
La presidenta de la asociación cultural Sefarad Aragón, Timna Segal, expresó esta semana su emoción por la puesta en valor de la sinagoga de Híjar, del año 1410, como símbolo del pueblo sefardí antes de la expulsión de los judíos de la Corona de Aragón. Precisamente, uno de los proyectos que lleva a cabo la entidad es el Aragón de las Tres Culturas, que recuerda que católicos, musulmanes y hebreos pueden convivir en paz.
-¿Qué le parece la puesta en valor de la sinagoga de Híjar?
-Lo que realmente puedo trasladar es lo emocionados que estamos la pequeñísima comunidad judía de Aragón, la asociación y yo personalmente. Es un proyecto que llevábamos años empujando para que se abriera al público y es una alegría cuando se ha conseguido. Acabo de firmar un convenio para hacer visitas guiadas una vez al mes a la judería de Zaragoza y es un aliciente ver que en otros sitios de Aragón también se están formando estos puntos para atraer a la gente a conocer la historia judía. Qué mejor sitio que Híjar, que es la cuna de la imprenta judía y, por otra parte, un lugar tan emblemático con una sinagoga que no la hay en ningún otro sitio de Aragón. Es un gran paso y otro sería que consiguiéramos que se trabajara el tema judío en fiestas medievales.
-¿Echan de menos representación de ciudadanos judíos en los vestuarios de fiestas como Las Bodas de Isabel de Segura?
-Sí, cuando se representan temas medievales se obvia muy a menudo que en aquella época, antes de la expulsión de los judíos en 1492, nuestra comunidad convivía con musulmanes y cristianos. Estaría bien recordar qué paso y qué no pasó.
-¿Uno de los objetivos de su asociación es hacer ver que hubo un tiempo en que la convivencia era plena?
-El objetivo sería acercar la historia y la cultura judía a la gente de Aragón, y trabajar por la convivencia entre el mundo judío y otras culturas. Somos muy conscientes de que el mundo judío estábamos y estamos por todo el mundo y nos llevábamos cordialmente con gente de otras religiones. España es uno de los sitios donde hay muchas muestras de esta convivencia. Por esto participamos en proyectos de diálogo interreligioso, y con asociaciones árabes y cristianas hacemos actividades de convivencia entre las tres culturas. Uno de los proyectos que trabajamos es el Aragón de las Tres Culturas. Se trata de ver que teníamos, y tenemos, más cosas en común de las que nos separan.
-Se calcula que a finales del siglo XV el barrio judío de Híjar contaba con 32 familias y unos 150 vecinos. Disponía de horno propio, carnicería, baño ritual, cementerio y escuela talmúdica. ¿Qué le dice todo esto?
-Hay que pensar que la gente, hoy en día, también vamos a lo nuestro, pero hacemos cosas en común. En la antigüedad la gente se hablaba y el pueblo judío siempre estaba bajo la tutela de quien mandaba, primero con los reinos de taifas y luego con los cristianos bajo la tutela del rey de Aragón.
-¿La comunidad judía gusta de desplazarse para ver patrimonio antiguo?
-En realidad la comunidad judía no es tan extensa en Aragón y quienes practican el judaísmo se reúnen para practicar el rito religioso judío y poco más. El trabajo que haga Híjar no puede estar orientado solo al mundo judío. Si fuéramos mucha gente sí haríamos excursiones, pero la asociación la verdad es que no tiene medios para organizar. Sí tenemos el Centro Sefarad Israel de Madrid, que sirve de puente entre España y el mundo judío, y que entre otras funciones sí puede atraer turismo. No obstante, por supuesto siempre mencionamos que la sinagoga de Híjar es muy importante. También recomendamos que vayan a Tarazona, Calatayud o Cinco Villas. Nosotros podemos poner en contacto a la gente que quiera visitar Híjar con el guía, pero no tenemos medios para organizar.
-¿Qué actividades destacan?
-Además del Aragón de las Tres Culturas, recordamos el holocausto, fomentamos la cultura judía y visitas a la judería de Zaragoza. La gente imagina que por ser judíos somos ricos, pero la realidad es que nuestra asociación somos 11 personas que pagan cuota y 43 que están en lista.