![Equipo de investigadores, durante los trabajos arqueológicos de campo. Jesús Gómez Carrasco](https://esefarad.com/wp-content/uploads/2025/02/murcia.webp)
Un proyecto financiado por el Gobierno regional, a través de la Fundación Séneca, busca recuperar y transmitir información sobre la inserción de esta población en la sociedad a generaciones futuras, apoyándose en documentos y en las excavaciones del barrio judío del Castillo de Lorca
Para explicar las características de la minoría judía en el Reino de Murcia durante la Baja Edad Media, un equipo de investigadores de la Universidad de Murcia, dirigidos por el profesor Jorge Eiroa, desarrollan con financiación de la Fundación Séneca un proyecto que ahonda en la inserción de esta población en la sociedad, haciendo uso de fuentes escritas y estudiando los materiales conservados hasta la fecha. El objetivo es explicar cómo eran y qué se dedicaban estas comunidades judías en el antiguo Reino. Y es que la presencia judía en este territorio se puede rastrear durante el periodo andalusí por apenas unas cuantas referencias, ya que no es hasta la conquista castellana cuando se obtiene información sólida, tanto arqueológica como documental, de las primeras aljamas judías en las ciudades del Sureste, principalmente Murcia y Lorca.
Aunque se han publicado importantes trabajos que permiten analizar sus características y su evolución a lo largo de los dos siglos siguientes, son muchas las grandes incógnitas en torno a su proceso de asentamiento, su evolución demográfica, su capacidad de inserción social, su actividad económica, su papel en el marco de la conflictividad del siglo XIV, su grado de asimilación de población externa procedente de otros territorios y su abrupto final. Sin embargo, en los últimos años han aparecido nuevos testimonios que arrojan nueva luz sobre estas cuestiones, y que requieren de un análisis para emplear esta nueva información de forma actualizada.
El proyecto ‘Los judíos del Reino de Murcia durante la Baja Edad Media: cultura material, documentos y memoria’, liderado por Jorge Eiroa, profesor titular de Historia Medieval e IP de la Universidad de Murcia, tiene como misión es poner en valor el legado de esta minoría judía para recordarlo y conservarlo, ya que «en contra de lo que la gente suele creer, los judíos no estaban aislados socialmente, sino plenamente integrados en la sociedad, desempeñando un papel muy relevante», afirma. El proyecto se concibe en su conjunto como un escenario de trabajo para la recuperación y transmisión de ese legado a las generaciones futuras.
![Casa de la judería del Castillo de Lorca. Jesús Gómez Carrasco](https://esefarad.com/wp-content/uploads/2025/02/murcia-1.webp)
En profundidad
El estudio arqueológico de la judería del castillo de Lorca, que retomó este grupo de investigación desde la Universidad de Murcia en 2020, dio la pista sobre algunos elementos que estaban pasando desapercibidos y que podían ayudar a localizar la presencia de comunidades judías y sus características en otros lugares. «También nos hizo ver lo mal estudiada que estaba la presencia judía en el reino de Murcia, que merecía un estudio en profundidad que tuviese en cuenta todas las fuentes disponibles y las nuevas metodologías de análisis arqueológico», indica Eiroa.
El proyecto supone una novedad porque se está consiguiendo por primera vez definir elementos arqueológicos que pueden servir de indicadores de la presencia de judíos en lugares en los que, de otra forma, habrían pasado desapercibidos. Las poblaciones judías, al ser siempre una minoría, se integraron en cada lugar adoptando las características de la sociedad que los acogía, haciendo que a día de hoy no haya forma de diferenciar una casa medieval de una familia judía de otra de una familia cristiana.
Sin embargo, con el proyecto han podido definir marcadores, ya que ha visto la luz una investigación desarrollada en el marco del proyecto que, por primera vez en la península ibérica, ha localizado las marcas de carnicería que deja el purgado ritual que los judíos hacían con la carne, para evitar consumir alimentos ‘no-kosher’, es decir, los que no cumplen con los preceptos de la Ley judía. El estudio de los huesos de animales de la judería de Lorca, que se ha publicado recientemente en el International Journal of Osteoarchaeology, también constituye un avance crucial.
![El equipo del proyecto en plenas excavaciones. . Lámpara de vidrio de la sinagoga de Lorca. Candil de Janucá (siglo XV). Jesús Gómez Carrasco](https://esefarad.com/wp-content/uploads/2025/02/murcia-4.webp)
En primer lugar, el proyecto se ha centrado en el intenso trabajo de búsqueda bibliográfica y de archivos en la primera fase, que ha derivado en análisis de datos y trabajo arqueológico de campo y de laboratorio en una segunda fase. Los estudios arqueológicos han estado enfocados la judería del castillo de Lorca, que es el mejor ejemplo del territorio de la Región de Murcia, y se han comparado con los de la judería de Atienza (Guadalajara), donde también han realizado una campaña de excavaciones arqueológicas en 2024.
Aunque hay prevista una campaña arqueológica en la judería de Lorca en mayo de 2025 y otra en la judería de Atienza en septiembre de este mismo año, el proyecto ha iniciado su recta final, en la que el análisis documental y arqueológico da resultado. «Estamos empezando a tener bien identificado y caracterizado el legado material (e inmaterial) judío en la región de Murcia y hemos definido con claridad otros elementos de la cultura material que pueden ser empleados como indicadores de la presencia judía en otros territorios, como los candiles empleados en la fiesta de Janucá», indica el investigador principal. Sin embargo, hasta el momento no se han encontrado restos materiales que hablen de la presencia judía en la ciudad de Murcia, pero el equipo sigue trabajando con las diferentes hipótesis.
Rentabilidad cultural y turística
El proyecto, que concluirá a final de este año, cuenta con el respaldo de la Fundación Séneca, que ha permitido llevar a cabo la investigación. «Ha tenido la sensibilidad suficiente para entender que este proyecto, más allá de su valor puramente científico, será muy rentable en términos sociales, culturales, incluso turísticos, en un futuro cercano», señala Jorge Eiroa.
El proyecto puede servir para poner en valor un patrimonio material e inmaterial poco conocido en un momento en el que la cuestión de las identidades está en el centro del debate social y político. «El legado judío en el Reino de Murcia debe ser recordado en consonancia a su peso y al importante papel desempeñado en el proceso de configuración de la sociedad murciana moderna», señala su profesor titular, que refuerza que valorar este legado sirve para afrontar con garantías el futuro, «que debe ser multicultural y libre de prejuicios».
El equipo del proyecto
El equipo de este proyecto está formado por diez investigadores e investigadoras procedentes de las universidades de Murcia, Alicante y Granada, así como del Museo Arqueológico de Lorca. En concreto, lo forman un especialista en arqueología medieval, el titular del proyecto, Jorge Eiroa; la documentalista María Martínez, con profundo conocimiento de los archivos castellanos; Francisco Veas, un historiador de la minoría judía; Francisco Marsilla, paleógrafo especializado en el análisis y lectura de documentación bajo-medieval. Nutren también este equipo Juana Castaño, investigadora de la memoria del legado sefardí y su presencia en el exilio; María Isabel Molina, especialista en metales medievales; José Ángel González, ceramólogo, y el conservador de la principal colección museográfica de restos materiales judíos Andrés Martínez.
También forman parte del equipo dos investigadores externos, con enorme experiencia en el estudio de las minorías religiosas en la sociedad bajo-medieval, Leonardo Soler y Guillermo García-Contreras (UA y UGR respectivamente), que garantizan que se contraste la información obtenida para el caso murciano con la de otros espacios políticos próximos, como la Corona de Aragón y el reino nazarí de Granada. Entre todos cubren los distintos tipos de fuentes a emplear documentación escrita castellana, municipal y estatal y fuentes arqueológicas, como son estructuras y objetos.
Por Lydia Martín
Fuente: La Verdad | 29 de enero 2025