EL 17 de febrero del año 2010 cuando publicábamos el artículo «Los sefaradíes en la independencia de Venezuela» se podían encontrar muchas referencias a los judíos de la ciudad de Coro y al pie la referencia del libro «La Comunidad Judía de Coro 1824-1900» por Isidoro Aizemberg con muchas referencias a los judíos de origen español.
La Fundación Internacional Raoul Wallemberg publica en forma gratuita libros electrónicos (digitales, para descargar y leer en computadora normalmente en formato PDF) este libro.
Reproducimos aqui la introducción pero se puede descargar completamente en este enlace.
Nuestras felicitaciones a la FIRW y al autor por poner gratuitamente a disposición de la comunidad este material.
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La Comunidad Judía de Coro 1824-1900 por Isidoro Aizemberg
INTRODUCCION
En junio de 1821, Simón Bolívar selló la independencia de Venezuela en el Campo de Carabobo. Pero sólo en mayo, 1823 los patriotas lograron liberar la ciudad de Coro ocupada hasta aquel entonces por la alianza de las fuerzas españolas y criollas leales a la corona peninsular. Un año más tarde, David Hoheb, judío curazoleño, ya se había establecido en la ciudad, sede de la primera diócesis venezolana.
A él se le unieron otras familias de correligionarios quienes formaron en Coro sus hogares. A este núcleo curazoleño le tocaría el mérito de haber establecido la primera comunidad judía en la América de habla hispana libre de la corona española.
El presente trabajo representa un intento de reconstruir el pasado de esta comunidad, la cual, a pesar de su reducido número, aportó valiosamente a la vida política, social y cultural de la capital del Estado Falcón y consecuentemente de toda Venezuela. Para el lector no judío esta narración constituirá la historia de una minoría más —idiosincrática por cierto— que se incorporó al crisol de razas, nacionalidades y credos que constituyen la Venezuela actual. Para el lector judío, el pasado de sus antepasados corianos será un capítulo adicional en la larga lista de historias de las comunidades que formaron la diáspora judía durante los últimos dos mil años.
En el contexto de la historia universal la existencia de la comunidad judeo-coriana pasa totalmente desapercibida. No puede ser de otro modo cuando en su apogeo la comunidad no contó sino con un poco más de un centenar de almas. Mas la importancia no se mide siempre por las estadísticas. En el marco de la historia judía los judíos corianos constituyeron la vanguardia de las corrientes inmigratorias judías a la América Latina. Siendo descendientes de honorables ramas de la gran familia sefardita, (la cual se originó en España), de habla hispana y afines a ciertas costumbres que caracterizaron al criollo de aquellos días, no encontraron mayores dificultades para establecerse en los vastos territorios que ofrecía la Venezuela que se terminaba de sacudir del control español. Contrariamente a lo que sería el caso con posteriores inmigraciones judías de habla germana o eslava, los sefarditas pudieron hacerse muy pronto parte del nuevo medio. Pocos en número y aislados de los centros judíos más activos, su asimilación a la sociedad que los rodeó se aceleró. Se distinguieron durante las primeras dos o tres décadas de residencia en Coro por su identificación con ciertas prácticas religiosas, pero éstas se hicieron paulatinamente más tenues. A pesar de ello, el criollo nunca dejó de considerar a los inmigrantes curazoleños como al «gremio hebreo», generalmente respetado y honrado, pero contra el cual se desataron intermitentemente ataques físicos, escritos y verbales. Consecuentemente, la historia de la comunidad judía de Coro representa un microcosmo de lo que siempre fue la realidad del judío en la diáspora: cuando éste se aferró con fe insacudible a los principios de su credo, el no judío lo fustigó ostensiblemente a causa de su obstinada devoción, por mantenerse «cerrado» a la sociedad que lo rodeaba; cuando por razones no necesariamente voluntarias dejó atrás las tradiciones ancestrales, «abriéndose», no fue menor el grado de oprobio del que fue muchas veces objeto. Este fenómeno lo comprueba la presencia judía en Coro y desde este punto de vista el estudio de esta pequeña comunidad adquiere un interés que va más allá de las fronteras de Coro y Venezuela.
Los judíos de la Venezuela actual no son descendientes de sus correligionarios corianos. Inclusive la mayoría de los miembros de la comunidad sefardita trazan su árbol genealógico al norte del Africa, el Medio Oriente y España, pero no a Curazao. Sin embargo, Coro marca el primer eslabón en la ininterrumpida presencia judía en la patria de Bolívar y de allí, que en la última década haya adquirido la ciudad y su historia, renovado interés por parte de los judíos venezolanos.
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Les recordamos que esto es solo la introducción y que el libro completo en formato PDF puede descargarse completamente en aqui.
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