Besalú durante la época medieval fue un condado independiente. En 1111, cuando el último duque de Besalú murió sin dejar descendencia, pasó a ser parte de la corona de Barcelona. En 1258, Jaime I les dio permiso a los judíos de Besalú y Gerona para que pagaran un impuesto común, o “collecta.” Asimismo, se decidió que las dos comunidades tendrían cinco representantes en la comisión de impuestos de Cataluña. Se sabe que el 4 de octubre de 1264, Jaime I autorizó la construcción de la sinagoga, que, con toda seguridad, estaría ubicada al lado de la miqwé.
El término aljama, usado en documentos cristianos, procede del árabe = congregación. Si bien «El Call» era el vocablo usado para indicar el recinto en donde habitaban los judíos. Los documentos catalanes y hebreos se referían tanto al lugar físico como al organismo jurídico con el nombre Call. Al lado de la sinagoga estaba la Plaça dels Jueus. Los documentos judíos designan a la sinagoga como scola.
Hasta mediados del siglo XIV, el Call dependió directamente del de Girona, pero adquirió independencia entre los años 1342 a 1391. El Call se encontraba ubicado al lado del Riu Fluvia y la Carrer del Port.
Había una carnicería (mascellum), la cual es mencionada en una nota de Vital Isha Bonastuc con motivo de la venta de una propiedad que estaba “juxta carniceriam judaycam.” Por referencias indirectas, se sabe que también había una panadería y una almoyna (obra de beneficencia), que probablemente era una dependencia de la sinagoga. El cementerio, fossar, es mencionado en cinco documentos de la época y se encontraba en las afueras de la ciudad en el camino a Girona.
“Besalú estaba habitado por familias judías de prestigio. Entre estas familias había médicos, comerciantes de paños y tejidos, tenderos, sastres, plateros, tejedores de velos y juboneros. El número de médicos era elevado para el tamaño de la población judía que fue de unas 220 familias en su época de esplendor.
La familia Des Castlar, originaria del sud de Francia, era una de las más influyentes. David Des Castlar se estableció en Narbona en 1283 y fue el padre del prominente médico Abraham Des Castlar de Besalú.
Des Castlar escribió libros sobre la Peste Negra, la sangría, y “las fiebres.” Entre los cirujanos se encontraban Bertrán Maguessa, Père de Benyù y Berenguer Jordà, Las familias pudientes poseían viñedos y olivares afuera de los límites de la ciudad.” La decadencia de El Call comenzó con las matanzas del trágico año 1391 hasta llegar a su total desaparición en el siglo siguiente.
En 1964 la miqwé fue descubierta por el dueño del terreno, señor Esteve Arboi. Desde ese momento el interés por Besalú aumentó y es hoy en día un próspero centro turístico y comercial. En 1966, se declaró a Besalú “monumento nacional español” debido al valor histórico de la miqwé, que se puede visitar pues está abierta al público.
La miqwé tiene, más o menos, 40 metros cuadrados y está ubicada al lado del río Fluvià de la cual recibía las aguas. El edificio de piedra se encuentra en un subterráneo. Hay que bajar 36 escalones para entrar a la misma. El recinto tiene acceso directo de agua por un orificio que comunica con el río, de esta manera cumple con todos los requisitos de los baños de purificación. Luego se bajan siete escalones adicionales para entrar en la piscina. Poseía una fuente termal, que no existe hoy en día
Para esta reseña de la comunidad hebrea de Besalú, me baso en las investigaciones del Dr. Manuel Grau i Montserrat (1975), en los comentarios del Ayuntamiento de Besalú (2001), en el libro de Josep Alanya i Roig (1996), y en mi visita a la fascinante ciudad ubicada en el norte de España.
María del Carmen Artigas
Emerita Faculty, University of New Orleans