Iom Kipur en una comunidad sefaradí casi llegando al fin del mundo por Marcelo Benveniste

Casi las 11 de la mañana de este viernes 7 de octubre de 2011. Estoy en Comodoro Rivadavia de paso por trabajo. Desde ayer al mediodía debería haber estado ya en Buenos Aires, mi hogar, pero las condiciones climáticas lo han impedido y siguen complicando la situación. Los aeropuertos de aqui y del destino están que se cierran y se abren, y están llenos de vuelos demorados y hasta cancelados.

Hoy a la noche comienza Iom Kipur. En estos momentos debería estar preparando la ‘cena temprana’ que anticipa una jornada de ayuno. Pero no es así, estoy en un bar de un hotel, pendiente de los vuelos. Si bien aún tengo posibilidades de llegar a tiempo, las dificultades climáticas hacen que no descarte pasar este Día del Perdón aquí, en la Patagonia. Es por esto que en la búsqueda de donde hacerlo, buscando si hay una sinagoga o comunidad judía, encontré el artículo que pubñicamos más abajo.

Pensando que no encontraria ‘ni una gota’ de sefaradí, me encontré que no es así, por lo que invito a los lectores de eSefarad a disfrutar el relato de esta comunidad pequeña escrito por Anabella Atach,  una comunidad muy pequeña que demuestra compromiso a pesar de las dificultades, de características poco comunes en un lugar alejado del movimiento comunitario actual, casi llegando al fin del mundo.

Marcelo Benveniste, editor de eSefarad

——————————————————————-

Tapa	Dickinson College · DEILA · Mosaico de Patagonia
Tapa Dickinson College · DEILA · Mosaico de Patagonia

El fenómeno de las migraciones ha apartado y reunificado familias, destruido antiguos lazos y creado nuevos vínculos. Desde las últimas décadas del siglo diecinueve, argentina se ha convertido en un testigo clave de estas inmigraciones. Entre los inmigrantes que llegaron a Sudamérica de todas partes del mundo, se encontraban los judíos que llegaron a las costas de la Argentina. Se establecieron en diversos asentamientos en las provincias de Entre Ríos, Santa Fé, La Pampa y Buenos Aires, y en la capital del país y sus alrededores. Muchas familias recibieron terrenos otorgados por la Jewish Colonization Association (JCA) o Asociación de la Colonización Judía a fines del siglo diecinueve y se asentaron en áreas rurales. En las décadas siguientes, en diferentes partes del país, los inmigrantes judíos se establecieron en otros establecimientos no-agrarios, como el de Comodoro Rivadavia en la Patagonia.

Diversos autores han estudiado la inmigración judía a la Argentina. Sin embargo, su foco principal han sido los establecimientos agrarios, o la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Hasta hoy en día, no se ha dedicado ningún estudio a los judíos de Comodoro Rivadavia en la provincia de Chubut. Es claro para la población local que los judíos han estado viviendo en la ciudad durante décadas, pero porque son relativamente pocos en número, poca atención se le ha prestado a la comunidad judía comodorense. Este estudio no solamente se enfoca en la experiencia de los judíos en Comodoro Rivadavia, pero además amplía el conocimiento sobre la experiencia judía en la Argentina durante los siglos XX y XXI.

¿Cuándo comenzaron los judíos a venir a Comodoro Rivadavia? ¿Formaron conexiones con otras familias? ¿Vinieron en grandes grupos de gente, en familia, o individualmente? ¿Cuál era su objetivo al mudarse a esta ciudad? ¿Fue una decisión permanente o temporal? ¿Hay características particulares que estos inmigrantes judíos tenían? ¿Estas características han cambiado a través de las generaciones? ¿Qué significa ser judío en Comodoro? Para poder responder a estas preguntas, voy a analizar la historia de la comunidad judía en Comodoro Rivadavia, desde antes de la creación de la Asociación Israelita a comienzos de los años 60 hasta hoy en día.

Con este fin, voy a centrarme en las características que tienen los miembros de la Asociación, y cómo su peculiar manera de ser judíos ha afectado el desarrollo de la comunidad. Para entender la experiencia judía en la ciudad, es también importante considerar otras variables externas incluyendo factores políticos, económicos, y geográficos de los siglos XX y XXI.

Los Años 40 y los Años 50: La Comunidad en sus Comienzos

Nacido en Comodoro, Fernando Kazakevich cuanta, “Mi padre contaba que cuando él en esos años 40 vino a Comodoro que había muchas reuniones de judíos preocupados por los acontecimientos de la segunda guerra. Según él y lo contó otra gente, se juntaban como 400 judíos en algunos salones”.»Además de las reuniones sociales, también se reunían para conmemorar las festividades judías. Estos inmigrantes, que ahora vivían en Comodoro Rivadavia, habían recibido una fuerte educación religiosa en Europa y mantuvieron las tradiciones vivas en su nuevo asentamiento a pesar de las limitaciones. Como el Sr. Kazakevich agregó, «No había rabino, pero toda esa generación de gente era religiosa.» Por lo tanto, aunque no había un líder judío, los principales rituales eran realizados por los mismos inmigrantes que habían traído el conocimiento de la ley judía y las tradiciones de sus países de origen.

Los Tardíos Años 50: Más Judíos Llegan a Comodoro

Durante los años 50, la presencia judía en Comodoro Rivadavia se incrementó. Más gente comenzó a venir a la Patagonia desde diversas partes del país, y muchas familias criaban a sus hijos en la ciudad. Aunque la mayoría de los judíos que se trasladaron a la ciudad eran Ashkenazim, y venían con sus familias, había excepciones. Por ejemplo, Benjamin Lerea es un judío Sefardí cuyos padres vinieron de Esmirna. Él nació en 1936 en la provincia de Corrientes, pasó su niñez en Ibarreta, Formosa, y su adolescencia en Buenos Aires. Él solo se trasladó a Comodoro en los años 50 y trabajó para diferentes compañías petroleras privadas durante 10 años. A pesar que algunos venían a Comodoro por su propia cuenta y otros con sus familias, la razón principal por la cual se trasladaban a este lugar aún era económica porque la ciudad les ofrecía oportunidades laborales. Su esposa, Marta Raquel Falicoff, nació en la ciudad de Buenos Aires en 1940. Sus abuelos vinieron de Rumania. Ella se trasladó a Comodoro con su familia en 1949.

El Cantor

Varias décadas antes de la creación de la Asociación, Samuel Magidow era el principal cantor durante las ceremonias religiosas.

Su hijo, Jacobo Magidow, recuerda, «Mi padre por ejemplo, para las conmemoraciones judías cantaba. El libro no lo necesitaba, él lo sabía muy profundamente, pero tenía una voz, ¡ni Gardel! Con un sentimiento, con una tonalidad… se le iba el alma…Y durante muchos años cantó en la Sociedad, desde que él vino en el 37, nosotros en el 38… y cuando cantó, nunca más dejó de cantar. Todos los años lo esperaban a él para que cante. O sea, siempre se ayudan y todo pero lo principal del rezo siempre lo hacía papá… cuando cumplió 86 dejó de cantar. Y a los 90 falleció. Pero fue muy recordado dentro de la comunidad judía.”

El Final de los Años 60 y los Años 70: Re-emigración, y Cambio GeneracionalDurante el final de los años 60 y los comienzos de los 70, ocurrieron dos acontecimientos importantes que afectaron a la comunidad judía de Comodoro Rivadavia y resultaron en una disminución el la cantidad de miembros de la Asociación Israelita. Uno de ellos fue la «re-emigración» o el restablecimiento de muchos judíos que se trasladaron a Buenos Aires o a otras grandes ciudades del país.

El otro principal acontecimiento que aconteció en los últimos años de la década del 60, y durante los primeros años de los 70 fue un cambio generacional. Durante estos años, muchos inmigrantes judíos de las generaciones más antiguas fallecieron. Estos ancianos eran los que recibieron un fuerte educación judía y quienes poseían el conocimiento religioso. Puesto que no había una escuela judía para sostener este tipo de educación, muchos de los rituales fueron perdidos para siempre.

Cementerios

La mayoría de las familias han enterrado a sus difuntos en Buenos Aires porque en Comodoro no hay un cementerio judío. Algunos judíos, como el hermano de tres años de José Mekler, y los padres de Marta Falicoff de Lerea están enterrados en el cementerio municipal de Comodoro Rivadavia. Como Fernando Kazakevich explica, “Por ejemplo, cuando papá era presidente, la municipalidad le ofrecía tierras para hacer un cementerio. Pero no es solamente tener un cementerio, hay que poder construir, mantenerlo y alguien tiene que hacer la ceremonia. Si no hay gente religiosa, no hay un rabino, no hay nadie es imposible (…) Así que toda la gente igual estaba pensando en Buenos Aires. Si se moría alguien lo iba a querer tener enterrado en Buenos Aires.»

El Caso de los Glinski

Es también importante aclarar que a pesar que muchas familias judías dejaron Comodoro Rivadavia, algunas decidieron permanecer en la ciudad debido a la estabilidad económica o al nacimiento de sus niños. Éste es el caso de Gregorio Glinski, actual presidente de la Asociación, y su familia. En sus propias palabras: «[mis padres] tuvieron proyectado venir acá por dos años como para hacer unos pocos pesos e ir a vivir a Buenos Aires después. Nació primero mi hermana Sara, después nací yo. Y siempre estuvo, fue el sueño de ellos de ir a vivir a Buenos Aires para vivir en una comunidad judía más importante o con estudios judíos para los hijos. Pero nunca se concretó y es el caso clásico de una familia de inmigrantes que, en Comodoro decimos, vivía con la valija preparada detrás de la puerta, para que cuando se pueda, volver a otro lugar, ¿no? Volver a Buenos Aires, ¿no? Concretamente a Buenos Aires no a cualquier lugar. Eso nunca se concretó y en el caso de nosotros bueno, seguimos firme acá.”

Los años 80

Comenzando a mediados de los años 80, algunos judíos que habían estado estudiando en Buenos Aires, como Fernando y Gregorio, regresaron a Comodoro, mientras que otros vinieron a la ciudad por primera vez, como Adriana Nillni. A diferencia de lo que sucedió en décadas anteriores, en los años 80, los que se trasladaron a Comodoro Rivadavia, retornaron o llegaron por primera vez con la idea de establecerse permanentemente en la ciudad.

¿Qué significa ser judío en Comodoro Rivadavia?

En grandes comunidades como la de la cuidad de Buenos Aires, la educación desempeñó un gran papel manteniendo la identidad judía. Pues Schwarzstein explica, «La colectividad judía de Buenos Aires, en particular, dio a la educación un lugar de preferencia en su vida comunitaria. Eran la garantía de la continuidad del pueblo judío y una valla ante la tendencia a asimilarse a la sociedad mayoritaria y su cultura.» (Schwarzstein 134). En Comodoro, la educación judía no era una posibilidad ya que no estaba disponible, así que tuvieron que encontrar otras maneras de trasmitir algunos valores y tradiciones judías. Como sucedió en Buenos Aires con ciertos movimientos seculares, muchos judíos «asumieron una identidad judía laica, aunque respetando ciertas prácticas que se vinculaban a la tradición, como celebrar ciertas fiestas, el Bar- Mitzvá , el casamiento judío, o enterrar a sus muertos en los cementerios de la comunidad [judía]» (Schwarzstein 131). En Comodoro, ser judío es parte de una identidad que se expresa a través de las tradiciones y cultura, y no tanto a través de las prácticas religiosas. Esta es la razón por la cual desde los años 90 se han organizado diversas clases de actividades, centrándose en lo cultural y el aspecto tradicional del judaísmo, e incentivando a los niños y a los adultos a estar conectados con su identidad judía.

Los años 90: El Festival de las Comunidades Extranjeras

El festival de las comunidades extranjeras es organizado anualmente, y es el acontecimiento más importante en el calendario de Comodoro Rivadavia. Diversas comunidades de una variedad de orígenes nacionales y pertenencias étnicas participan en esta celebración demostrando su cultura a través de actuaciones artísticas y comidas típicas. La Asociación Israelita participó en este acontecimiento a partir de 1992 hasta 1999. La participación de la comunidad judía en este festival tuvo un efecto positivo por dos razones: (1) más gente comenzó a saber sobre la existencia de la Asociación Israelita y (2) un grupo de bailarines, un coro, y un grupo musical fueron creados, requiriendo mucho más esmero y organización.

Según Regina Gaska, «con la invitación de colectividades extranjeras a participar de la feria… empieza a haber un trabajo de otro tipo, hay que preparar un stand, hay que ponerse de acuerdo. El primer año en feria participamos únicamente con un stand… Y se arma el grupo de baile de la Asociación Israelita. Al año siguiente participamos con un stand y un cuerpo de baile de los chicos y otro de los adultos un solo año.”

Hoy

Hoy en día, hay solamente 25 familias, o alrededor de 100 personas, que participan en las principales actividades de la Asociación. No obstante, según Gregorio Glinski, que ha estado buscando apellidos judíos, hay por lo menos 150 familias con apellidos judíos en Comodoro Rivadavia. Aunque hay veinticinco familias relacionadas con la Asociación Israelita, solamente de diez a quince familias participan cada vez que organizan una actividad. Así pues, la comunidad es mantenida por algunos miembros, la mayoría de de los cuales son profesionales o comerciantes.

El objetivo de esta pequeña comunidad es la continuidad del judaísmo a través de la tradición judía, celebrando las festividades principales, y organizando actividades para los jóvenes. Los adultos se reúnen de vez en cuando, pero para algunos de ellos, el ser judío no es suficiente razón para congregarse. Muchos adultos que nacieron y viven en Comodoro Rivadavia no recibieron una educación judía. Por otra parte, muchos de ellos se consideran ateos o no creyentes. Sin embargo, respetan las tradiciones familiares asociadas al judaísmo y creen en continuidad en el futuro a través de la generación más joven. Es también un hecho que hay muchos casamientos entre judíos y no judíos, y algunos no judíos participan en las actividades organizadas por la Asociación Israelita. Esto crea, una vez más, la cuestión de quién puede ser un miembro de la Asociación Israelita. “Digamos, ¿quiénes serían judíos? … Nosotros no discriminamos que sean matrimonios mixtos, no tenemos ningún requisito, o sea cualquiera que quiera puede venir… De los que vienen a su vez la mayor parte también son matrimonios mixtos, o sea somos muy abiertos en eso,” explica Fernando.

Por lo tanto, ¿cuál es la meta de esta comunidad? ¿Ha cambiado a través de las décadas? La Asociación ofrece un lugar para reuniones sociales y de vez en cuando para ciertas ceremonias rituales. Se la asocia con un club social laico, y no tanto con prácticas religiosas. Tener un origen común, una historia compartida, tradiciones similares, y un deseo por la continuidad de la identidad cultural judía es lo que mantiene a la Asociación funcionando hasta hoy en día.

Fuente: Mosaico de Patagonia

 

[print_link]

 

Check Also

Hafrashat Halá (challah) – Muestra Eksperiensia i Tradisión por Clara Palatchi de Selechnik

Aze unos días vino a Guatemala dezde Meksiko de vijita madam Sara Briman para azer …

6 comments

  1. Gracias a Marcelo Benveniste, por acercarnos una realidad tan desconocida como la de esa pequeña comunidad asentada en Comodoro Rivadavia, y por hacerlo en forma tan pormenorizada y precisa …
    Mis sinceras Felicitaciones para él …

  2. Gracias Marcelo, por compartir esta experiencia única y saber de Los yehudim de Comodoro Rivadavia; allí si que es difícil mantenerse judío

    un abrazo

    David

  3. Buenísimo artículo! Me encantó
    Gracias Marcelo

  4. Con el orgullo de ser el padre de Anabella Atach, deseo felicitarla
    por haber dedicado mucho tiempo (cuando solo tenía 17 años) al estudio y difusión de los judíos en Comodoro Rivadavia, además de exponerlo en artículos literarios.-
    Tarde o temprano, las recompensas a tanto esfuerzo llegan y ésta cita
    es una prueba de ello.-

  5. We stumbled over here different page and thought I
    might check things out. I like what I see so now i am following you.
    Look forward to exploring your web page yet again.

  6. Estimado Marcelo,
    llegué hasta aquí buscando una Sinagoga en Comodoro Rivadavia, debido a que este año, entre el 22 y el 27 de septiembre, realizaremos en dicha ciudad un Congreso Internacional de Toxicología Ambiental y un disertante que viene de USA nos dice que solamente podrá asistir si hay una Sinagoga donde celebrar el Año Nuevo.
    Mucho agradeceré su asistencia en este tema.
    Atentos saludos.
    Susana García

Responder a cigarettes Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.