
Aunque existen pruebas históricas detalladas sobre su ubicación, el antiguo cementerio sefardí de Zamora sigue sin ser investigado. Hoy podrían usarse tecnologías no invasivas para estudiarlo, pero ni siquiera se ha planteado una prospección.
Incluso en el siglo XIX el lugar conservaba su nombre original, aunque llevaba siglos en desuso y se utilizaba como escombrera. En 1798, el convento de Santo Domingo reclamó su titularidad, un derecho ya reconocido en 1545, cuando el espacio había dejado de tener uso funerario. Hoy, el sitio sigue sin señalizarse ni protegerse, y su historia permanece enterrada bajo capas de abandono.
La Asociación Sefardí de Zamora recuerda que “el antiguo cementerio judío de Zamora es uno de los más documentados de España”, y denuncia que, pese a esta riqueza documental, nunca se ha hecho una prospección científica del terreno. Con la tecnología actual —georradar, sensores de suelo y otras herramientas no invasivas— sería posible localizar restos sin necesidad de excavar. Pero nadie ha dado el primer paso.
Mientras tanto, algunos investigadores cuestionan incluso si este cementerio pertenecía a la judería nueva, y apuntan que el de la judería vieja podría haber estado al otro lado del puente de piedra. Esa duda histórica podría resolverse con una intervención rigurosa. Pero por ahora, la historia sigue bajo tierra. Literalmente.
Por Nuria Galindo
Fuente: Zamora 24 horas | 24.7.2025