Mordejay Guanich, presidente de la asociación sociocultural Mem Guímel, destaca el valor único de la ciudad como “la única judería viva de España” y detalla el proceso y la importancia de este reconocimiento
por Tania Chocrón
La ciudad autónoma de Melilla ha dado un paso más en su ambiciosa apuesta por formar parte de la Red de Juderías de España, una asociación de ciudades con un legado judío destacando que impulsa la preservación, divulgación y promoción turística de este patrimonio.
Así lo ha explicado Mordejay Guanich, presidente de la asociación sociocultural Mem Guímel, en declaraciones a El Faro de Melilla, en las que detalla el recorrido histórico de esta candidatura, los avances alcanzados, el respaldo institucional que la sustenta y los beneficios que su ingreso podría generar.
Una aspiración que comenzó hace más de una década
La idea de que Melilla formara parte de la Red de Juderías no es reciente. Tal como recuerda Guanich, «hace unos catorce años desde Mem Guímel empezamos a hablar de la importancia de entrar en la red, porque es una institución que actúa como un escaparate al mundo, especialmente en el ámbito turístico». Sin embargo, en aquel momento la ciudad no cumplía con los estatutos establecidos por la red, que exigían que las ciudades candidatas hubieran tenido una judería activa antes de la expulsión de los judíos en 1942. «Melilla no tenía una judería previa a esa fecha, por lo que la candidatura quedó inicialmente descartada», explica.
No obstante, con el paso del tiempo, se reformularon los criterios de admisión. Ahora también pueden optar aquellas ciudades que demuestren una vinculación sólida con la cultura judía, ya sea por su trayectoria, su patrimonio o su compromiso con la divulgación de este legado. Este cambio permitió reactivar el proyecto de candidatura de Melilla, que desde entonces ha ido fortaleciéndose con el respaldo de instituciones locales y el trabajo constante de asociaciones como Mem Guímel.
Un trabajo conjunto
El recorrido de esta candidatura ha contado con una implicación institucional sólida y sostenida en el tiempo. Guanich destaca especialmente el papel de la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, quien ha liderado numerosos esfuerzos desde su propia área: «Ella ha sido clave en este proceso, trabajando desde hace años para sentar las bases que nos permitan formar parte de la red».
Además, la candidatura ha sido respaldada de forma unánime por los 25 diputados de la Asamblea de Melilla. «Este apoyo transversal es fundamental. Ha habido una colaboración entre Cultura, Turismo y otras áreas que refuerza la legitimidad de nuestra propuesta», señala Guanich.
A este trabajo se le suma la labor de Mem Guímel en la investigación y la divulgación del patrimonio judío local, con la creación de rutas culturales, publicaciones, exposiciones y actividades educativas.
La única judería viva de España
Uno de los elementos más significativos que distingue a Melilla de otras ciudades candidatas es la vigencia de la comunidad judía. «Somos la única ciudad en España donde todavía existe una judería viva. No se trata solo de legado, sino de presente: hay un barrio hebreo, sinagoga, vida comunitaria. Es un hecho diferencial respecto a otras ciudades que tienen herencia judía, pero no presencia actual», afirma Guanich con contundencia.
Esta realidad convierte a Melilla en un ejemplo único de convivencia y continuidad cultural. La Red de Juderías, sostiene, se beneficia también de contar entre sus filas con una ciudad donde la historia no se ha interrumpido, sino que sigue viva, dinámica y en interacción con el resto de la sociedad melillense.
Pasos administrativos y próximos desafíos
Actualmente, la candidatura de Melilla se encuentra en una fase avanzada. Ya se ha realizado una visita técnica a la ciudad por parte de representantes de la Red de Juderías para evaluar su potencial in situ. También se ha entregado la documentación requerida, que incluye un inventario detallado del patrimonio hebreo melillense, proyectos culturales, actividades y argumentos de peso que justifican la inclusión de la ciudad en esta red nacional.
Los próximos pasos incluyen la defensa institucional de la candidatura por parte de un representante – posiblemente de la Consejería de Cultura – ante la Asamblea de la Red, formada por los alcaldes de las ciudades miembros.
«Son ellos quienes votan, porque la red es una institución de carácter municipal, y la candidatura debe ser presentada de manera oficial, no a título privado», aclara Guanich.
Conexión internacional
Para Melilla, ingresar en la Red de Juderías representa una oportunidad de visibilidad internacional. «Esta red participa en todas las ferias de turismo importantes del mundo, como la FITUR en Madrid, y en todas ellas se muestra material promocional de las ciudades que forman parte. Eso significa una proyección global que ahora mismo no tenemos», explica.
Además, se abre la posibilidad de impulsar un tipo de turismo muy específico y con fuerte carga emocional: el turismo de raíces. «Hay muchos descendientes de judíos melillenses en otros países que pueden volver a visitar la ciudad. Es un público que tiene vínculo afectivo con Melilla y que puede dinamizar el turismo y la economía local», señala.
Apoyo de otras ciudades de la red
Durante estos años de trabajo, Melilla ha establecido lazos con otras ciudades que ya forman parte de la red. «Hemos estado en contacto con Córdoba, Lucena, Jaén, Ribadavia y otras. Hemos compartido experiencias, organizado charlas y colaborado en exposiciones. Cada vez que participamos en actividades con otras juderías, hablamos de Melilla», afirma Guanich.
Estas colaboraciones han contribuido a posicionar a Melilla como una candidata sólida y respetada. «Creo que somos una de las ciudades con más peso patrimonial y simbólico entre las candidatas. Y lo más importante: tenemos una comunidad judía viva que aporta valor real y presente», concluye.
Fuente: elfarodemelilla.es