahora en Ávila en torno a la cultura judía, en las tenerías existentes junto al río Adaja.

Como «no hay mucho que ver de la presencia judía en Ávila, porque eran poco ostentosos y nos dejaron pocos restos, pocos hitos», el peso de esa visita guiada lo puso el arqueólogo abulense «en aportar el máximo de información histórica sobre cómo fue su presencia en la ciudad», conformando un recorrido virtual muy interesante que se dilató durante alrededor de 80 minutos.

Entre la mucha información aportada, Díaz de la Torre destacó tres peculiaridades básicas de la presencia del pueblo judío en Ávila durante varios siglos, la primera de las cuales fue la de que «en un momento histórico, a pesar de ser una ciudad pequeña, la capital abulense acogió la segunda población hebrea más importante de toda Castilla».

Puntualizó también el ponente la «singularidad de que en Ávila no hubo una judería como tal, un barrio judío como pudo haber en otras ciudades, porque aquí vivían intercalados con los cristianos, muchos más interrelacionados con ellos que en la mayoría de los sitios de España».

Especialmente relevante fue asimismo el hecho, siguió Jorge Díaz, de que «en Ávila los judíos vivieron una situación mejor que en la mayoría de las ciudades de España porque aquí las medidas antisemitas se aplicaron de forma muy amortiguada”, en parte porque la Iglesia lo quiso así por el interés que suponía para ella «que muchos judíos vivían en casas que les arrendaba el Obispado, y eso era algo que le rentaba mucho y que quería cuidar».

Esa situación de bonanza cambió en 1480 «cuando ese estatus tan bueno se rompió por las circunstancias en todo el país, momento en el que los judíos de Ávila son hacinados en un gueto junto al arco de la Malaventura, donde permanecen hasta su expulsión en 14922. Solamente se quedaron los pocos hebreos que se habían convertido con anterioridad, entre ellos los antepasados de santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz.

Fuente: Diario de Ávila 28.1.2021