El Rabino Sabetay D’Jaen, un «jiennense» internacional

Sabetay José D´Jaen nació en Bulgaria, pero siempre destacó su origen español. Fue una figura prolífica en la dramaturgia judeo-española y un defensor de los sefardies dentro de las comunidades sionistas. Su nieto Ricardo D’Jaen, que bucea en su figura años después de su fallecimiento, cuenta que siempre conocieron que, antes de la diáspora del siglo XVI, su familia habitaba dentro de los muros de la Judería de Jaén.

Cinco siglos después, en Bulgaria, la familia D´Jaen hablaba la misma lengua que antes de la expulsión. Él alertó al mundo sobre el peligro que corria el ladino en el año 1938, debido principalmente, a la dispersión de sus hablantes en países con variedades lingüísticas más fuertes. «Sobre todo en Latinoamérica», especifica el nieto, donde se habla un español moderno, hablar el antiguo parece no tener sentido.

Sabetay D´Jaen visitó España en los años 30 del siglo pasado.

Fue uno de lso que solicitó al Gobierno de la República la prolongación del decreto real aprobado en 1924 que permitía a los judíos en la diáspora volver a España. Tenía validez de siete años. D’Jaen proponía la abolición del Decreto de Expulsión de 1492, así como la creación de una oficina central hispano-sefardí y una secretaría que centralizase toda la expansión del libro español, entre otras cuestiones.

La propuesta no prosperó debido a una mala coordinación de los gobiernos y la amenaza antisionista europea que comenzaba a cernirse. No obstante, Sabetay D’Jaen fue distinguido en 1935, por el presidente Niceto Alcalá Zamora, con la Órden del Comendador del a República, por su inmensa y valiosa obra.

Como rabino lideró varias comunidades de Europa, África y Lationamérica. Terminó sus días en Argentina, donde se desarrolló su familia, y murió joven. En 2006 se inauguró en Jaen la sede que lleva su nombre.

Fuente: Diario Jaén