Melilla celebra la herencia sefardí como símbolo de paz y convivencia intercultural

 

El programa ‘Shalom’ y el curso de verano ‘Melilla Sefardita: pasado, presente y futuro’ refuerzan los lazos históricos y culturales entre la comunidad judía y el resto de la sociedad melillense en una ciudad que aspira a ser ejemplo mundial de tolerancia

Melilla acogió recientemente una nueva edición del programa televisivo ‘Shalom’, acompañado por la celebración del curso de verano Melilla Sefardita: pasado, presente y futuro, dentro del marco de la Cátedra Melilla Sefarad en la Universidad de Granada. Esta doble presencia cultural y académica, no solo resalta la historia de la comunidad judía en la ciudad, sino que también subraya el modelo de convivencia entre culturas y religiones que Melilla ha sabido cultivar a lo largo de los siglos.

El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, fue el primero en intervenir en el programa, donde se encargó de dar la bienvenida a una ciudad que, según sus palabras, «es un crisol de cultura» y un territorio donde «el respeto, la hermandad, la libertad y la paz», son principios sagrados.

«Deberíamos y podemos ser un ejemplo mundial de que es posible la paz y la convivencia», afirmó Imbroda.

Las raíces judías de Melilla

Imbroda también quiso recordar la profunda relación histórica entre Melilla y su comunidad judía. «La comunidad judía es muy antigua en la ciudad, somos paisanos y hermanos. Nos conocemos desde siempre y eso permite que nos respetemos profundamente», señaló. El presidente describió con emoción cómo ha asistido a bodas en sinagogas donde se leen capitulaciones matrimoniales en castellano medieval, una práctica que ilustra la continuidad y riqueza del legado sefardí.

«Nos sentimos privilegiados por conocer estas costumbres, por compartir sus fiestas, sus sentimientos y sus vivencias», añadió, destacando que esta cercanía ha sido uno de los pilares del respeto mutuo que define la sociedad melillense.

La Cátedra Melilla Sefarad-UGR

Miguel Ángel Espinosa, actual presidente de la Cátedra Melilla Sefarad- UGR, explicó que este proyecto nació de la mano de Mordejay Guahnich, presidente de la comunidad judía de Melilla, y de la catedrática María José Cano. La cátedra, en activo desde hace tres años, tiene como misión «promover el estudio y la difusión del legado sefardí, tanto en su dimensión histórica como en su proyección futura».

Espinosa destacó que el respaldo de la Universidad de Granada ha sido crucial para sostener esta iniciativa, que busca convertir a Melilla en un centro de referencia para los estudios sefardíes. «Este curso es una oportunidad única para estudiantes de dentro y fuera de Melilla», subrayó.

Valor pedagógico

La decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, Lucía Herrera, señaló que Melilla es «un verdadero laboratorio intercultural» y que iniciativas como esta son esenciales para fomentar una ciudadanía más plural y empática. «Es un enriquecimiento para nuestros hijos desde pequeños, al compartir vivencias con personas de distintas culturas», afirmó.

Según Herrera, conocer tanto la identidad propia como la ajena ayuda a crear una sociedad más cohesionada y con menos prejuicios. «La multiculturalidad en Melilla no es un eslogan, es una realidad vivida diariamente», sentenció.

La cultura sefardí, a través de sus voces

Durante el curso se impartieron diversas conferencias de especialistas en cultura judía, todas orientadas a mostrar la riqueza del legado sefardí en Melilla y su conexión con la actualidad.

Mordejay Guahnich ofreció una charla sobre el calendario judío y las festividades religiosas, destacando la importancia de su libro ‘Costumbres y Tradiciones Judías en Melilla’, un recurso que resume las enseñanzas transmitidas en los seminarios que dirige. «Queremos reflejar todo lo que hemos aprendido con los alumnos sobre la cultura sefardí en nuestra ciudad», explicó.

Por su parte, Alicia Benarroch, profesora de la UGR, centró su intervención en el papel de la mujer judía melillense, una identidad poco conocida y a menudo invisibilizada. «Llevo con orgullo mis tres identidades: judía, mujer y melillense. Y esta conferencia responde a la necesidad de visibilizar esa fusión», expresó. Su exposición detalló prácticas como la ketubba y la adafina, que combinan influencias sefardíes, bereberes y andalusíes.

La ley judía y su impacto contemporáneo

José Aserraf, logopeda, dedicó su intervención a explicar el concepto de kosher, las normas alimentarias judías y su respaldo desde la ciencia moderna. «Quise mostrar cómo estas prácticas no solo son parte de una herencia religiosa, sino que también tienen beneficios probados desde un punto de vista nutricional», comentó.

Simi Hayón, abogada y mediadora, abordó al historia milenaria del judaísmo y la función transmisora de la mujer dentro de la familia judía. «Somos herencia y transmisión. Nuestra vida está marcada por hitos que nos ordenan y nos cohesionan como comunidad», expresó. Además, destacó la participación activa de jóvenes musulmanes en su ponencia, lo que evidenció según ella, la riqueza de los paralelismos culturales y el interés genuino por entender al otro.

Melilla, ciudad bendita por su convivencia

El presidente, Juan José Imbroda, cerró su intervención con una afirmación que resume el sentir colectivo: «Melilla es una tierra santa. Aquí el equilibrio entre religiones roza la perfección».

Reconoció que aunque muchos judíos emigraron en las décadas pasadas, el amor por la ciudad permanece intacto.

La historiadora María Elena Fernández, también aportó una mirada académica sobre el retorno del judaísmo a Sefarad, subrayando el papel de Melilla como nexo entre el exilio y la recuperación de una identidad casi extinta tras la expulsión de 1492. «Melilla es un puente entre el pasado sefardí y su redescubrimiento moderno», dijo.

Más allá de las aulas

El programa finalizó con la intervención de la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, que subrayó que la convivencia en Melilla no es un ideal, sino una realidad tangible.

“Los judíos son nuestros vecinos, y con ellos compartimos celebraciones como la Hanukkah, donde organizamos un acto público conjunto. Participamos en el encendido de la menorá junto a todas las instituciones. Recientemente, también nos hemos unido a la comunidad musulmana para felicitar a más de 6.000 personas que celebraban la Pascua del Sacrificio durante la Musal-la, en una explanada céntrica frente al mar. Del mismo modo, nos unimos a la celebración del Diwali y de la Navidad, así como, hace apenas unas semanas, acompañamos a la comunidad católica en la procesión del Corpus Christi, recorriendo las calles con respeto y participación institucional en sus ritos y celebraciones religiosas», aseguró la consejera de Cultura.

Mohatar también advirtió de los riesgos de perder ese equilibrio si no se cuida intencionadamente. «Melilla es una ciudad madura en su interculturalidad, pero también vulnerable. Sabemos que lo que hemos construido puede peligrar, y por eso trabajamos cada día para preservarlo», concluyó.

Por Tania Chocrón
Fuente: El Faro de Melilla | 24.7.2025

Check Also

CCS y AMIJAI Actividad Presencial: JAVIER LEIBIUSKY Presenta su libro «DEL BÓSFORO A VILLA CRESPO» – Jueves 21 de agosto, 18:30 hs

Te invitamos a un encuentro con el autor Javier Leibiusky y su libro «Del Bósforo …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.