
Beatriz de Luna, Hannah, Gracia Naci, Benveniste o Mendes… Nacida en 1510, bautizada Beatriz en la iglesia. Semah se convirtió en Francisco; Meir, Diogo; João, Joseph… Estos nuevos cristianos, todavía judíos, dejaron la muy católica Zaragoza para encontrar una efímera tranquilidad en Lisboa. La Inquisición siguió. Cazamos, matamos. Los Mendes, ex-Benveniste, son ricos y banqueros. Su opulencia tiene el olor de especias lejanas, el brillo de piedras preciosas y la resonancia de cofres de coronas de los que príncipes y reyes se sirven voluntariamente. ¿Protegido? Hasta cuando… Mejor huir.
Este será el pretexto de un matrimonio anteriormente prometido que lleva a Beatriz -ahora Gracia-, Brianda, su hermana, Joseph, su sobrino, a Amberes donde Diogo sostiene un contador. Diogo es tanto su tío como el hermano de su difunto esposo. Se va a casar con Brianda. Y muere dejando su fortuna no a su esposa, sino a su cuñada que está de vuelta en el camino. Florencia, Venecia, Ferrara, Ragusa y finalmente estos países otomanos donde Gracia alimentará el sueño de levantar Tiberíades y acoger allí a los judíos errantes.
Por Isabelle de Montvert-Chaussy