De pronto caigo en la cuenta de que mis últimas lecturas, las de estos dos meses, son todas de autores judios: Spinoza, Bergson, Mandelstam… y Meschonnic, que fue traductor de la Biblia y que realizó una apasionada labor de recuperación del ritmo original del hebreo. He ido dando saltos y enhebrando todos estos intereses sin tener conciencia del hilo que los unía, hasta hoy, al recuperar la voz sefardí de Clarisse Nicoïdski, al penetrar la dulzura de su íntima oscuridad.
Todos sabemos, pero vuelvo a contarlo. He abierto después de más de treinta años la breve historia de España de Pierre Vilar, que todavía conservo, y refresco su lectura, allí donde explica de qué manera la reconquista quebró la convivencia.
“Cuando los Reyes Católicos suben al trono, hace ya siglo y medio que la influencia de los judíos en las altas esferas, y el trabajo más humilde de los artesanos y campesinos moros al servicio de los nobles cristianos, excitan la envidia de las clases populares de estirpe cristiana.”
“El orgullo de origen, de limpieza de sangre, compensa en los vencedores de la reconquista, el temor de la superioridad material, demasiado sensible, del vencido.”
Me parece muy importante este enfoque, porque hay una tendencia que interpreta la historia bajo esa dualidad simple del poderoso frente al pueblo. Y todo es un poco más complejo. En este caso, el bajo clero, curas y frailes, cercanos al pueblo llano, aprovechando envidias de vecinos y mirando por su influencia, empujaron a las conversiones forzadas, en masa, y fueron el origen de movimientos populares violentos y matanzas, como las de los judíos en el Levante, en 1391.
Sobre esta base social quebrada, finalmente el poder termina decretando la expulsión de judíos y moriscos, y creando y sosteniendo durante varios siglos la inquisición, que tantos servicios de atroz limpieza estuvo ofreciendo, en este, y en otros terrenos.
Los judíos expulsados de España, los sefarditas, guardaron la oscuridad y su cruda nostalgia de un lugar para las cosas más pequeñas y ciertas del vivir, guardaron su origen en la lengua, en la intimidad de las palabras, en la voz baja, en la distancia corta de la confidencia, una lengua solo para decirse por dentro. Allí donde fueron, algunos guardaron, para el cuerpo, para casa, un tesoro casi intacto. Quinientos años después Clarisse Nicoïdski, con una textura de voz, tan semejante a la de entonces, recogiendo los hilos secretos del propio cuerpo escribe cosas como estas.
scrita
racha di la primer scrituria
palabra di una lingua pardida
aprovu intinderti
cuandu durmin lus ojus la cara la frenti
cuandu
no sos nada mas qui un barcu al fin di su viaje
nada mas qui una scrituria muda
…..
palabra de una lengua perdida
intento escucharte
cuando duermen los ojos la cara la frente
cuando
no eres más que un barco al final de su viaje
nada más que una escritura muda
………..
mi staré callada
adientru de mi
un candil inciendi gritus qui no savis sintir
mi arasgan
la sangri
y mi dexan in las manus tan quietas
esta ciniza quimandu
para destruyir
mi boca
……
mus quidaremus aquí
aspirandu
aspirandu qui nada venga
qui nungunu mus topa
tumaremus il tiempu in un djaru
lu biviremos
si quidarán quietas
mi voz y la tuya
stamus solus
……
ansia
cumiendo mi luz
biviendu mi soplo
mi arasgas
ni la curilada oscuridá
di mi pinser
di mi temblor
qui dizirás?
in tu boca
as palavras puedin ser piedras
i puedin ser palavras
qui dizirás?
…..
Ansia
comiendo mi luz
bebiendo mi soplo
me desgarras
en la colorada oscuridad
de mi pensar
de mi temblor
qué dirás?
en tu boca
las palabras pueden ser piedras
y pueden ser palabras
qué dirás?
…..
una mano tomó la otra
le dijo no te escondas
le dijo no te cierres
le dijo no te espantes
una mano tomó la otra
puso un anillo al dedo
puso un beso en la palma
y un puñado de amor
las dos manos se tomaron
levantaron una fuerza
para tirar paredes
para abrirse los caminos
…..
una manu tumo l´otra
li dixu di no scundersi
li dixu di no sararsi
li dixu di no spantarsi
una manu tumo l´otra
mitio un aniu al dedu
mitiu un bezu in la palma
i un puniadu di amor
la dos manus si tumarun
aliviantarun una fuarza
a cayersi las paredis
a avrirsi lus caminus
Fuente: laextension.blogspot.com.ar