Poema de Sebastián Djaen. (Buenos Aires, 1993). El sentimiento de un judío sefardí, desde la diáspora, hacia la ciudad de origen de su familia: Jaén (Sefarad – España). Recitado por María del Carmen de la Torre, acompañada a la guitarra por Juan Moreno, en la sede de la asociación IUVENTA, en un ensayo previo a un espectáculo.
Enviado por Rafael Cámara Expósito
No puedo olvidar cuantas veces soñé en
las noches sombrías volver a Jaén,
y acariciar las piedras que otros acariciaron
(personas sin nombre, que murieron o partieron)
y levantar la tierra hasta encontrar la laguna
donde yace mi sangre escondida de la luna.
Atravesar, temeroso, la angosta judería
donde la noche fue noche y el día nunca fue día,
en donde los cuerpos libraron el juego
de tener que elegir entre el nombre y el fuego…
Nada me impide regresar, perdonar y partir
o quedarme un tiempo y exigir
formar parte de la tierra
porque cargo su nombre como herida de guerra.