Documentos recientemente descubiertos de los 130 primeros años de los tribunales de la inquisición portuguesa contra los nuevos conversos al cristianismo acusados de seguir practicando en secreto el judaísmo.
En 1536, por pedido del rey Juan (João) III de Portugal, la iglesia católica dio comienzo a la inquisición, luego de la llegada masiva al país de anusim (judíos que habían sido obligados a convertirse) que huían de la inquisición española. Las conversiones forzadas y las persecuciones de los tribunales de la inquisición alejaron brutalmente a cientos de miles de judíos de su religión, aunque el número exacto de víctimas judías es desconocido.
La inquisición portuguesa incluyó castigos particularmente crueles, a menudo llevados a cabo frente a grandes multitudes que se reunían para observar los autos de fe (rituales de castigos públicos para los herejes y no creyentes). Los juicios cesaron después de unos 250 años, aunque la inquisición de Portugal sólo fue abolida oficialmente en 1821.

El Archivo Central de la Historia del Pueblo Judío en la Biblioteca Nacional de Israel reveló un manuscrito del siglo XVIII que cuenta con unas 60 páginas documentando los primeros 130 años de la actividad de los tribunales de la inquisición, principalmente en Lisboa. Estas páginas documentan los juicios realizados por los inquisidores, quienes a menudo interrogaban a familias enteras de conversos acusados de seguir practicando el judaísmo en secreto.
La evidencia de los tribunales en Lisboa salta de las páginas del manuscrito descubierto por el Archivo Central. Con el título de «Memoria de todos os autos da fé que setem feito em Lisboa» (Recuento de todos los autos de fe que tuvieron lugar en Lisboa), el documento incluye decenas de páginas escritas en portugués que documentan sucintamente los autos de fe realizados en la capital portuguesa entre los años 1540-1669, con una breve mención de los juicios que tuvieron lugar en la ciudad de Tomar.
