Miguel Ángel Motis galardonado con el premio Samuel Toledano: “Los aragoneses deben conocer su raíz judía y yo intento predicarla”

El presidente de la Comisión y quinto presidente del Estado de Israel, Yitzhak Navón, ha comunicado al profesor e investigador de Universidad San Jorge, Miguel Ángel Motis, la concesión del Premio Samuel Toledano por su investigación sobre el judaísmo en la Edad Media. El 1 de noviembre se le entregará el premio en Jerusalem.

Zaragoza.- Miguel Ángel Motis es un científico aragonés y profesor de la Universidad San Jorge. Doctor en Derecho e Historia, su carrera académica e investigadora ha sido premiada este mes por el prestigioso Instituto Misgav Yerushalayim con el galardón internacional “Samuel Toledano” en reconocimiento a su labor de divulgación de la historia y cultura de los judíos sefardíes.

Pregunta.- Le han entregado uno de los premios internacionales más importantes, el Premio Manuel Toledano, ¿Se siente orgulloso? ¿Qué ha significado para usted?
Respuesta.- Me siento profundamente orgulloso y reconocido academicamente porque este premio es el máximo galardón a un investigador de los judíos. Llevo 20 años estudiando esta cultura en tierra Prof MotisSefarad. Además, he invertido muchos días, meses y años en vaciar unos 20.000 documentos de judíos aragoneses.

P.- ¿Pensó alguna vez que le llegaría un reconocimiento de esta categoría?
R.- Honestamente cuando envié el libro nunca pensé que sería premiado. En cada edición concurren a esta distinción aproximadamente unos cien investigadores y son analizados los estudios por quince expertos en distintas materias. Mi máxima como investigador es ¡Persistir hasta alcanzar el éxito!

P.- ¿Cómo lo ha conseguido?
R.- Es un trabajo concienzudo, honesto y permanente. El haber escrito aproximadamente treinta libros en castellano, inglés, francés o hebreo sobre historia de los judíos y haber concurrido a decenas de congresos en todo el mundo te da una proyección internacional y un reconocimiento.

P.- Eso son muchas horas…
R.- Son muchas horas sustraídas al tiempo libre, a la familia o a otros hobbys… incluso problemas visuales porque algunos archivos estaban en condiciones deplorables. A pesar de esto, estoy muy satisfecho porque no es sólo un trabajo académico, sino también vocacional. Lo que tengo claro es que los aragoneses tienen que conocer su raíz judía y yo intento predicarla.

P.- Cuéntenos el estudio que ha sido premiado.
R.- Es un libro titulado “Los judíos en Uncastillo en la Edad Media desde los siglos XI al XV” en el que se hace un repaso desde todas las perspectivas posibles, teniendo en cuenta que la bibliografía emana del Archivo de la Corona de Aragón, del Catedralicio y otros municipales y notariales, de esta comunidad judía, aljama, formada por 130 personas desde el punto de vista histórico hasta su expulsión, pasando por el estudio de la geografía urbana y su convivencia con los cristianos.

P.- Ahora, ¿Qué es lo que está investigando?
R.- En estos momentos estoy trabajando en un libro sobre la Inquisición y los conversos en Monzón y otro que intentaré plasmar pronto que trata sobre la vida privada de la mujer judía en la Edad Media.

P.- Además, usted es profesor de la Universidad San Jorge ¿Cómo se lleva las facetas de investigador y docente a la vez?
R.- En la USJ se intenta que tanto la faceta investigadora como la académica se unan. Creo que la docencia tiene que estar alimentada por la investigación porque si no ésta fallece. De hecho, intento que mis alumnos aprendan y vivan la experiencia científica que es la investigación.

P.- ¿Cree que hay suficientes ayudas en Aragón y en España a docentes e investigadores?
R.- Creo que no porque muchas veces predicamos en el desierto. En los primeros años sientes una inmensa soledad y realmente el hecho de ser investigador parece que es más bien una labor de gente que hace las cosas por amor al arte, pero no como profesión. Debería profesionalizarse como en buena parte de Estados Unidos o de Europa. Espero que con el Plan Bolonia la situación mejore, porque en la actualidad está muy supeditada a la docencia. A pesar de ello, debo de reconocer que la Universidad San Jorge pretende emular en este sentido a la universidad anglosajona.

P.- ¿Cree que se conoce suficientemente todo nuestro pasado judaico?
R.- Después de esos 500 años de expulsión, hay un prejuicio muy grave, posiblemente basado en ese prejuicio instaurado por la Inquisición, hacia los judíos. Se les percibe como usureros o como alguien que atenta contra los principios básicos del cristianismo. Pero esto no es así, ya que he descubierto que en Aragón había cerca de 100 juderías muchas de ellas conservadas íntegramente. Este hecho está produciendo que muchos judíos estén viviendo para reencontrarse con su pasado.

La verdad que esos 500 años no es prácticamente nada porque corresponde a diez generaciones. Los aragoneses actuales están reconociendo que esa parte de lo judío está íntimamente ligado con su presencia. De hecho cuando la gente me pregunta sobre las aportaciones del Judaísmo en el pasado cristiano, yo les recuerdo que nuestra civilización es judeocristiana de tal manera que muchas veces no se sabe donde acaba lo judío y empieza lo cristiano. Una de las señas de identidad de lo aragonés siempre ha sido la pluriconfesionalidad: Cristianismo, Judaísmo e Islam; no se entiende nuestra cultura de otra manera.

P.- ¿Cómo piensa que se debería incentivar?
R.- Una de las fórmulas es mediante el fomento de los estudios científicos y académicos porque todo aquél descubrimiento que se esté realizando debe estar avalado por ello. Por ejemplo, con mi estudio se ha conseguido una labor de concienciación y divulgación a los propios habitantes de Uncastillo de lo que fue su propio pasado judío. Además, se ha conseguido que estos hallazgos sean una forma más de mantener atractiva esta localidad zaragozana a nivel cultural y turístico.

P.- Tratar el judaísmo es hablar del Estado de Israel. Desde su visión científica e histórica ¿Cree que se acabará algún día el conflicto entre Israel y Palestina?
R.- Abogo porque tarde o temprano se llegue a la desaparición del conflicto. La paz es sagrada como es la tierra de Israel y de Palestina. Son dos pueblos que han convivido siempre y que han sido nómadas. Espero que desde ambas partes se llegue a una solución: una nación con dos estados con capitalidad en una Jerusalem compartida.

Fuente: Aragon Digital

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