
Lo que parece una simple palabra usada en las panaderías antioqueñas podría ser la clave de una historia ancestral que une a los paisas con tradiciones del otro lado del mundo
En Antioquia, pedir parva en una panadería es tan común como saludar con un “¿qué más pues?”. Pero lo que muchos no saben es que esa palabra, aparentemente sencilla, podría estar vinculada a una herencia cultural mucho más profunda de lo que imaginamos.
Relatos Mágicos, el programa de Teleantioquia que rescata las historias menos contadas de nuestra identidad, exploró la posibilidad de que costumbres tan arraigadas como la parva tengan un origen judío sefardita, y que Antioquia guarde en sus tradiciones populares huellas vivas de un pasado silenciado.
¿Parva o Parve?: una palabra que no se perdió
Aunque comúnmente se cree que “parva” proviene del latín parvus (“pequeño”), una mirada más detallada revela otra posibilidad más reveladora: su relación con el término hebreo parve, que en la ley judía designa alimentos “neutros”, es decir, que no contienen ni carne ni lácteos, y por tanto pueden acompañar cualquier comida.
Lo más llamativo es que este término aún se usa activamente en las comunidades judías de todo el mundo, desde Israel hasta Nueva York, pasando por Argentina y México, donde las comunidades sefardíes lo reconocen de inmediato. En contraste, fuera de Antioquia, la palabra “parva” no tiene sentido en otras regiones de Colombia, lo que hace aún más intrigante su presencia tan viva y única entre los paisas.
Diversidad en la migración española: más que conquistadores
Tras la primera ola colonizadora, una segunda migración desde España trajo a América grupos menos visibles: vascos, andaluces, castellanos, gitanos y judíos conversos. Muchos de estos últimos, perseguidos por la Inquisición, llegaron a tierras montañosas como las de Antioquia, donde el aislamiento geográfico ofrecía una relativa seguridad.
Eran hombres jóvenes, cristianos nominales pero con raíces judías, en su mayoría “de buena cuna», que encontraron en las montañas antioqueñas un lugar fértil para reinventarse. De ellos nacería lo que hoy se conoce como la “raza antioqueña”.
La herencia sefardita en las costumbres paisas
Más allá del lenguaje, hay muchas otras coincidencias que sugieren una posible influencia sefardita en la cultura paisa:
- La celebración del Día de las Velitas tiene sorprendentes paralelos con Hanukkah, la fiesta de las luces judía.
- El uso frecuente de nombres bíblicos como Elías, Moisés, David o Sara.
- Elementos de la arquitectura morisca que se filtraron en la vivienda antioqueña tradicional.
- El poncho, que suelen llevar los campesinos antioqueños, parecido al talit, el manto de oración judío.
- Y no menos curioso, el acento paisa tiene resonancias que algunos lingüistas han comparado con el ladino, la lengua que hablaban los judíos sefarditas expulsados de España.
Una identidad silenciada pero persistente
Durante siglos, la persecución religiosa obligó a muchos judíos a ocultar sus orígenes. En Antioquia, esta negación vino acompañada de una conversión radical al catolicismo, que terminó moldeando buena parte de las costumbres religiosas de la región. Sin embargo, esa herencia cultural, lejos de desaparecer, parece haber quedado incrustada en lo más íntimo de la vida cotidiana: en la mesa, en las fiestas, en los nombres, en la forma de hablar… y sí, también en la parva.
Hoy, cada vez más investigadores, genealogistas y curiosos se preguntan si esa “antioqueñidad” de la que tanto se habla tiene más raíces en Sefarad que en Castilla. La huella sefardita en la cultura paisa no solo parece más visible que la indígena o la africana —prácticamente inexistentes en algunos municipios del departamento—, sino incluso más fuerte que la influencia española en su forma convencional.
¿Y si la historia fuera distinta a la que nos contaron?
Relatos Mágicos no pretende dar respuestas definitivas, pero sí abrir puertas a preguntas necesarias. ¿Quiénes somos realmente? ¿Qué memorias ocultas llevamos en nuestros apellidos, en nuestras recetas, en nuestras palabras?
Quizás la próxima vez que pidas parva, estés evocando sin saberlo siglos de historia, resistencia y adaptación de un pueblo que, aún escondido, nunca se dejó borrar del todo.
Mira el capítulo completo de Relatos Mágicos aquí y sigue descubriendo las raíces ocultas de nuestra identidad antioqueña.
Fuente: Teleantioquia