Con gran placer he leído la nota del señor Moshé Shaul sobre Las yaves de las kazas en Espanya de los Sefaradíes (eSefarad 491). Quisiera en estas líneas continuar con su pensamiento.
Siempre me ha llamado la atención el deseo de los judíos españoles, de cualquier lugar del mundo, de unirse a su tierra ancestral y mantener la lengua. Sabemos que aparecen en periódicos y revistas leyendas (lo sean o no) como la de la llave de la casa que una familia judía llevó consigo, pensando que retornarían. Después de leer el artículo del señor Shaul , que menciona lo de las llaves, pienso que puede ser cierto ya que yo guardo las llaves de las casas en donde he vivido.
Hay varias razones que ayudan a comprender este deseo de los sefaradíes de conservar la lengua y la identidad.
Mencionaré los siguientes puntos:
1- La Península Ibérica fue el hogar de los judíos.
2-Pasajes en Miguel de Cervantes, Ariosto y Benedetto Croce que afirman que la Península era un país en donde la población, en su mayoría, era judía.
3 –Los numerosos documentos sobre las personalidades judías que se convirtieron externamente. Estos documentos los publicó Julio Caro Baroja; anoto los puntos más importantes.
Los judíos vivieron en la Península ibérica siglos antes de la destrucción del Templo por Tito, el Emperador romano. Fundaron ciudades como Málaga y comerciaban por el Mediterráneo.[i]
Si bien sufrieron numerosas y terribles persecuciones en la Península durante siglos, al mismo tiempo los nombres de Gabirol, Judá Ha Leví, Nahamánides, Cardoso, Judá Abrabanel, que escribió en medio de la terrible persecución de 1492, Diálogos de Amor, uno de los libros más importantes del Renacimiento europeo. Abrabanel explica que todos los seres en el mundo desean la unidad por el amor y que aun los elementos inanimados desean esta unidad. Esto es un magnífico ejemplo de la comunidad que existió. En 1492, la mayoría de los judíos que vivían es la Península se convirtieron externamente. Así vivieron hasta que poco a poco a través de los siglos los antepasados hebreos parecerían haber desaparecido. Si se recurre a las profesiones que los hebreos españoles tuvieron, la población cristiana se pone en duda.[ii]
Cervantes en Don Quijote de la Mancha, en una extraordinaria metáfora, escribe:
Dorotea dice así:
“…y yo he acertado en encomendarme al señor don Quijote, que él es por quien mi padre me dijo, pues las señales del rostro vienen con las de la buena fama, que este caballero tiene no tan solo en España, pero en toda la Mancha, pues a penas me hube desembarcado en Osuna…. “(1,30, p. 304).
Martín de Riquer, el editor de los dos volúmenes, en una nota a pie de página explica: “…dos graciosos disparates seguidos: considerar a España como una parte de la Mancha y desembarcar en Osuna…. [iii]
Contrariamente a Martín de Riquer, pienso que Cervantes no escribió disparates.
Si se lee el texto de Ariosto citado por Benedetto Croce, España estaba en “La Mancha.” (Se consideraba “manchados “a los que no se habían convertido al cristianismo. En realidad, significa la “mancha en el alma.” El bautismo de la Iglesia Católica borra esta mancha. (Pienso que, aunque se hubieran bautizado, como fue el caso de numerosos judíos, seguían la religión mosaica).
Es decir, España era un pueblo de conversos, o de “manchados» que practicaban externamente la religión católica y en la intimidad seguían la religión judaica. Es obvio que Cervantes anota Osuna para ocultar su metáfora.
Benedetto Croce sigue el pensamiento de Ariosto y escribe que España era un pueblo de “manchados.”
En la realidad histórica recordemos que Paulo IV, haciendo eco a Julio II que jamás hablaba de Su Majestad y de la nación española que no les llamara herejes cismáticos y malditos de Dios…. Apareció además por entonces la acusación o sospecha capital en la frase de “pecadillo de España”, que Ariosto recuerda en las sátiras, que los españoles no creían en la unidad del Hijo, Padre y Espíritu Santo…” [iv]
De esto se deduce que no era un pueblo de cristianos, pues creía en la unidad divina.
Croce explica que la ciencia semítica se fijo en España debido a la Escuela de Traductores de Toledo. Añade que la Disciplina Clerericalis de Pedro Alfonso, judío converso, que fue la mayor contribución a la narración occidental y piensa Croce que tuvo indudable influencia en el Decamerón.[v]
Julio Caro Baroja en Los judíos en la España Moderna y Contemporánea da los nombres y las profesiones de numerosos conversos que fueron investigado por la Inquisición. Explica también que “Papas como Julio II, y Paulo IV consideraban a la nación entera contaminada de marranismo.” [vi] Caro Baroja dedica tres páginas a mencionar y estudiar los problemas que tuvo San Ignacio de Loyola por aceptar conversos en la orden.[vii] Los médicos judíos eran numerosísimos. Aun antes de 1492, en El libro de consejos y castigos, el Infante Don Juan Manuel, le explica a su hijo que siempre es mejor tener médicos judíos.[viii] Asimismo, Caro Baroja anota en detalles las conversiones en masa en Portugal. Las cifras de los que salieron en 1492 varían enormemente: entre 400 mil a 240 mil. Algunos eruditos contemporáneos piensan que fueron 240 mil, y los que se convirtieron eran 240 mil. [ix]
“La abundancia de clero converso no solo en la archidiócesis toledana, es algo que queda bien reflejado en el memorial en defensa del estatuto establecido por arzobispo Silicio.[x] Asimismo, con el famoso Estatuto Toledano, se implicaba a familia nobles y poderosas da tener antecedentes judíos.[xi]
Antes de terminar quiero recordar los nombres de prominentes personalidades: La abuela de Fernando, El Católico, Paloma Hernández provenía de una prestigiosa familia judía. Asimismo, lo fueron importantes personalidades literarias: Santa Teresa de Jesús, Fernando de Rojas, Fray Luis de León, y el poeta Miguel Leví de Barrios, que tenía tes hermanas monjas.[xii]
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[i] María del Carmen Artigas, Los Sefaraditas: España–El Imperio Otomano -La Argentina: Tradición y Cultura, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Tucumán,1994, 13.
[ii] Mi bisabuelo Jaume Artigas, por ejemplo, era sastre en Begues, Cataluña. Mis primos fueron herreros de decoración artísticas hasta el presente siglo 21 en Begues; mi padre Marcelino Artigas fue un prestigioso oftalmólogo argentino. Según mi abuelo José Ledesma Posse, Diputado de la Provincia de Tucumán (provincia argentina), la familia provenía de los Países Bajos, y eran judíos; especialmente notable es el apellido Posse de mi bisabuela materna.
Los datos de la familia Artigas los he tomado del Censo de Cataluña y he podido fotocopiar la partida de nacimientos de abuelos y bisabuelos. Lo de la familia Ledesma Posse fue una conversación personal con mi abuelo José Ledesma Posse.
[iii] Martin de Riquer, Don Quijote de la Mancha (Barcelona: Editorial Juventud, 1974), 2 vols. vol. 1. 304.
[iv] Benedetto Croce, España en la vida italiana durante el Renacimiento, traducción José Sánchez Rojas (Madrid: Ed. Latino, p.183 y en numerosas citas en el mismo libro.
[v] Benedetto Croce, España en la vida italiana, p.25.
[vi] Julio Caro Baroja, Los judíos en la España Moderna y Contemporánea) Madrid: Ediciones Istmos, S. A., 2000, vol. 1, p 263. En la introducción del libro, Caro Baroja anota: “Alabad al Señor en las baxeças de la tierra,”de una oración hispano -judía del siglo 16.
[vii] Julio Caro Baroja, Los Judíos en la España Moderna, vol. 2:247-254.
[viii] Caro Baroja, Los judíos, en la España Moderna, vol. 1: 72-77.
[ix] Caro Baroja, Los Judíos en la España Moderna, vol.1:198.
[x] Caro Baroja, Los judíos en la España Moderna, vol. 2: 229.
[xi] Caro Baroja, Los judíos en la España Moderna, vol. 2:229-30
[xii] Julio Caro Baroja,” Los Judíos en la España Moderna , vol. 2: 243
Me ha encantado.