Moshé ben Maimón, es una de los intelectuales más destacados de la Edad Media.conocido entre los judíos como Rambám, o Moisés, el egipcio, aunque nació en realidad en Córdoba el 30 de Marzo de 1138.
La notable posición de su familia, descendientes de un sabio de la Mishná, no evitaría que sufriera la expulsión decretada tras la invasión Almohade. Sí, la de 1492, no fue la única, ni la primera expulsión que sufrieron los judíos de Sefarad.
Después de un periplo por Europa y el Maghreb terminaría su peregrinar en Egipto, llegando a ser no solo un erudito en literatura hebrea, sino también árabe, romana y griega. Líder de su comunidad, su Mishná Toráh es aún referencia imprescindible en los estudios halájicos de la toráh escrita y oral.
Como médico, siguió la teoría de los humores de Galeno y llegó a ser el médico personal del Sultán Saladino: cómo filósofo, admiró a aristóteles y tendió a apartarse (al contrario que otros sabios sefardíes) de las tendencias mísitcas, dando cuenta de la increible riqueza y variedad de las manifestaciones culturales los judíos de Sefarad.
A él se debe por ejemplo, la extensión de la idea de que, cuando evidencia y literalidad de la escritura entrean en conflicto, la escritura debe interpretarse alegóricamente y aunque su influencia fue notoria incluso en el cristianismo, en el seno del judaísmo y especialmente en el islam, lo acusaron de racionalista y se opusieron a sus ideas.
Sus ideas que quizás no puedan calificarse de “originales”, fueron claves en la renovación filosófica de la Edad Media. Sin él, San Alberto, Santo Tomás, Alonso de Cartagena, Luis Vives o Spinoza, difícilmente hubieran sido como fueron.
Raul Mendoza