No se conoce Zamora en una hora, y tampoco en este mismo tiempo se puede conocer la historia Pueblo Serfadí, pero sí tomar una primera aproximación.
La diáspora (en griego: διασπορά [diasporá], ‘dispersión’), implica la dispersión de grupos étnicos o religiosos que han abandonado su lugar de procedencia originaria y que se encuentran repartidos por el mundo, viviendo entre personas que no son de su mismo origen o condición. Término empleado también para referirse al exilio judío fuera de la Tierra de Israel y la posterior dispersión del pueblo judío por el mundo.
Poco más de una hora y media estuvimos en tan bella e histórica ciudad, a esas horas de la tarde en el que el calor invita a la gente a acostarse la siesta, para asistir a una de las ponencias del Congreso Internacional “Los Judíos en el Antiguo Reino de León”, celebrado el pasado jueves y viernes.
Cultura de resistencia por asentamientos de judíos perseguidos a ambos lados de la línea fronteriza entre ambos países, conocida con el nombre de La Raya, cuyas tradiciones se transmitían oralmente por ser secretas, con el objeto de no dejar pruebas evidentes por las que pudieran ser apresados en su persecución, primero perseguidos en Castilla y Galicia, fruto de la violencia antijudía, y más tarde por el Edicto de los Reyes Católicos.
Poco tardarían también en ser expulsados de Portugal por Manuel I al emparentar con los Reyes Católicos al casarse con su hija María, cediendo de esta manera a su exigencia de expulsar de su reino a los judíos. Así se formó La Raya.
Cultura de resistencia por asentamientos de judíos perseguidos
a ambos lados de la línea fronteriza entre ambos países,
conocida con el nombre de La Raya,
cuyas tradiciones se transmitían oralmente por ser secretas,
con el objeto de no dejar pruebas evidentes 1925
Se nos dio a conocer que, entre los vestigios que recuerdan el paso de este pueblo y de su cultura por esta zona, se encuentran “Las Rezas de Bragança”, escritas por el criptojudío Eugenio Carvalho, abuelo de otro de los miembros invitados a las mesa, Antonio Fernandes, plasmando de esta manera por escrito oraciones que se habían transmito oralmente de generación en generación, fundamentalmente por las abuelas.
Llegó sin esperarlo el final del acto, y una puerta se había abierto; la curiosidad de saber más de quienes integran la multiculturalidad de este país, del paso por su historia, de su propia historia, de la historia de una cultura de resistencia de un pueblo errante.
Gracias José Manuel por habernos abierto esa puerta.
Fuente: Plaza Abierta