Reunión en Sefarad

Páginas de la Haggadah de Barcelona, c. 1340 Alamy
Páginas de la Haggadah de Barcelona, c. 1340 Alamy

En un momento en que la guerra vuelve a asolar oriente medio, dos exposiciones y un libro rastrean la presencia judía en España, una historia, parafraseando a Amos Oz, de amor y oscuridad

Coincide la publicación de Breve historia del judaísmo en España de Paloma Díaz-Mas, ( Catarata editorial), con dos exposiciones en Madrid que indagan sobre la presencia judía en lo que hoy es España. La exposición del Museo del Prado El espejo perdido, judíos y conversos en la España medieval se inauguró dos días después del terrible pogromo contra Israel. Desde el triste Siete de Octubre Israel y medio oriente no han dejado de ser noticia. La guerra que es siempre una tragedia, un fracaso, viene a llenar de ruido, confusión nuestras conciencias.

También en el Centro Sefarad- Israel la exposición La edad de oro de los judíos del Alandalús recorre las relaciones y la vida cotidiana de los judíos en ese tiempo.

Maimónides, Gabirol, Spinoza, Elias Canetti, premio Nobel, Emma Lazarus, la poeta que escribió el poema que está a los pies de la estatua de la libertad en Nueva York, Albert Cohen entre otros pertenecen a la cultura del exilio español, porque ya ellos mismos así lo sintieron. Acogerlos de nuevo en nuestra memoria es hacer justicia.
Ilustraciones de la Haggadá Dorada, Catalunya, 1320-1330 Archivo
Ilustraciones de la Haggadá Dorada, Catalunya, 1320-1330 Archivo
La comunidad judía de Barcelona, documentada desde los años 875-877, fue la mayor de la corona catalanoaragonesa y de ella formaron parte desde filósofos a comerciantes. Estas élites fueron las que encargaron las Haggadah, el texto leído en el Séder, la cena de la Pascua judía, el Pésaj, en manuscritos iluminados. En esta ilustración vemos la limpieza de la casa antes de esta festividad que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto

 

Así que en este momento estos acontecimientos culturales inciden en la importancia que al fin tiene Sefarad, pero además en una lectura conjunta podemos seguir los momentos clave en el libro de Paloma Díaz-Mas, académica de la lengua española, especialista en la cultura sefardí, por ser una buena guía para estas exposiciones. La primera es la relación del pueblo judío en el Al-Ándalus (o Alandalús, como considera que se debe decir el comisario de la exposición del Centro Sefarad-Israel, José Martínez Delgado), donde la vida judía proporcionó grandes personajes que marcaron de varias formas el pensamiento de esta comunidad.

Y también como después, tras la unificación, los prejuicios antijudíos culminan con la expulsión de 1492. Las escenas del Museo del Prado recuperan los reflejos de las imágenes del tiempo en el que el antijudaísmo se expresaba de modo abierto, nada quedaba en el subterráneo del prejuicio y del odio al otro, la necesidad de apartar al enemigo teológico creaba imágenes de un rostro deformado para que se fijara en el imaginario colectivo el monstruo en que querían convertir al judío.

Se enviaron al futuro figuraciones que luego fueron eficazmente usadas a lo largo de la historia para difamar a los judíos, construyendo así los cimientos de la tragedia de la Shoah, que no tuvo más que abrir las compuertas para dejar salir el agua envenenada del pasado e inundar el sentido común y la razón. Tres iniciativas que si bien son independientes, se complementan informándonos sobre una de las identidades españolas más antiguas y extensas en sus diásporas.

Nada breve historia

Como se dice al principio del libro Breve historia del judaísmo en España, existen muchos estudios académicos sobre la historia de los judíos y su cultura, pero faltaba una panorámica sintética de conjunto para responder a las preguntas de cualquier lector interesado. Este libro viene a resolver muchas dudas y aporta claves históricas de modo autorizado para profesores y público en general. Como explica Paloma Díaz-Mas para aclarar términos, España no se refiere en el libro a un estado o unidad política sino a un territorio en el que existieron distintos reinos y que es en la época reciente cuando se identifica con un estado nación.

‘Cristo entre los doctores’ (detalle), c. 1420-40  Archivo
‘Cristo entre los doctores’ (detalle), c. 1420-40 Archivo
Esta escena, debida a un pintor catalán probablemente seguidor de Bernat Martorell, muestra el conocimiento que los artistas cristianos tenían de los rituales judíos, las sinagogas, las indumentarias. A pesar del antagonismo, evidencian un contacto que se movía entre el deseo de trazar fronteras y la fluidez de las interacciones cotidianas.

 

Esto nos permite también situar a los judíos que vivieron en este territorio cruzado a lo largo del tiempo por otros pueblos donde; aunque los judíos no fueron invasores sino miembros de sus sociedades, sufrieron las variaciones de los dominadores sometiéndose o desplazándose.

Una presencia que, aunque se sospecha que data de la época fenicia, el primer testimonio fiable es de época romana avanzada. En el siglo III hay una lápida judía. Entre otras huellas, quiero señalar la pileta de mármol del siglo V de Tarragona que se encuentra en el Museo sefardí de Toledo; esta tiene una inscripción en hebreo que podría perfectamente haber sido escrita ayer: “Paz sobre Israel, sobre nosotros y sobre nuestros hijos”. En letras latinas, Pax, no se puede leer lo que pone en griego por estar muy deteriorada. Esta es uno de esos primeros testimonios de la presencia judía.

Surgen varios conflictos cuando el reino visigodo abandona el arrianismo y se une al catolicismo en el siglo VI, pero es en el reinado de Sisebuto cuando se desarrollan leyes antijudías.

Bernat Martorell:_'Nacimiento de san Juan Bautista', c. 1450  Archivo
Bernat Martorell:_’Nacimiento de san Juan Bautista’, c. 1450 Archivo
Esta escena, procedente del retablo de Vinaixa (Lleida), muestra el nacimiento de San Juan Bautista en un ambiente judío. La partera lleva la característica rodela en la frente, los judíos debían poder ser identificados de los cristianos, y se establecieron desde atuendos que podían llevar a telas que no les estaban permitidas.

 

Así, a través de los judíos recorremos una historia de memorias y culturas en combate o en fructuosas relaciones, según el momento. Los judíos del Al-Andalus, los judíos en los reinos cristianos peninsulares, los exiliados y los perseguidos, de la España sin judíos a la actualidad nos acercamos a la presencia de estos españoles de religión y cultura judía. Resume muy bien el libro una presencia que no se extingue con la expulsión, ahí están los conversos perseguidos por la inquisición

Tuvieron origen converso “autores como San Juan de Ávila, fray Luis de León o Santa Teresa de Ávila, y se debate sobre ese mismo posible origen de otros autores como Miguel de Cervantes, Fernando de Rojas e incluso el célebre fray Bartolomé de las Casas. Esa lista de certezas y posibilidades es en sí misma impresionante” (José Manuel Fajardo). Encontramos además de un índice onomástico y una bibliografía recomendada, una cronología, que permite repasar y fijar los datos. Así que aunque la presencia judía en España desapareció dramáticamente, quedaron por un lado los conversos y por otro un gran número de exiliados que no abandonaron su memoria. Para comprender plenamente nuestra historia es necesario atender a este legado.

La Guenizá de El Cairo

En el Centro Sefarad-Israel de Madrid se puede ver hasta final de marzo la exposición: La Edad de Oro de los judíos de Alandalús. La muestra nos abre las puertas de la vida cotidiana de los judíos de Alandalús, en una de sus épocas de mayor esplendor. Su comisario, José Martínez Delgado es catedrático de la Universidad de Granada e investigador en Cambridge; fue justamente Martínez Delgado quien descubrió un texto de Maimónides entre los documentos encontrados en la Guenizá de El Cairo y que alberga la universidad británica. Es importante explicar que una Guenizá es un depósito de libros que ya no son adecuados para su lectura. En la cultura judía, la letra hebrea tiene tanta importancia que no se puede destruir. Si libros, cuadernos escritos sobre todo en hebreo se encuentran rotos o inservibles se depositan en la Guenizá que cada comunidad tiene para este propósito.


Con las imágenes antijudías se enviaron al futuro figuraciones que luego fueron eficazmente usadas a lo largo de la historia para difamar a esta comunidad


 

En el caso de la de El Cairo, dada su disposición, se conservaron muy bien; su descubrimiento en el siglo XIX supuso una fuente de información de la comunidad. Martínez Delgado nos ofrece los testimonios de la época; así, la exposición permite que nos acerquemos a su forma de vida, sus comunicaciones y asuntos en general. Desde los orígenes de esta importante comunidad hasta su éxodo en el siglo XII. Es importante señalar como en este territorio llamado España estas comunidades mantuvieron su presencia así como relaciones con otras comunidades siendo el intercambio y diálogo entre ellas importante para el flujo de conocimiento.

El pensador y médico Maimónides (Córdoba, Imperio almorávide, 1138-El Cairo, 1204), viajó a Fez y más tarde vivió en El Cairo, o como Yehudá Halevi, quien nació en Tudela 1070/75 y murió probablemente en Jerusalén, en 1141. Esta exposición está apoyada entre otros por Casa del Mediterráneo y el Instituto Cervantes. Me sorprenden de este recorrido el viaje, las expulsiones, los vínculos entre lugares que entonces eran lejanos, y cómo muchos de ellos llegaron o deseaban llegar a la tierra del actual Israel. El intercambio cultural supuso entonces el enriquecimiento mutuo y fuera de las crueles persecuciones hubo entre sabios de distintas culturas una importante influencia.

El espejo perdido

Resulta muy interesante, especialmente para este tiempo que vivimos, la exposición en el Museo del Prado El espejo perdido. Judíos y Conversos en la España Medieval . Su comisario Joan Molina Figueras, profesor y jefe del departamento de pintura gótica del museo, señala a propósito de su propuesta que “mediante una amplia selección de obras, esta exposición recupera un espejo medieval: el retrato de los judíos y los conversos concebido por los cristianos en España entre 1285 y 1492”.

La exposición, que se organiza en varios tiempos, constituye una perfecta narración en imágenes de cómo se va creando el desprecio y el odio al otro a través de dibujos, pinturas y de escenas dirigidas de modo contundente hacia el aislamiento de una comunidad para después arrancarla de su historia. Se cuenta con importantes préstamos, como la Haggadah Dorada (Biblioteca Británica). Justamente las Haggadah, entre ellas la de Barcelona, también de la Biblioteca Británica e igualmente presente en la muestra, visibilizan el proceso de aculturación de las élites judías, que encargaron estos manuscritos iluminados con un formato y tipología parecidos a los de los códices cristianos.

Guillem Seguer (?): Retablo del Cospus Christi, 1335-1345 Archivo
Guillem Seguer (?): Retablo del Cospus Christi, 1335-1345 Archivo
Este detalle del retablo procedente de Vallbona de les Monges ejemplarifica los bulos y libelos que se hacían correr sobre los judíos y la Eucaristía; aquí se muestra a dos hebreos profanando una hostia, que milagrosamente comienza a sangrar.

 

Pero las imágenes también siempre aportan detalles sobre la mirada de quienes las construyen. La excepcional muestra del Prado revela no solo la imagen que los artistas cristianos tenían, y querían transmitir, de los judíos, sino cómo se utilizaron para fomentar la devoción y construir la propia identidad cristiana. A veces, incluso, para legitimar aspectos de la doctrina cristiana, como el uso de imágenes frente a quienes consideraban que era una práctica idólatra.

Así, la representación infamante de judíos en escenas de profanaciones violentas contienen el triple objetivo de divulgar conceptos teológicos cristianos, afianzar la naturaleza milagrosa de las imágenes, y también la del judío como deicida y profanador. La consecuencia fue la continua estigmatización del pueblo judío, a la que contribuyeron bulos y calumnias como el del niño de La Guardia: en el siglo XV se acusó con falsedades a los judíos de asesinar a un niño en La Guardia, Toledo. Pese a que nunca se denunció la desaparición de ningún niño, en 1491 fueron quemados en la hoguera varios judíos y conversos y se dio forma a los libelos de sangre, que acusaban a los judíos de asesinar niños no judíos para utilizar su sangre en rituales.

En la muestra se exponen varias obras basadas en este bulo, así como caricaturas del aspecto de los judíos, determinado por unos rasgos faciales exagerados, como la nariz y los ojos desmesurados o la barba descuidada. Había que distinguir a los cristianos de los judíos incluso físicamente y hacer “patente su maldad”, como se indica en el catálogo. Una distinción que se extendió a los conversos, a quienes había que diferenciar de los cristianos viejos.

Como señala el director de comunicación del Centro Sefarad-Israel, Israel Doncel, la muestra es interesante y triste a la vez. Interesante por la gran labor realizada por el museo en la selección de obras y la explicación de las mismas, así como por el equipo de educación de la institución, que trata de acercar este contenido a un público docente. Y triste por ver cómo las pinturas encargadas por las élites de la Edad Media ibérica buscaban profundizar en arquetipos e informaciones falsas sobre el mundo judío, creando una suerte de fake news medievales. Doncel, en su artículo Las minorías sociales como objetivo de las fake news , afirma que las noticias falsas, en su papel de constructos diseñados para la desestabilización social a través del ataque a las minorías, han vivido un proceso de sofisticación más acelerado que la capacidad de una buena parte de la sociedad para detectarlas.

Pedro Berruguete: 'Auto de fe presidido por Santo Domingo de Guzmán', 1491-99 Archivo
Pedro Berruguete: ‘Auto de fe presidido por Santo Domingo de Guzmán’, 1491-99 Archivo
Tras los pogromos de 1391, un gran número de judíos se vio obligado a convertirse. Las imágenes reflejan el proselitismo de los cristianos favorables a la evangelización, pero también el temor de que el cristianismo estuviera ahora amenazado por el judaísmo desde su propio seno. Las acusaciones de judaizar persiguieron a los cristianos nuevos y dieron lugar a procesos y autos de fe como este, en que dos ‘herejes’ son quemados vivos y otros dos portan el sambenito.

 

Existe una continuación de la historia del uso de la imagen para descalificar al otro. Por eso esta exposición, además de mostrar y señalar, puede dar la oportunidad para que se piense en las influencias que van encadenando nuestro pensamiento, atándolo a prejuicios e ideas falsas. Esta narración de ese desencuentro informa también de su complejidad. Los mismos reyes que protegían a los judíos encargaban obras en las que aparecen imágenes terribles que los desacreditaban.

Aunque todas las piezas son como las distintas palabras de un discurso con sentido en su totalidad, siendo todas necesarias y complementarias, me resultan especialmente simbólicas Las Cantigas de Santa María, cuya parte más antigua es de finales del siglo XIII, compuestas bajo el mandato de Alfonso X, rey de Castilla y León; una colección de canciones monódicas, en lengua gallega y notación mensural, en honor de la Virgen, que cantan las virtudes de María y narran los milagros alcanzados por intercesión suya. Junto a estos milagros se incluyen imágenes y acciones contrarias a los judíos.

El reinado de Alfonso X, conocido como El Sabio, es considerado un proyecto de armonía entre judíos, árabes y cristianos. Sin embargo, las ilustraciones de estas cánticas muestran ya el germen del desprecio que culmina con la expulsión de 1492. Un ejemplo es el simbolismo de la imagen de una mujer con los ojos tapados que representa a la Sinagoga en contraposición a la Iglesia: la ceguera de los judíos incapaces de reconocer a Jesús. Un Jesús que hoy estaría compartiendo destino con su pueblo, del que nunca renegó.

Abraham, el promotor del monoteísmo, rompió las imágenes, quizá para demostrar a la posteridad cómo pueden ser utilizadas para someter a otros y a nuestra voluntad. Hoy como ayer se repite el texto de Tarragona: “Paz sobre Israel, sobre nosotros y sobre nuestros hijos”.

Esther Bendahan es escritora y directora de cultura del Centro Sefarad-Israel

El espejo perdido. Judíos y conversos en la España Medieval. Comisario: Joan Molina Figueras. Museo del Prado. Madrid. www.museodelprado.es. Hasta el 14 de enero. A partir del 22 de febrero en el MNAC de Barcelona

La Edad de Oro de los Judíos de Alandalús. Comisario: José Martínez Delgado. Madrid. Hasta el 31 de marzo

Paloma Díaz-MasBreve historia de los judíos en España. Editorial Catarata

Por ESTHER BENDAHAN
Fuente: La Vanguardia | 02/12/2023

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