Al margen del pozo de Barrionuevo, durante la obra han aparecido diversos muros y suelos de casas de la Judería, así como lo que puede ser el cimiento de una puerta con cobertizo.
Restos del suelo de la antigua Judería. – Foto: La Tribuna
La obra municipal de renovación del firme de Reyes Católicos marcha a buen ritmo, comparada con el antecedente de calle Comercio, pero todavía queda un buen tramo entre el Scorpion y la puerta del Cambrón, en el que es seguro que aparecerán nuevos restos arqueológicos. Pero hasta ahora la obra ha sacado a la luz diversos restos de la antigua Judería toledana, datados entre los siglos XI y XIV, que ayudarán a comprender mejor esa trama urbana. Y eso que no se ha excavado más allá de 65 centímetros.
Es la altura del fondo de las acometidas (luz y fibra óptica, porque el gas ya estaba canalizado), explica el arqueólogo responsable, Julián García Sánchez de Pedro. Afortunadamente, no ha sido necesario tocar estos restos durante la ejecución de la obra. Han quedado catalogados, bien protegidos y tapados. En un día se podrán volver a desenterrar para su estudio, tanto estos, como los que seguro que hay tan solo unos centímetros más abajo.
En realidad, han aparecido los restos donde más se ha excavado, donde van las canalizaciones, del centro de la calle a la fachada de las sinagogas, aunque seguramente se habrían encontrado a lo largo de toda la obra. García Sánchez de Pedro se ha limitado a estudiar los restos que cubre la obra, pero sabe que hay más, porque junto a los dos últimos muros aparecidos junto a la cabecera de San Juan de los Reyes, «raspando un centímetro o dos, para limpiar un poco, aparecieron otros dos muros, así que posiblemente donde no ha aparecido nada, no quiere decir que no haya nada, sino que están algo más bajo».
Suelo de la antigua Judería.
La mayor parte de los hallazgos se dan en la calle Reyes Católicos en sí, en concreto, entre la entrada de Santa María la Blanca y el final, hacia el mencionado Scorpion. Se trata de un suelo muy compactado, bajo el que había suelos más antiguos, incluso canto rodado. Por debajo, encima de los muros, había un nivel posiblemente del derribo de las propias casas, pero muy compactado. Han aparecido restos, explica el arqueólogo, de forma ininterrumpida, muros y suelos, «un buen elenco de paramentos».
El arqueólogo ya intuía que iba a encontrar restos, en primer lugar, por el espacio tan amplio de actuación en un Casco histórico como el de Toledo, y además porque trabajaba sobre un ensanche desarrollado en el siglo XIX y ampliado en el XXcomo eje turístico (en 2003 se modificó la alineación del jardín de la Escuela de Artes para hacer una calle más recta). Pero salvo algunos puntos concretos del muro de la propia Judería, el García Sánchez de Pedro desconocía qué se iba a encontrar en cuanto al caserío. Y ha salido mucho, incluso, apunta, posiblemente anterior a la construcción de Santa María ‘la Blanca’, es decir, muros islámicos del siglo XI.
En este vial han aparecido espacios habitacionales incompletos, pero incluso con suelos. También hay muros tipo fachada, sobre todo en el tramo final, entre El Ángel y el Scorpion, que dejan clara una alineación totalmente distinta a la actual. Algunos de estos muros tienen más de seis metros de longitud. Hay suelos de ladrillo de canto, bastante longitud, o de baldosa de ladrillo encadenada, por ejemplo.
Restos de una canalización del siglo XVIII.
Casi todos los muros son mudéjares. Se trata de un caserío, apunta el arqueólogo, que sufrió en la Edad Media su lógica evolución, hasta que el barrio en el siglo XIV se convirtió en la capital de Sefarat. Pero comenzando por los restos más antiguos, del siglo XI, no son muy distintas estas viviendas que las del resto de la ciudad. Solo habría diferencias entre los edificios públicos o los elementos decorativos, «pero la forma de construir es la misma».
Finalmente, han aparecido varias canalizaciones, la mayor parte de ellas muy deterioradas, salvo un par de tramos junto a San Juan de los Reyes de finales del siglo XVIII.
Restos más significativos. Entre los hallazgos más destacados está el pozo de Barrionuevo, del que ya dio noticia este diario. En este caso se trata de un pozo que conocía gente de cierta edad en Toledo, y que pudo estar funcionando hasta los años sesenta. Pablo Sanguino o Jule lo recuerdan perfectamente. Pero no se había estudiado hasta ahora.
Así se protegen los restos una vez datados y estudiados.
El pozo figura en el plano de Arroyo Palomeque y se conocía que su brocal ha acabado en el Pozo Amargo. Pero más allá, García Sánchez de Pedro destaca que es un pozo de nivel freático en roca con un remate de obra mudéjar con una medio bóveda de arcos de medio punto en ladrillo. Sobre ella estaba la base del brocal. Tenía seis metros de agua.
Además, justo pasada la sinagoga del Tránsito, en la confluencia con la calle Victorio Macho, apareció en el perfil un cimiento que, mirando la documentación de los planos de Passini, García Sánchez de Pedro entiende que puede ser un extremo de una puerta con cobertizo a la Judería. Al menos coincide con la alineación, tendrá que mirarlo con detenimiento.
No es el único acceso a la Judería que puede haber rozado la obra. Hay que recordar que en torno a la sinagoga del Sofer, en la calle del Ángel, estaba la puerta de la Cerca. Algo antes del espacio señalado, aparecieron niveles de suelo de tres metros de longitud. Después vuelven a aparecer muros. Pero el hecho de que no haya aparecido la puerta y la muralla no quiere decir que no estén allí todavía, pueden estar más abajo.
Reyes Católicos saca restos de la Judería del siglo XI al XIV
Ahora la labor de García Sánchez de Pedro es analizar los restos y compararlos con los planos antiguos, muchos de los cuales los ha aportado Passini. Ha dejado constancia para la documentación planimétrica y constructiva. Futuras intervenciones lo podrán complementar. Todos los restos han quedado bien protegidos de cara al futuro, dado que hubiera sido muy complicado estudiarlos más y dejarlos a la vista. Sería, primero, una cuestión de tiempo en una zona tan turística, habría que excavar mucho más para ver el sentido de las construcciones. El turismo y las canalizaciones de la ciudad lo hacen complicado.
Baldosas de San Juan de los Reyes. Parecería, en vista de estos hallazgos, que el trabajo de Arqueología tan solo trae buenos momentos. Al menos en lo que se refiere a la obra de Reyes Católicos, no ha sido así del todo. García Sánchez de Pedro denuncia la polémica sin sentido en torno a las baldosas de la puerta de la Escuela de Artes, pertenecientes al segundo claustro de San Juan de los Reyes. Fue a la hora de la comida, cuando él ya no estaba, cuando una profesora comenzó a pedir su conservación. «El número me pareció excesivo, lo primero, porque según lo dijo, las losas se separaron. Es verdad que el dato lo desconocíamos, yo al menos, pero estamos en Toledo, siempre hay una dirección arqueológica y los profesores de la Escuela de Arte saben que hay unas dinámicas de arqueología, pueden preguntar y aportar los datos», apunta el arqueólogo, convencido de que lo que se hizo mal fue sacar aquellas losas a la calle en los años cincuenta, «porque si pertenecían al segundo claustro, aunque ahora esté la Escuela de Arte, lo suyo es que se quedaran dentro». Ahora las losas han vuelto a su espacio tras una polémica que se podría haber evitado preguntando por la dirección arqueológica. «Me parecen cosas excesivas de detalles que se desconocen cuando luego hay cosas más flagrantes y la gente se calla», concluye.
Reyes Católicos saca restos de la Judería del siglo XI al XIV
Por J. MonroyFuente: La Tribuna de Toledo –