El ejercicio de la memoria
En estos días en que el mundo atraviesa una grave crisis global, recordamos un triste aniversario.
El 31 de marzo de 1492, hace 528 años, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, promulgaron el Decreto de Alhambra que dictaba la inminente expulsión de los judíos de España que rehusaran convertirse al catolicismo.
De esa manera, decenas de miles de judíos, cuyo aporte a la vida cultural y económica del reino era indiscutible, se vieron catapultados al desarraigo del exilio, viéndose obligados a malvender sus propiedades y pertenencias para cumplir con el plazo estipulado por el cruel edicto.
Muchos otros judíos habían optado por convertirse al catolicismo a partir de las sangrientas persecuciones desatadas a partir de 1391 pero muchos de ellos fueron sometidos a los crueles tormentos de la Inquisición en base a denuncias o sospechas de que seguían practicando su judaísmo (dichos conversos fueron llamados «marranos» o «crypto-judios»).
Si bien la Constitución Española de 1869 reconocía las libertades religiosas, el Decreto de Alhambra fue oficialmente abolido recién en 1968, 476 años después de su promulgación, irónicamente por la dictadura del Generalísimo Franco, no por su simpatía hacia los judíos sino que por su deseo de congraciarse con las fuerzas del Occidente.
La Fundación Internacional Raoul Wallenberg recuerda a las victimas de este trágico suceso y hace un llamamiento a todas las comunidades judías en el mundo en general, y a las sefaradíes en particular, a destacar esta triste fecha que dejo marcada una profunda herida en el judaísmo.
Aprovechamos la oportunidad para expresar nuestra solidaridad con el pueblo español que esta sufriendo las consecuencias de la actual pandemia y la hacemos extensiva a todas las demás naciones que están lidiando con esta desgracia, manifestando nuestra adhesión a los familiares de las victimas y deseando una pronta recuperación a todos los afectados.
Eduardo Eurnekian – Presidente
Baruj Tenembaum – Fundador
Fundacion Internacional Raoul Wallenberg