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Continuación del artículo Los Judíos de Portugal (1ª parte) y (2ª parte),.
SINTRA
Las singulares características de Sintra, una hermosa ciudad al pie de la sierra del mismo nombre, llevaron a la UNESCO a declararla Patrimonio de la Humanidad. Hubo que crear una categoría especial para este caso–la de «paisaje cultural»—para tener en cuenta su entorno natural, así como los edificios históricos de la ciudad y de las montañas. Dotadas de una exuberante vegetación, las montañas son parte del Parque Natural de Sintra-Cascais.
Los musulmanes construyeron dos castillos en Sintra en los siglos VIII-IX: uno encima de un promontorio cerca de la ciudad y el otro, más abajo, que fue la residencia de los gobernantes árabes de la región. Dom Afonso Henriques, primer rey de Portugal, conquistó éste último para los cristianos en 1147. En el siglo XV se comenzó la construcción en el actual Palacio Nacional de Sintra, ubicado en el mismo sitio, que fue utilizado como residencia real hasta finales del siglo XIX. Sus dos enormes chimeneas cónicas hacen que sea el edificio más característico de Sintra.
Otro edificio importante es el Palacio Nacional de la Peña, un palacio del siglo XIX que se alza sobre la cima de una colina por encima de Sintra. En un día claro se puede ver desde Lisboa y gran parte de su área metropolitana. Es un monumento nacional y constituye uno de los principales ejemplos de la arquitectura romántica del siglo XIX en el mundo. El Palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es una de las siete maravillas de Portugal.
En 1809 Lord Byron escribió a su amigo Francis Hodgson: “Debo mencionar que el pueblo de Cintra en Estremadura es el más hermoso del mundo.”
La Sintra Judía
La primera referencia a la judería de Sintra data del siglo XII. Era una comunidad pequeña, con un rabino, un notario, un guardián y una sola calle. Se menciona la sinagoga por primera vez en una carta de tenencia de 1407. La población judía creció al mismo tiempo que la actividad económica de la ciudad. A finales del siglo XV, esta comunidad ingresó alrededor de 600 reales, una cantidad relativamente modesta en comparación con otros barrios judíos, como los de Lisboa, Porto, Coimbra, Santarém y Évora.
En el siglo XV, Afonso V comenzó a recibir quejas de los cristianos, debido a un intento por parte de los judíos de extender su comercio a más amplias zonas de la ciudad. Esto llevó al rey a decretar que los judíos sólo pudieran usar la puerta de la Judería como lugar de comercio.
En el siglo XV y principios del siglo XVI, algunos cristianos viejos denunciaron a las autoridades que niños «cristianos nuevos» jugaban cerca de la Iglesia de San Pedro de Canaferrim, una clara “falta de respeto al terreno sagrado”, a pesar de que la Iglesia había estado en desuso desde 1493. En 1501, la comunidad de cristianos nuevos de Sintra fue acusada de judaizar. El último documento referente a la sinagoga de Sintra data de 1503.
El barrio judío se encuentra en la actual “Rua das Padarias” o “Rua Nova”. Es interesante observar que, incluso en épocas relativamente recientes como los comienzos del siglo XX, vivieron y trabajaron en esta zona posaderos, sastres y zapateros con nombres típicamente novo-cristianos, como David Gabriel Cardoso.
Continuará…
