
El zaragozano es director ejecutivo en la Red de Juderías de España, organización que desde 1995 se dedica a preservar y defender el legado Sefardí español
– En estos 30 años de existencia, ¿cuáles cree que han sido los mayores logros y obstáculos de la Red de Juderías?
– Nuestro logro más significativo ha sido la consolidación de la marca ‘Caminos de Sefarad’ a nivel nacional e internacional. Pasamos de ser una iniciativa incipiente a un referente de turismo cultural. Hemos conseguido que la huella sefardí, que durante siglos estuvo oculta o ignorada, se convierta en un motor de desarrollo para las veintiún ciudades que forman parte de la Red, pero los obstáculos siguen estando presentes. El principal es el desconocimiento de este pasado por parte de gran parte de la sociedad. Otro desafío es la financiación. La Red se sustenta en la aportación de los ayuntamientos, pero para abordar proyectos grandes necesitamos más apoyo de otras administraciones y del sector privado. De ahí el Plan Estratégico 2025-2028 que, a través de la realización de proyectos, nos está posicionando con mayor presencia.
– ¿Cómo acaba un zaragozano siendo el gerente de la Red de Juderías de España?
– Por una suma de casualidades y un deseo de asumir nuevos retos y de crecer profesionalmente. Aunque Zaragoza es mi ciudad natal y llevo en mí el orgullo de su historia como aragonés de nacimiento y ejercicio, la gestión turística y cultural me llevó a trabajar en varias ciudades de España y a nivel internacional, en Estados Unidos e Irlanda. Ahí fue cuando me di cuenta de la paradoja de nuestro patrimonio: la inmensa riqueza histórica que tenemos y lo poco que la conocíamos. Comencé a investigar por mi cuenta la cultura sefardí, a visitar las juderías de otras ciudades y me sentí en la obligación moral y profesional de contribuir a que esa parte de nuestra historia fuera contada.
– En Belchite se está buscando una sinagoga medieval ¿Qué implicaciones tendría este hallazgo para la historia sefardí y para la adhesión de Belchite en la Red?
– Si se confirma la existencia de una sinagoga medieval en Belchite, sería un hito histórico de primera magnitud. En España se conservan escasas sinagogas medievales. Para la posible entrada de Belchite en la Red, este hallazgo sería un factor determinante. Sin embargo, como siempre decimos, la Red busca algo más que un simple hallazgo arqueológico. La sinagoga sería la pieza central de un proyecto mucho más amplio que debería incluir una estrategia turística y educativa clara para integrar este legado en el desarrollo de la localidad. La Red estaría encantada de colaborar y asesorar a Belchite para que su proyecto sea sólido y sostenible.
– Esta semana ha visitado Tarazona, única localidad aragonesa perteneciente a la Red ¿Qué importancia tiene el legado sefardí turiasonense?
– El legado sefardí de Tarazona es un ejemplo de éxito y de buen hacer. Es uno de los conjuntos urbanos sefardíes de referencia en toda España. La historia del barrio judío de Tarazona no se entiende sin los hermanos Moshé e Ismael de Portella, dos nombres que solían escucharse mucho en los palacios aragoneses en el siglo XIII. Fueron ingenieros bancarios y consejeros directos de Jaime I de Aragón y Pedro III el Grande. Hoy Moshé da nombre al Centro de Interpretación de la Judería de Tarazona. Allí hay una exposición que narra la vida de una comunidad que llegó a representar el 15% de la población de Tarazona, una joya que los aragoneses debemos valorar y conocer.
– ¿Por qué Zaragoza no forma parte de la Red de Juderías?
– Zaragoza es una de las ausencias más notables en la Red de Juderías de España. Fue la aljama judía más importante del Reino de Aragón y una de las más grandes de la península. Sin embargo, a lo largo de los siglos, gran parte de los vestigios físicos de la judería fueron destruidos. A raíz de la expulsión de 1492, la judería de Zaragoza pasó a llamarse “Barrio Nuevo” y el Concejo inició la remodelación del espacio, destruyendo el muro perimetral y algunas viviendas. El gran cambio de su urbanismo llega en los siglos XIX y XX, con la apertura de la calle San Vicente de Paúl. A diferencia de ciudades como Toledo, Córdoba o Segovia, donde las juderías se mantuvieron en el tejido urbano, en Zaragoza la demolición fue casi total. La adhesión a la Red de Juderías requiere una inversión significativa por parte del Ayuntamiento, pero a pesar de las dificultades, desde la Red estamos dispuestos a colaborar para poner en valor el riquísimo pasado sefardí de Zaragoza.
– Las investigaciones han llevado a la conclusión de que los baños judíos del Coso eran en realidad patrimonio real y frecuentados por cristianos, judíos y musulmanes. ¿Cómo era la convivencia entre estas tres culturas?
– La convivencia en la Zaragoza medieval, al igual que en otras ciudades, estaba marcada por la pragmaticidad. Aunque existían normas que separaban a las comunidades, como las juderías amuralladas, en la vida diaria había muchos espacios de encuentro. Los baños públicos, los mercados o las ferias eran lugares donde judíos, cristianos y musulmanes interactuaban. La relación no estaba exenta de tensiones, pero el hecho de que estos baños fueran de propiedad real y estuvieran abiertos a las tres comunidades es un ejemplo perfecto de convivencia.
– ¿Qué les diría a quienes reclaman la apertura de los baños del Coso como parte del patrimonio sefardí?
– Diría que su reclamación es absolutamente justificada y necesaria. La apertura de los baños del Coso sería un hito fundamental para la recuperación de la memoria histórica de Zaragoza. Aunque las investigaciones nos digan que eran de uso compartido, su estrecha relación con la judería Mayor es innegable. Su visita permitiría contar la historia de ese intercambio cotidiano entre las tres culturas. No se trataría de presentarlos como un espacio exclusivamente judío, sino como un lugar que ilustra la complejidad de la sociedad zaragozana medieval. Abrirlos sería una oportunidad para que Zaragoza se reencuentre con su pasado sefardí y lo ponga en valor, no solo para los zaragozanos, sino para el mundo entero.
Por Aurora Vicente
Fuente: El Periodico | 9.8.2025