Hemos recibido la siguiente carta de la investigadora Margalit Bejarano con el resumen de lo que fue su ponencia en el Congreso del Instituto Ben Zvi recientemente concluido:
Jerusalén, 2/7/2010
Estimados señoras y señores,
El Congreso fue dedicado a los «Judíos de Oriente en el Occidente», aunque el uso de estos términos fue debatido por algunos de los participantes. La idea era tratar las diásporas sefardíes en Europa, EE.UU, Canadá, América Latina etc. La presencia de América Latina y sus comunidades sefardíes fue muy importante en este evento, y focalizó más atención que la dada a otras comunidades como Francia y Estados Unidos por ej.

A continuación quiero compartir con ustedes un breve resumen de mi ponencia (que fue presentada en hebreo), para expresar así mi agradecimiento a vuestra contribución y mostrarles cuan significante fue la misma para mi investigación. La ponencia fue dedicada a la perspectiva actual de 100 años de vida sefardí en América Latina. La inicie con una reseña histórica, que no voy a repetir aqui (procesos migratorios, dispersión en el continente, modelos de organización, etc.). Tuve que explicar las diferencias en la intensidad de la vida religiosa entre alepinos, damasquenos, turcos, marroquíes –y sus raíces históricas; las diferencias entre el marco étnico-político-social en los países latinoamericanos, tomando como ejemplo a Argentina, Brasil y México. La pregunta principal tocó al lugar que tiene la tradición sefardí y la identificación con la comunidad de origen en la conciencia de judíos de origen sefardí en nuestros días, basandome y utilizando vuestras respuestas
Analicé 81 cuestionarios recibidos hasta ahora (principalmente de Brasil, México, Argentina y Uruguay), así como otras fuentes. Presenté el perfil de las personas que contestaron –subrayando que no se trata de una muestra representativa, sino de tendencias, que calificariamos como generales. El cuestionario fue llenado por personas que en su mayoría tienen un alto nivel de educación y posiblemente el hecho que utilizan frecuentemente el e.mail tiene su influencia, siendo muchos de ellos profesionales. La actitud hacia la religión es muy variada, notandose diferencias muy grandes entre los cuestionarios provenientes de México (en su mayoría de origen sirio), que son tradicionalistas u ortodoxos, y los de Uruguay, donde mayormente se identifican como seculares. Es indudable que debe tomarse en cuenta el origen étnico, pero también el impacto del ambiente general en cada país.
Ya en un artículo que he publicado anteriormente traté el tema de la perdida de las fuentes de inspiración espiritual de las comunidades de origen, y la creación de otras fuentes alternativas provenientes de Israel o de los EEUU (a través de los rabinos que han estudiado alli). Ellos crean un «sefardismo global» que no está relacionado a la tradición particular del lugar de origen de los abuelos. El resultado es una creciente corriente ortodoxa por una parte, y un alejamiento del judaísmo por la otra.
En las respuestas recibidas he advertido entre las personas que se definen como ortodoxos o tradicionalistas una tensión entre la tendencia que procura preservar el espacio comunitario cerrado –que en el pasado era visto como una barrera contra la asimilación, enfrentandola a tendencias de profundización de la observancia religiosa, sometiendo la tradición de la comunidad de origen a los preceptos halájicos. Al mismo tiempo, recibí la impresión que muchas personas quieren seguir manteniendo en alguna forma la tradición ancestral, en comidas, lengua (ladino, árabe o jaquitía), costumbres, etc. En muchos casos, principalmente entre personas de origen turco, pero no exclusivamente, el interés de conservar la tradición se vuelca a estudios académicos, investigación genealógica, cursos, etc. En otras palabras: las instituciones comunitarias dejaron de ser transmisoras de la tradición sefardí (turca, shami-damasquina, halebi- alepiana, marroquí, etc.).
El debilitamiento de los marcos institucionales se nota también con respecto al sionismo: los cuestionarios demuestran que no existe una correlación entre la actividad en instituciones sionistas y la actitud hacia Israel. Este problema se relaciona también a la posición de rabinos ortodoxos con una postura anti-sionista. Pero al mismo tiempo existen lazos familiares y emocionales que tienen su impacto sobre el acercamiento hacia Israel.
Mi principal conclusión es que debe continuarse investigando, para acumular más respuestas y opiniones.
Aquellas personas interesadas en colaborar completando el cuestionario por favor solicitarlo a eSefarad@eSefarad.com que será sumamente apreciado.
Margalit Bejarano
eSefarad Noticias del Mundo Sefaradi