Por María José Arévalo Gutiérrez
Monterrey pasó por tres fundaciones, porque las primeras dos fracasaron por la resistencia de los indígenas de la región, las condiciones del terreno y los desencuentros de dos fundadores con la Inquisición. Fue hijo de cristianos nuevos, es decir, de judíos o moriscos recién convertido, naciendo Luis Carvajal y de la Cueva en la villa de Mogodorio provincia de Traz-os-Montes, en el año de 1539. Hijo de Don Gaspar y Doña Catalina, que de acuerdo a una investigación llevada a cabo, provenían de las juderías de Tudela de donde brotaron dos grandes luminarias polígrafas: Abraham ibn Ezra, Yehuda Halevy y aquel intrépido viajero del siglo XII Benjamín de Tudela, ilustre hebreo que llevó el nombre de la ciudad de Tudela hasta los confines del mundo. En su niñez solo visito la escuela hasta que cumplió los ocho años no sabiendo ni leer o escribir. Este personaje pertenecía a una casta de hidalgos valientes y conquistadores, que se aventuraban a viajar a las Indias en busca de riqueza y reconocimiento.
Siendo aún niño se marchó a Lisboa con su tío Duarte de León, Duarte del Rey de Portugal, para partir hacia las islas de Cabo Verde para servirle a su majestad. Contrajo matrimonio en la capital hispalense (Sevilla) con Doña Guiomar de Rivera, estableciéndose a orillas del Guadalquivir para dedicarse al comercio tan boyante por aquella época, aunque parece ser que lo de los negocios no estaba concebido para él. Un mal trato de trigos le hizo perder gran parte de su caudal. Esto le conllevo a partir de nuevo hacia el Nuevo Mundo para remediar aquel negocio desafortunado que le llegaron incluso a generar problemas conjúgales.
Su llegada a la Nueva España no la llevo a cabo con las bodegas del navío vacías. Su carga se fundamentada en vinos, que fueron vendidos por conducto de los encomenderos de Veracruz, México y Zacatecas, no abandonando aquellas tierras para dedicarse principalmente en administrar una hacienda de ganado mayor y algunas comisiones militares otorgadas por el gobierno virreinal. En este primer viaje había venido como almirante de una flota destinada a la Nueva España sin devengar salario alguno por este cargo. Participo en multitud de batallas en contra de los piratas ingleses que arribaban a las costas mexicanas. Tras una temporada retirada de dichas hazañas Don Martin Enríquez volvió a utilizar los servicios de Carvajal allá por 1576, para reprimir a los indios fronterizos de la Hueasteca. En esa incursión tierra adentro quiso el destino que se descubriera el Nuevo Reino de León. Por los años de 1579 Carvajal regreso a España primero para solicitar su recompensa y segundo para traer a su familia consigo. Infeliz en su matrimonio por la incompatibilidad de caracteres que existía entre él y su esposa, se les unía que carecían de descendencia. Aparte Doña Guiomar, manifestada un cierto fanatismo hacia su creencia judía, negándose por ese motivo a acompañar a Carvajal al Nuevo Mundo por ser este un católico convencido.
Para el viaje, donde iba a embarcar toda la familia, también se alistaron otros colonos, criados, carpinteros, sastres, escribanos y muchos cristianos nuevos y no pocos fanáticos judíos que no solo seguían su fe, sino que hacían gran aspavientos de ella. La nave de carácter pesada, disponía de una amplia cabida no solo para dar acceso a los emigrantes, sino a los objetos de uso personal, animales, herramientas, vinos, […]. La distintas naos de la que se componía la flota tomo puerto en Sanlúcar de Barrameda, como era habitual para todos los barcos que participaban en la carrera de las Indias. El entretenimiento entre los pasajeros era la contemplación del espacio hasta su llegada a Tampico, donde una vez tocado firme, se adentraron hasta llegar a la Sierra de San Gregorio, lo que dio lugar posteriormente a la fundación de la ciudad de León.
A partir de aquí, se constituyeron varias ciudades como Villa del Saltillo y Villa de San Luis (hoy conocida como Monterrey), siendo su alcalde mayor el capitán Gaspar Castaño de Sosa. La primera fundación de la ciudad de Monterrey se le atribuye a Alberto del Canto, un militar luso español de origen sefardí, que durante la conquista de América exploró la zona noreste de México. Sin embargo a pesar de su logro, fue encarcelado por la Inquisición acusado de judaizante, aunque logró escapar para vivir entre los nativos hasta que se retiraron los cargos que contra el pesaban. Aproximadamente un sesenta y ocho porciento de las familias que embarcaron para pisar tierras mejicanas eran de origen judías. La suerte y desgracia por la que lograron huir se le atribuye gracias al oro judío que poseían con el fin de evadirse de la persecución religiosa que estaban soportando en gran parte de Europa. Con lo que no contaron fue con el resultado recibido.
La vida para los sefarditas enviados por Carvajal se trasformó en una tarea ardua por las inclemencias del tiempo, los eternos ataques por parte de los indios y el acosamiento que se perpetuaban en el tiempo por parte de la Inquisición. La huida había sido casi infructuosa ya que el escenario se había incluso agravado.
Carvajal ejercía la fe mosaica aunque se evangelizó. No fue un hecho de conversión por egoísmo puro para salvar su vida, sino que fue un acto sincero, aunque el virrey Lorenzo Suárez de Mendoza asumiera el papel de sacar a la luz el origen “impuro”. Poco tiempo transcurrió hasta que este terminara a pesar de su gesto sincero en las cárceles secretas del Santo Oficio. Aunque los inquisidores no descubrieron motivo alguno para querellarse contra el por seguir su práctica judaica, se le sanciono al destierro aunque continúo prisionero por motivos jurisdiccionales. En el año 1590 tuvo que verificar su Auto de Fe, haciendo penitencia mientras escuchaba su sentencia en la Catedral de México.
Su sobrino Luis de Carvajal, también conocido como “el mozo”, fue un judío sincero que nunca se retracto de sus creencias, siendo ese el motivo por el que toda su familia fuese hecha prisionera. Gracias a una merced exclusiva del inquisidor general de España, fueron indultados aunque Luis “El mozo” continúo “desafiantemente” ejercitando su fe, hasta que se le arresto de nuevo. Los inquisidores trataron de cristianizarlo por todos los medios, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos siendo penado a la hoguera. El miedo de soportar este martirio le hizo razonar evangelizándose a última hora, siendo el medio de ejecución reformado en la muerte por el garrote vil para ser posteriormente quemado. La conversión fue un acto de enmascaramiento para evadir la agonía a la que se había expuesto al no cumplir los mandatos de los inquisidores. Antes de morir se despidió de su familia con el Shma Israel, siendo hoy venerado por los judíos como el protomártir de América.
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Soy de Monterrey, soy Cristiano, mis padres no nacieron en esta ciudad, por lo que es muy remota la posibilidad que yo tenga algun pariente judio ó venga de sangre Judia(aunque no cuento con mi arbol genealogico),pero siempre he tenido mucho interes en su cultura y siempre estoy al tanto de lo que pasa a su pueblo,me encanta la Musica y peliculas relaciondas con el mismo tema, tuve una Libreria de articulos Religiosos Cristianos, pero tambien llegue a comprar online en Israel, shofar, menorahas y Musica, DVDS.
Tengo muchas deseos de entrar a una Sinagoga acá en la Ciudad(si es que me permiten entrar),aunque creo que solo hay una, me gustaria tambien poder aprender Hebreo, aunque ya soy algo grande de edad, tengo 54años, ojala no se molesten por mi comentario y alguien que viva por acá me pueda ayudar.
Saludos y BENDICIONES desde acá de Monterrey, N.L. México.
Ve con Rabino y platica tus inquietude,aqui son muy cerrados pero en EU no y te orientan. Te recomiendo San Antonio Tx.