Esta puerta fue demolida en la segunda mitad del siglo XIX pero se ha seguido llamando así a la zona en la que estuvo.
La Puerta de la Carne era una de las antiguas puertas que servían como punto de entrada y salida a la ciudad amurallada de Sevilla. Se encontraba situada en la actual Avenida Menéndez Pelayo, más o menos en la confluencia entre las calles Santa María la Blanca y Cano y Cueto, y se construyó con la ampliación almorávide de la muralla de la hispalense.
A través de esta puerta se canalizaban el alcantarillado de desagüe y las cañerías de abastecimiento de agua potable, que se dirigían al Alcázar y a la Fábrica de Tabaco.
El nombre de la puerta
La puerta recibió varios nombres a lo largo de los años. La original del siglo XII, llamada de Bab-Chahwar, era una simple estructura con entrada en recodo, siguiendo una lógica defensiva sin más intenciones de representación. Fue llamada de Minora por los musulmanes. De hecho, era la única salida al exterior de la antigua Judería.
Durante época almohade, sin embargo, era conocida como Bab Yahwar (Puerta de las Perlas), y más tarde paso a llamarse Puerta de la Judería. El último nombre que se le dio fue el de Puerta de la Carne y se debió a la existencia de un matadero construido junto a ella en la época de los Reyes Católicos cuya producción de carne para abastecimiento de la ciudad le dará el nombre con el que la conocemos hasta hoy.
Este fragmento de la ciudad intramuros estaba alejado de los centros monumentales de Sevilla. En su entorno se encontraba el el zoco medieval, posteriormente mercado, en la actual calle de Santa María la Blanca.
La gran modificación de la misma se realizará más tarde, en el siglo XVI, tras la instalación extramuros, a poca distancia de la puerta, de dicho matadero.
Mientras tanto, la ciudad intramuros paulatinamente se colmata y comienza a expulsar los usos fabriles hacia zonas más periféricas. A lo largo del siglo XIX, la creación de viviendas burguesas va a ir acompañada de operaciones de renovación e higienización urbana llevarían al embellecimiento de la Ronda Urbana. Por este motivo, sería finalmente demolida en 1864 para dar lugar al posterior ensanche de la calle Santa María la Blanca y consecuente descontextualización del emplazamiento original de la Puerta.
La puerta de la Carne sigue aún en el imaginario colectivo de los sevillanos debido a la importancia otorgada al lugar durante cientos de años, por lo que aun sigue en el vocabulario cotidiano de los lugareños para señalar la zona donde se encontraba esta famosa construcción.
Por CARMEN P. ACAL