Homenaje a David Galante: Discurso de David Galante

El pasado miércoles 17 el Sr. David Galante recibió la mención de Personalidad Destacada de los Derechos Humanos por los legisladores de la Ciudad de Buenos  Aires tal como anticipamos en nuestro artículo «DAVID GALANTE: PERSONALIDAD DESTACADA«, el discurso de Martin Hazan  y la nota posterior “Es nuestra tarea reconocer a aquellas personas que deciden dar testimonio sobre momentos tan duros” así como la cobertura del evento que se puede escuchar en el Programa 113 de «Magacín Sefaradí».

Aqui está la transcripción completa del discurso de David Galante:

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David Galante recibe el diploma de "Personalidad Destacada de los Derechos Humanos acompañado por los diputados Lipovelsky y Figerio
David Galante recibe el diploma de «Personalidad Destacada de los Derechos Humanos acompañado por los diputados Lipovelsky y Figerio

Quiero agradecer a las autoridades de esta Legislatura, el honor que me confieren al declararme “Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires” en el ámbito de los Derechos Humanos. 

También quiero agradecer a Daniel Lipovetsky y a Rogelio Frigerio (Hijo) por haber impulsado esta ley, y a todas las autoridades de la fundación Memoria del Holocausto por habernos apoyado siempre en esta difícil y ardua tarea de mantener viva la memoria de la Shoa. 

Una tarea que nos obliga de alguna manera a rememorar el horror, a regresar al lugar más trágico y terrible de la historia de la humanidad. El campo de exterminio Auschwitz Birkenau del que sobreviví hace 68 años. 

Como decía Elie Wiesel, “Quien estuvo en Auschwitz, nunca podrá salir de allí; quien no estuvo en Auschwitz nunca podrá entrar allí”. 

Por ese motivo, nosotros creemos que, si Auschwitz está dentro nuestro, es nuestra obligación compartirlo con el mundo. Compartirlo, con la única función de contarle a toda la humanidad lo que ha pasado allí, y asegurarnos que nunca vuelva a pasar. 

Cuando voy a los colegios, a las universidades, a las instituciones de las fuerzas de seguridad a dar testimonio de lo que nos ocurrió durante la Shoa, una de las preguntas que siempre me hacen, se refiere al lugar de donde saque las fuerzas para sobrevivir en medio del horror. “¿Cómo hiciste para sobrevivir?” me preguntan. 

Y yo siempre recuerdo, en los últimos días previos a la liberación, adonde las vidas se iban apagando una tras otra a nuestro alrededor y todas las mañanas me despertaba con dos compañeros muertos en los camastros adonde nos habían abandonado.  

Recuerdo que en ese momento aparecía la voz de los moribundos que me repetían: “No te mueras David; no te entregues. Salvate y sobrevive para contarle al mundo lo que nos han hecho. Dile a todos de qué manera han tratado de exterminar a nuestro pueblo. Y muéstrales con tu existencia que los que han querido eliminarnos de la faz de la tierra, han fracasado”. 

Esas voces que se iban apagando lentamente, todavía resuenan con fuerza en mi memoria. 

Es por eso que cada vez que estoy frente a jóvenes de todas las edades, y me miran con esos ojos ávidos de respuestas, les digo lo mismo: “La fuerza que tuve para sobrevivir, es la fuerza que me trajo hasta aquí. Es la fuerza de la vida que ha permitido que las voces de los moribundos lleguen hasta sus oídos. Si hay algo que me enorgullece de ser un sobreviviente es saber que he cumplido con la misión de hacerles llegar la voz de esos 6 millones de judíos que perecieron bajo la atroz maquinaria de exterminio Nazi”.

Para eso sobreviví, y para eso estoy aquí. Para traerles el relato del millón y medio de niños asesinados, de los jóvenes soñadores que no llegaron a la adultez, de los padres y madres que lo perdieron todo y de los abuelos que en el ocaso de sus días vieron desmoronarse esas comunidades judías que construyeron con esfuerzo y sacrificio durante miles de años. 

Hoy me toca recibir un reconocimiento de esta querida ciudad de Buenos Aires que me recibió y me dio cobijo durante los últimos 66 años de vida. Es para mi un verdadero honor recibir este titulo que me honra.

 No quiero terminar estas palabras sin agradecer a la Fundación Tzedaká por su apoyo a todos los sobrevivientes para que podamos tener una mejor calidad de vida. 

También quiero agradcer a Generaciones de la Shoá por haberme permitido, a través de su programa ‘Aprendiz’, formar a 3 aprendices quienes podrán transmitir mi legado hacia las futuras generaciones .

También están presentes hoy aquí muchos amigos y compañeros de la vida. Esos que me acompañan desde hace tantos años con su presencia y su amistad inquebrantable.

Finalmente, quiero dedicar este reconocimiento a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos y a todos los sobrevivientes que con valentía y esfuerzo, aun desde el dolor, trabajan todos los días para mantener encendida la llama de la memoria. 

Recuerden siempre lo que nos han hecho. Mantengan también ustedes viva la llama de la memoria. Ayúdenme a difundirlo y compartan este mensaje cada vez que puedan. Lo importante es Recordar, nunca Olvidar. Porque Olvidar es volver a matar a los mártires de la Shoa.

 Muchas gracias a todos y buenas noches. 

 

David Galante – Buenos Aires – 17 de Abril de 2013

 

 

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