El plan se encuentra en un lento proceso urbanístico, pero los últimos movimientos registrados demuestran que la idea sigue viva. La Gerencia de Fomento estudia la nueva documentación
Los plazos marcados en su momento por el impulso del deseo se toparon con el ritmo exigido por los largos y tediosos procesos administrativos. El Ayuntamiento de Burgos está decidido a completar cada paso necesario para descifrar las incógnitas que rodean a la Judería -en principio- enterrada en el entorno del Castillo, pero asume que aún queda un largo camino por recorrer hasta iniciar los trabajos sobre el terreno.
«No hay ningún trámite urbanístico sencillo y hablar de plazos cortos es hacerlo de varios meses», recuerda el concejal de Fomento, Daniel Garabito. Por este motivo, el edil socialista subraya la necesidad de avanzar con diligencia en los diferentes procesos que, se espera, concluyan en una excavación que saque a la luz la aljama dormida bajo tierra.
Por eso, no hay ninguna fecha marcada en el calendario y se trata de avanzar en la tramitación administrativa. En este escenario, todo paso hacia adelante es bienvenido y el Ayuntamiento valora los movimientos registrados en las últimas semanas.
Y es que la Gerencia de Fomento ya dispone de nueva documentación para profundizar en su intento por hacerse con los 19.000 metros cuadrados comprendidos en el triángulo imaginario formado por el Arco de San Martín, el paseo de los Cubos y el Castillo. «El objetivo es que la ciudad tenga la posibilidad de explorar qué hay en esos terrenos y ponerlo en valor», resume el concejal de esta área, Daniel Garabito.
El Consistorio trabaja con paciencia para hacerse con esas estratégicas bolsas de suelo. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) protegió este espacio y planteó concretar la operación a cambio de que los actuales propietarios obtengan aprovechamientos en el sector 44.07 ‘Penetración de Cortes’. Será a partir de entonces cuando se pueda avanzar en los estudios de campo. «La cuestión es que cuando esto se desarrolle los terrenos serán propiedad de la ciudad», zanja Garabito.
Por este motivo el movimiento registrado tiene un valor importante, ya que «demuestra que el sector está vivo». «Hay otros muchos que no se desarrollan y por los que nadie mueve un papel», recalca el responsable de Fomento, quien destaca estos «avances» sin perder nunca la prudencia.«Ahora la Gerencia revisará esta documentación para ver si se puede aprobar o si se pide alguna modificación», recuerda.
Estos trámites forman parte de las fases previas a superar por el Ayuntamiento de Burgos y Garabito destaca el impacto añadido de esta cuestión. «Que haya interés y se muevan papeles es bueno porque ese sector es especialmente interesante para la ciudad», recalca.
Otra cosa es que esta novedad suponga el inicio de un sprint administrativo. De momento, se trata de un avance más dentro de una larga tramitación desarrollada a velocidad de tortuga y condicionada por un momento urbanístico delicado. Los promotores y agentes privados estudian con detenimiento cada proyecto, aunque en Fomento perciben el «interés» por esta operación.
«Lo interesante es que la ciudad se pueda hacer con los terrenos tras las tramitaciones, pero todo tiene su proceso», insiste el edil. Por este motivo, el proyecto de la Judería está aún muy lejos de ser una realidad a pesar del decidido interés del Ayuntamiento de Burgos por dar forma a esta iniciativa planteada desde hace varios años.
Y es que, una vez que se complete el proceso administrativo y urbanístico, comenzará otro largo camino para desenterrar la aljama. Los trabajos previos, sondeos y catas sobre el terreno determinarán el proyecto del futuro.
Apuesta segura. El Ayuntamiento está convencido de que el proyecto de desenterrar la Judería medieval guarda un enorme interés cultural y turístico. Así lo sugieren los estudios realizados que sostienen la existencia de uno de los asentamientos más importantes del país oculto en la ladera oeste del Castillo.
Sea como fuere, las gestiones urbanísticas iniciadas no caerán en saco roto en caso de que no se consigan los objetivos planteados. Aunque el día de mañana no se encontraran restos destacados, Garabito destaca que para la ciudad es «importante» contar con unos terrenos de titularidad municipal en esa estratégica ubicación. «Nos darán muchas opciones para trabajar en ese entorno», concluye.
Recrearán el asentamiento con un programa de realidad virtual. Queda un largo camino por recorrer antes de que comiencen los trabajos técnicos en los terrenos de la Judería, pero el Ayuntamiento de Burgos ya explora las vías para promocionar la aljama escondida en la ladera del Castillo.
La administración local invertirá 54.000 euros procedentes de fondos europeos para desarrollar un proyecto de realidad virtual o realidad aumentada que reproducirá «con criterio y rigor histórico» la zona de la ciudad donde se ubicó este asentamiento en la época de su máximo esplendor.
Esta tarea de «promoción de la herencia judía» es la primera iniciativa de un plan a largo plazo que tiene como objetivo promocionar este tesoro patrimonial y activar este céntrico enclave de la ciudad. Eso sí, las próximas actuaciones dependerán de la próxima corporación municipal y de la aprobación de nuevas partidas de dinero solicitadas a los programas Next Generation que se sumen al Plan de Sostenibilidad Turística.
«Este es un pequeño gran paso», resume el presidente de Promueve, Vicente Marañón. «Es una manera rápida de visibilizar el pasado judío en Burgos», explica.
El vicealcalde adelanta que «varios proveedores» se han interesado por este proyecto, entre ellos la Universidad de Burgos. «Tienen la tecnología adecuada y nos hemos visto. Nos mostraron algunos trabajos que habían hecho, como con la Catedral de Vitoria», destaca
Sin embargo, hay que tener en cuenta varios factores. Se necesita un estudio histórico, la preparación del software y la compra de las gafas para dar forma una idea que se integrará en el plan que pondrá en valor esa zona.
«Buscamos un desarrollo urbano que respete la herencia histórica y que sea vivo, no solo museístico y expositivo», indica Marañón, quien destaca las actuaciones programadas en el entorno del Castillo. «No queremos que vuelva a la época sórdida y oscura», zanja.
Precisamente, Marañón abre la puerta a «replicar» en un futuro en la Judería la fórmula arquitectónica «no agresiva» ideada para revitalizar la fortaleza.
Por D. ALMENDRES
Fuente: Diari ode Burgos –